Relaciones SentimentalesVida y Estilo

Ahuyentas a todos los hombres

“Que los roles de hombre y mujer han cambiado es indudable”, dice la psicóloga Carmen Debesa. “Ahora conviven diferentes modelos familiares y tenemos a nuestro alcance una oferta de ocio muy tentadora”.
“El alargamiento de lo que antes se consideraba juventud hasta más de los 40 años también es un factor que ha influido en la decisión de no comprometerse con una sola persona cuando puede optarse a muchas”, afirma la experta. “Pero el cambio que han experimentado las mujeres en las últimas décadas ha afectado mucho a las relaciones con el sexo opuesto; es normal que muchos hombres se sientan intimidados ante una mujer que les sobrepasa en el campo laboral, un terreno en el que antes ellos tenían la primacía”.
“La generación que va de los 30 a los 40 no ha sido educada para enfrentarse a ese tipo de mujeres, los chicos del siglo XXI estarán más acostumbrados a relacionarse con ellas e incluso a invertir los roles en algunos casos (quedarse en casa, cuidar a los niños, etc.)”, añade.

¿Voy de dura o de débil?
No sólo son ellos los que están perdidos, también nosotras tenemos que replantearnos nuestro papel como mujeres. Pretender ser igual que los hombres en todos los sentidos es absurdo y no te ayudará demasiado a gustarles. Sin perder tu independencia ni claudicar en tus demandas sobre el tipo de hombre que quieres a tu lado, sí puedes ponérselo más fácil haciéndole ver que, en muchos sentidos, le necesitas.
Sin dominar, no es malo que un hombre quiera proteger a su pareja y a su familia. Auque a unos pocos les gustan las mujeres autosuficientes, la mayoría acaba eligiendo a chicas más parecidas a las tradicionales. Ni una cosa ni otra, en el término medio está la clave del éxito; aunque en el trabajo seas la jefa, en casa tienes que ser su chica: dulce, femenina y algo frágil.

Que no debemos convertirnos en malas imitaciones de los hombres está claro, pero tampoco se trata de dar pasos atrás para gustarles a toda costa. Se acabaron las relaciones desequilibradas, ahora las parejas deben aceptarse como compañeros que se reparten obligaciones y responsabilidades, que tienen derecho a sus propias parcelas de independencia, y que tienen capacidad para comprometerse en un proyecto común. Ambos deben llevar las riendas de la casa. Nosotras debemos reivindicar nuestra independencia social y laboral pero sin cometer el error de pasar a ser duras y dominadoras; y ellos deben aceptar que la casa se ha convertido en un lugar de responsabilidades compartidas y no sentirse amenazados por nuestros éxitos laborales.

Toma tú la iniciativa
En lugar de pensar que ellos no están a tu altura intenta comprenderles y pónselo más fácil. Muéstrate como una persona accesible y tan dulce y femenina como cualquier mujer de antes. Si crees que le intimida tu vida laboral, nada de hablar de trabajo hasta que se sienta más seguro; si crees que te ve demasiado sofisticada, recíbele un día en pijama o en chándal; si parece que le apabulla tu seguridad, deja que sea él quien te lleve en coche y quien decida los planes… por el momento, después deberá ser algo compartido.
Por supuesto que a cualquier hombre le gustaría tener a su lado a una mujer guapa e inteligente, pero el miedo a no estar a su altura les puede hacer escoger a alguien menos brillante. Utiliza el famoso instinto y tacto femenino para hacerles ver que admiras muchas cosas en ellos y que hay aspectos en los que son mejores. Ser dura y exigente no es la mejor táctica para iniciar una relación.

Tal vez incluso tengas que ser tú quien se acerque a él. Que liguen más las chicas más feas que tú no es casualidad. Seguro que la mayoría ni lo intenta contigo porque piensan que no tienen nada que hacer. La actitud de “soy divina y me merezco lo mejor”, no ayuda nada. Bájate del pedestal y acércate tú; ser simpática y normal te convertirá en irresistible. Y no te permitas el lujo de no dignarte a hablar con alguien porque no sea guapo o no te parezca espectacular: da tú la oportunidad que quieres para ti.
También es importante que no te crees a ti misma falsas expectativas sobre tu pareja ideal. No encontrarás a nadie perfecto; tú tampoco lo eres. Y ten cuidado con los chicos duros y conquistadores, si ligan tanto es porque saben detectar nuestras debilidades: son los que siempre se acercarán a ti a decirte lo que quieres oír…
Si quieres a tu lado un hombre sensible, capaz de expresar sus emociones sin perder por ello su virilidad, ayúdale a conseguirlo. Eso pasa por tomar la iniciativa: en acercarte a conocerles, en el juego de la seducción, en la cama, en conquistarles…

Que ellos sean capaces de expresar sus emociones y nosotras de decidir con quién y cómo queremos compartir nuestra vida es un gran paso hacia un amor mucho más sincero e intenso, ya que en esta situación ambos están juntos porque quieren.
¿Ahora eres tú la infiel?
El cambio de roles tiene un lado peligroso para nosotras, y es que muchas mujeres están adoptando comportamientos tradicionalmente masculinos no demasiado recomendables, como la infidelidad indiscriminada. Hoy en día hombres y mujeres engañan por igual, lo cual no es juzgable pero sí hace más difícil las relaciones estables. Esto no es ni mejor ni peor en unos o en otros, pero sí es un handicap frente a la consecución de una relación de pareja duradera.

La solución no pasa porque nosotras sigamos poniéndonos una venda frente a sus infidelidades o hagamos lo mismo, sino que unos y otros entiendan que para que una relación de pareja funcione es necesario trabajarla. Y para eso hace falta un ingrediente indispensable: la amistad, ya que según los expertos, el enamoramiento sólo dura unos años -según un estudio inglés, cuatro-.
La amistad en la pareja crea un sentimiento mucho más fuerte que el amor, ya que siempre permanece y crea una gran complicidad. La comunicación y la sinceridad son las otras claves para conseguir que una relación de pareja funcione actualmente.

Claves para no asustarles
Sé amable aunque el hombre que se acerque a hablar contigo no te emocione. Ponte en su lugar…
Si alguien te gusta, prueba a presentarte tú a él, le sorprenderá favorablemente.
No seas dura cuando ellos hagan chistes o comentarios ligeramente sexistas, no hay que perder nunca el sentido del humor y puede ayudar a romper el hielo.
No seas demasiado exigente con la conversación o sus aficiones, él no tiene por qué cumplir todas tus expectativas intelectuales para hacerte feliz.
Muéstrate siempre como una persona accesible y normal, la perfección asusta.
Sé realista respecto a la pasión, al cabo de unos años sólo la amistad, la complicidad y el cariño sostienen una relación.
Respeta y no menosprecies sus aficiones: el fútbol puede ser tan satisfactorio para él como para ti leer o ir al teatro.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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