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Metabolismo del glucogeno

Tanto la síntesis como la degradación del glucogeno en el hígado y en el músculo se encuentran regulados por
un elevado números de factores. La síntesis tendrá lugar normalmente cuando el suministro de las unidades constituyentes de glucosa sea superior al de las necesidades de este compuesto para la producción de energía,
es decir, cuando se incremente la cantidad de glucosa en el interior de las células. Esta situación se produce después de las comidas, cuando durante un estado de relajación física y la absorción de hidratos de carbono produce un aumento de los niveles de glucosa en sangre en un medio hormonal que favorece la síntesis. Por lo tanto, los niveles de insulina serán altos, y bajos los de glucagon y hormonas del estrés. Cuando se produce
esta situación, las células captan glucosa a la vez que se activa (+) la enzima glucogeno − sintetasa y se inhibe
(−) la glucogeno − fosforilasa. Cuando se da una situación en la que se precisa energía de una manera rápida, diversas señales procedentes del sistema nervioso central y de origen hormonal harán que aumenten los
niveles de hormonas del estrés y de glucagon y que disminuyan los niveles de insulina. Se producirá una inhibición (−) de la enzima glucogeno − sintetasa, a la vez que se activara (+) la enzima degradadora
glucogeno − fosforilasa. Estos procesos tienen como resultado la liberación de glucosa − 1 − fosfato a partir
de las reservas de glucogeno.

Metabolismo de glucosa:

Cuando se emplea la glucosa para producir energía, la glucosa sigue el proceso de glucólisis por el que se convierte a través de pasos intermedios en piruvato. Dependiendo de la cantidad de energía que se precise, el piruvato se puede transformar en una gran medida en ácido láctico. Por el contrario en las competiciones deportivas de resistencia sobre todo, el piruvato puede seguir un proceso energético que implica mecanismos oxidativos para obtener energía, el llamado ciclo del ácido cítrico o de krebs. La transformación de la glucosa
a ácido láctico es reversible. Según esto, se pueden trabajar los niveles de ácido láctico en sangre cuando estos son altos después de una actividad deportiva intensa. Esto puede conseguirse mediante la conversión de
lactato a través de un proceso diferente llamado de gluconeogenesis, una inversión parcial de la glucólisis, que conduce de nuevo hasta la formación de glucosa, que se puede a su vez volver a almacenar como glucogeno.
El lactato también puede oxidarse o convertirse en grasa. Durante la conversión de la glucosa o lactato se producen dos moles de ATP por cada mol de la glucosa. Durante la oxidación completa de la glucosa en el ciclo del ácido cítrico, el piruvato se convierte en agua y dióxido de carbono, produciéndose un total de 36 moles de ATP.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar