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Alimentación Deportes Grasas

Reservas: en sujetos sanos no entrenados, la proporción corporal de grasas puede llegar a ser del 20 − 35% en
la mujer y del 10−20% En los varones.

Las grasas se almacenan en el organismo en forma de triglicéridos, en las células grasas ( adipositos), que a su vez forman el tejido adiposo. Además, una pequeña parte de los triglicéridos se almacena en las células musculares y circula por la sangre unida a una albúmina. La mayor parte del tejido adiposo se encuentra bajo
la piel, formando el denominado tejido graso subcutáneo. Además por ello, la grasa se distribuye predominantemente alrededor de los órganos abdominales. Dependiendo de las condiciones de nutrición a largo plazo, este deposito graso puede reducirse a un mínimo, en caso de balance de energía negativo
prolongado, como ocurre durante los periodos de anorexia o ayuno, o bien alcanzar proporciones importantes, cuando el balance energético sea positivo a largo plazo, tal como se observa en la sobrealimentación crónica.
En sujetos bien entrañados, la grasa total almacenada en el tejido adiposo es menos que la correspondiente a sujetos sedentarios, concretamente 5−15% en varones y 10−25% en mujeres. Si embargo, esta cantidad de
grasa posee un potencial energético muy importante ( aproximadamente 7000 kcal por kilogramo de grasa del tejido adiposo), lo que la convierte en la reserva energética más importante en cualquier caso de déficit prolongado de energía, en que los depósitos corporales de carbohidratos se agotan progresivamente y la grasa pasa a ser el combustible energético principal. Durante el ejercicio físico, se producen una series de estímulos nerviosos, metabólicos y hormonales, que llevaran a un ritmo incrementado de utilización de grasas, por una parte, y de movilización de las mismas, por la otra.

La oxidación de las grasas en forma de ácidos grasos libres(agl)aumentara, progresivamente, dentro de las mitocondrias de las células musculares. Como resultado de esto, disminuirá la concentración de agl dentro de
las células musculares lo cual a su vez estimulara la captación por esta de agl procedentes de la sangre. El aumento del flujo de sangre hacia el músculo es el primer paso para suministrar mas agl a las células
musculares. Este proceso de transporte, captación y movilización de agl, lo estimula la acción de las llamadas hormonas del sobre esfuerzo( o del estrés), adrenalina y noradrenalina, cuyas concentraciones aumentaran durante el ejercicio, estimulando la lipólisis, mediante una disminución de la insulina circulante y un aumento
de la actividad del sistema nervioso central. Los distintos pasos que llevan hasta un aumento en la oxidación
de las grasas son numerosos y complejos. Esta es la principal razón por la que la adaptación a un estado estacionario puede tardar en alcanzar cerca de 20 minutos. El entrenamiento muscular de resistencia aumenta
la capacidad del músculo esquelético para emplear grasas como fuente de energía durante ejercicios de resistencia permitirá al atleta reducir el empleo de carbohidratos para una intensidad fija de ejercicios. Esto, a
su vez, ahorrara carbohidratos endogenos y retrasara la aparición de la fatiga. Por otra parte, los adipositos aumentaran su sensibilidad a los estímulos inductores de movilización de agl, con lo cual aumentara la velocidad de adaptación a demandas crecientes durante el ejercicio. Sin embargo, durante la máxima intensidad del ejercicio, la utilización de carbohidratos endogenos parece tener lugar a toda velocidad, y el
incremento de agl en sangre no llevara a una reducción del empleo de glucogeno muscular y hepático. Dentro
del músculo, las grasas se almacenan como triglicérido, en formas de pequeñas gotitas lipidas, localizadas cerca de las mitocondrias. Sin embargo, esta parte de la reserva de grasas representa solo una pequeña
fracción de las reservas totales. Aunque los individuos entrenados en resistencia poseen menos tejido adiposo que la población sedentaria, el contenido en grasa de sus músculos tiende a ser mayor. Podemos preguntarnos cual es la razón de esto. Una posible causa es que el ejercicio de resistencia lleva a un agotamiento parcial de grasa intramuscular. Un aumento de esta reserva grasa significaría, por lo tanto, una mayor disponibilidad de
sustrato. Si esto es así, se trataría de una adaptación fisiológica normal. En proporción a la grasa corporal total, el contenido en grasa de los músculos es muy pequeño. Se ha comprobado científicamente que la influencia del ejercicio sobre los triglicéridos musculares puede ser la misma que sobre los adipositos. La disminución de las concentraciones intracelulares de agl, así como de cientos estímulos hormonales y
nerviosos, aumenta la lipólisis y lleva a la liberación de agl, que serán captados por las mitocondrias para la producción de energía por mecanismos oxidativos. Se ha demostrado que, como resultado de lo expuesto, las reservas intramusculares de grasa disminuyen después del ejercicio de resistencia.

Tejido adiposo (trigliceridos): los ácidos grasos( ag) se almacenan en el cuerpo como triglicéridos ( tg)

contenidos en los adipositos, que forman el tejido adiposo(ta).También se almacena en el músculo en forma
de gotas de tg.

Después de las comidas la grasa se absorbe y circula por la sangre como tg en partículas formando quilomicrones y lipoproteínas de alta, baja y muy baja densidad( hdl, ldl, vldl) o como ag libres fijados a la albúmina.

Metabolismo de los trigliceridos: el proceso de fijación de los ácidos grasos (esterificación) como triglicéridos y su liberación a partir de estos es el llamado ciclo de los triglicéridos / ácidos grasos. La
actividad de este ciclo viene determinada por las necesidades metabólicas de ácidos grasos para la producción
de energía y por el suministro de ácidos grasos a partir de fuentes externas. El glicerol necesario para la esterificación se obtiene a partir de la glucólisis. Los ácidos grasos libres son metabolizados por metabolismo aerobio a través del ciclo del ácido cítrico. Gracias a esta cadena de procesos metabólicos, los ácidos grasos se unen al coenzima −a( co−a) y así pueden entrar en el ciclo de krebs, en forma de acetil coenzima−a. A altas velocidades de oxidación de la grasa, se da una elevada producción de acetil coa y de citrato, el primer
producto intermedio del ciclo del ácido cítrico que se forma a partir de acetil coa. Se sabe que el acetil coa inhibe la conversión de piruvato o más acetil coa. Por otro lado, el citrato inhibe la glucólisis. Por lo tanto, el aumento de la oxidación de los ácidos grasos inhibe tanto la actividad de la glucólisis tanto como el primer
paso de la conversión del piruvato dentro de ciclo del ácido cítrico. Como consecuencia de ello, la oxidación total de carbohidratos se vera reducida. Por el contrario el aumento de metabolismo de los carbohidratos, por ejemplo después de la ingestión por vía oral de carbohidratos, inhibe la lipólisis y reduce la disponibilidad de ácidos grasos, así como la oxidación. En el metabolismo del ejercicio físico, estos procesos de utilización de carbohidratos y de grasas se encuentran estrechamente relacionados y controlados por mecanismo hormonales
y nerviosos. El suministro exógeno de carbohidratos o de grasas, así como el de sustancias que estimulen el metabolismo de ambos sustraros, son factores que pueden tener gran influencia.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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