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Canadá no solo se explora, ¡se vive!

Existen muchas personas que afirman que el corazón de uno pertenece a la ciudad que lo vio nacer, en la que creció; pero saben, yo difiero y si bien tengo un gran apego por mi Ciudad natal, creo que Canadá especialmente, se robo mi corazón. No se como expresarlo, pero los paisajes, los aromas, las personas, la cultura, lo cosmopolitas y vanguardistas que son sus ciudades. Un lugar en el que convergen el pasado, el presente y el futuro hacen que Canadá, a unas cuantas horas de México sea un destino obligado para los amantes de la aventura, para los gustosos de la gastronomía y porque no, para aquellos nostálgicos.

Hay quien se enamora de Paris, hay quien se cautiva con Milán pero la ciudad que se robo mi corazón y cautivo mi mente es y será por siempre Vancouver, que evoca una nostalgia por la Columbia Británica, con una cultura tan vasta como la belleza de la naturaleza que lo rodea. Su Costa Pacifica y sus montañas hacen que Vancouver sea un destino para explorar a campo traviesa, pero sin embargo esta es una ciudad activa y en movimiento que ostenta una gran actividad tecnológica; en lo personal, Canadá tiene un algo con sabor a miel de maple que conquisto mi corazón. Tal vez tenga que ver con la gran variedad de personas y culturas que en ella habitan, tal vez simplemente sea el ambiente hospitalario que reina en Canadá, no solo, pero es una experiencia que se revive con cada visita.

La mente está donde el corazón se queda y el mio pertenece a Vancouver, y no necesito nada más que una mochila, unos buenos tenis para recorrer este país que cautivo mi imaginación, mi hogar es y será México, pero mi corazón ya es Canadiense.

Así que amigos, para vivir unas increíbles vacaciones, sin importar tu presupuesto o la aventura que quieras vivir Canadá nos espera con los brazos abiertos y desde Vancouver, hasta Montreal la lista de actividades para divertirse, conocer y explorar son interminables.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar