Cardio Striptease, lo último para estar en forma
Una nueva técnica deportiva ya hace furor entre las mujeres. Se trata del “cardio striptease”, que ya se convirtió en un boom deportivo.
Al parecer, quitarse la ropa al ritmo de la música ya no es tarea exclusiva de las stripper, ya que es creciente el entusiasmo que genera la apertura de centros en los que se ofrecen clases de striptease para mujeres sin ambición profesional.
Al punto que dos disciplinas paralelas ya surgieron a raíz de este ‘boom’ deportivo: el ‘cardio striptease’ y la ‘pole dance’.
Jeff Costa creador de este nuevo deporte destacó que “el ‘cardio striptease’ consigue que la gente se sienta feliz con su cuerpo, al mismo tiempo que aprende que puede ser totalmente sexual y espiritual a la vez”.
Para su creador, el ‘cardio striptease’ “es un electrizante trabajo cardiovascular que fusiona la danza deportiva con el erótico arte del striptease”. Y se anima a aventurar que “sin que importe tu constitución, talla o nivel atlético, sacaré un stripper de tí”.
Entre los beneficios que la técnica genera para la salud, el ‘cardio striptease’ quema calorías y eleva la condición cardiovascular, al tiempo que tonifica piernas, glúteos y brazos, aumenta la flexibilidad y la agilidad. Todo, sin olvidar la sensación de desinhibición y diversión que proporcionan las clases, al jugar la música y coreografías un papel esencial.
Tras un calentamiento de diez minutos con movimientos básicos, aislamientos y técnicas de estiramientos estáticos, la clase de ‘cardio striptease’ sigue con la enseñanza a los alumnos de contoneos propios del striptease en una atmósfera muy sensual.
Se pueden llegar a perder entre 300 y 500 calorías por entrenamiento.
Como una variante del ‘cardio striptease’ surgió la ‘pole dance’, que incluye un elemento fundamental: la barra de acero para contonearse y realizar el baile erótico.
Todo un fenómeno social en Inglaterra, y de creciente expansión, este nuevo deporte combina la danza sensual con el ejercicio físico, lo que le hizo ganarse adeptas tan conocidas como Demi Moore, Natalie Portman y Kate Moss.
Las clases de ‘pole dance’ son reducidas y presentan un escenario simple y práctico: la típica barra de club de strippers y un espejo donde observar cada movimiento. A partir de ahí, el profesor y las alumnas ejercitarán músculos, aprenderán a moverse de forma sensual, reforzarán su sentido del ritmo y finalmente, se convertirán en unas buenas strippers, aunque sólo sea de puertas para adentro.
Un plus de la práctica es el aumento de la autoestima y fortalecimiento de piernas, brazos, glúteos y abdominales que genera este método.
Alumnas de ‘pole-dance’ aseguraron que esta práctica reforzó la confianza en sí mismas e, incluso, mejoró su vida sexual.
El límite lo pone cada alumna
Si bien tanto en la vestimenta como en las coreografías se pretende desinhibir a los aprendices, el objetivo no es hacerlas sufrir, por lo que la academia londinense ‘The basement dance studio’ anima a las dubitativas a seguir un curso de ‘pole dance’ con la aclaración de que “como el curso es para principiantes no se te requerirá bailar hasta desnudarte, aunque te daremos todas las herramientas para hacerlo si lo decides más adelante”.
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