Jake Gyllenhaal y Michael Peña, atrapados en las redes del cártel de Sinaloa

Para la cinta “Último Turno”, los actores hicieron rondas en la zona con mayor índice delictivo de Los Ángeles durante cinco meses, estreno 10 de mayo

El nominado al Oscar, Jake Gyllenhaal notó las dimensiones de verse inmerso en la cinta “Último Turno”, cuando en su primera noche de patrullaje acompañado de los policías se enfrentó a una escena real de un asesinato de un traficante de drogas.
“En mi primer viaje que fui, alguien fue asesinado en frente de mí. Fue un tiroteo de pandillas que estaba obviamente relacionados con las drogas. Éramos el segundo coche en la escena y no tenía ni idea de qué esperar. Me daba miedo en ese momento porque es muy fácil caer en la complacencia”, expresó en su momento el actor.

Michael Peña, de ascendencia mexicana, hizo lo propio al investigar los sucesos criminales que se han desencadenado en su país de origen y la forma en que se articulan las mafias: “Aprendí acerca de la guerra contra las drogas desde la perspectiva americana que es increíble”, aseguró.
“Hice un montón de investigación y realmente me interesé en aprender acerca de uno de los cárteles más importantes, Los Zetas y la forma en que han sido entrenados por las fuerzas especiales de armas estadounidenses”, añadió Peña, quien pasó cinco meses junto a Gyllenhaal sometido a una instrucción policial agotadora, de enfrentamiento, táctica y luchar contra la formación.

“Último Turno” narra a través de la cotidianidad de dos policías, que han establecido una relación de amistad, la forma en que se combate el crimen en uno de los barrios más complicados de South Centre en Los Angeles, donde ambos quedan atrapados en la mira de una de las más conocidas organizaciones criminales, el cártel de Sinaloa, después de ir más allá del llamado deber y de interferir con el funcionamiento de dicho espacio.

El proyecto fue escrito y dirigido por David Ayer (Día de entrenamiento), quien está casado con una mexicana que conoce las problemáticas relacionadas al narcomenudeo, ante la interrogante de si David se había inspirado en la crueldad de los sonados crímenes que se viven diariamente en México por la lucha anti narcóticos, Ayer asegura que esos sucesos también se viven en su país.

“Afortunadamente no hemos estado expuestos a esos crímenes, pero la verdad de las cosas también pasan acá. El tráfico de humanos, asesinatos masivos, fosas comunes… La verdad es que los tapan. No quieren exponer esas cosas al público”, expresó el cineasta.
Para darle un efecto realista a la historia, Ayer utilizó varias cámaras, algunas montadas en las patrullas, otras las portaba siempre el oficial (Jake) Taylor quien documentaba sus vivencias, los pandilleros filmaban sus propias “hazañas” desde teléfonos celulares y otros actores.