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La Bella y la Bestia notas de producción

NOTAS DE PRODUCCIÓN

La historia y los personajes que el público ama vuelven a la vida de forma espectacular en LA BELLA Y LA BESTIA, de Disney, una adaptación de acción real del clásico animado, con un extraordinario elenco que incluye a Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Kevin Kline, Josh Gad, Ewan McGregor, Stanley Tucci, Audra McDonald, Gugu Mbatha-Raw, Hattie Morahan y Nathan Mack, además de Ian McKellen y Emma Thompson.

Dirigida por Bill Condon y basada en la película animada homónima de 1991, el guion fue escrito por Stephen Chbosky y Evan Spiliotopoulos. Alan Menken es el compositor de la música, que incluye nuevas grabaciones de las canciones originales escritas por Menken y Tim Rice. La película está producida por David Hoberman, de Mandeville Films, p.g.a., y Todd Lieberman, p.g.a., con Jeffrey Silver, Thomas Schumacher y Don Hahn como productores ejecutivos.

~Un cuento tan antiguo como el tiempo~

Érase una vez un joven príncipe (Dan Stevens) que vivía en un magnífico castillo y organizaba fiestas extravagantes, a las que asistían jovencitas de todo el mundo que eran presentadas en sociedad. El joven príncipe, además, era mimado por sirvientes que atendían todos sus caprichos, pero se había vuelto insolente y ensimismado. Cuando una vieja mendiga aparece en el castillo buscando refugio de una tormenta y le ofrece a cambio una rosa, él la rechaza calladamente sin saber que ella es, de hecho, una hermosa hechicera (Hattie Morahan). Para castigarlo por su crueldad, la mujer pone una maldición sobre el castillo, que transforma al príncipe en una bestia y a todos sus habitantes en objetos de la casa. Para revertir el hechizo deberá aprender a amar a otro y ser digno de su amor antes de que el último pétalo de la rosa encantada caiga… de lo contrario, seguirá siendo una bestia y su personal permanecerá atrapado en sus formas inanimadas, encarcelados en el castillo por toda la eternidad.

Unos años más tarde, en el pequeño pueblo de Villeneuve, Bella (Emma Watson), una joven brillante y vivaz, se dedica a sus tareas diarias apremiada por la monótona vida de pueblo. Ferozmente independiente y reservada, vive con su padre, Maurice (Kevin Kline), un artista recluido, y es una ávida lectora que sueña con la aventura y el romance en un mundo más allá de los confines de su pueblito francés. Los residentes del lugar, sin embargo, no saben qué pensar de ella, quien además de virtuosa y amable es hermosa, pero aun así, permanece como un completo enigma para la mayoría. La joven rechaza los incesantes avances del arrogante y pícaro Gastón (Luke Evans), quien es el centro de atención de una posada rural junto con su compañero LeFou (Josh Gad) y tiene a cada mujer soltera del lugar rendida a sus pies. Gastón está empecinado en conquistar a Bella, pero ella tiene convicciones fuertes y permanece ajena a sus encantos.

Cuando Maurice sale al mercado y es atacado por lobos, perdiéndose en el bosque, tropieza con el castillo de la Bestia, ahora oscurecido y helado, y se refugia allí. Pero la Bestia se enfurece al encontrarlo y lo toma prisionero. Bella se entera de la desaparición de su padre y pone en marcha su búsqueda hasta quedar cara a cara con la Bestia, a quien le suplica la liberación de Maurice hasta, eventualmente, cambiar su propia libertad por la de él. Mientras permanece encerrada en la torre del abominable castillo, Bella oye voces amistosas, las de los objetos encantados de la casa, que ahora pueden hablar como resultado del hechizo. Así, se presenta a los antiguos miembros del personal de servicio: Lumière (Ewan McGregor), un candelabro; Dindón (Ian McKellen), un reloj de mesa; la Sra. Potts (Emma Thompson), una tetera; Madame de Garderobe (Audra McDonald), un armario; Plumette (Gugu Mbatha-Raw), un plumero; y El Maestro Cadenza (Stanley Tucci), un clavicordio. Esperando que Bella sea quien finalmente cautive el corazón de la Bestia, ellos observan y esperan cualquier signo de verdadero amor, pero la Bestia es arisca y maleducada, ya que parece haber aceptado su destino.

Dada su relación conflictiva, llena de animosidad y resentimiento, el romance parece estar fuera de cuestión, pero Bella tiene una naturaleza amorosa y la capacidad de ver lo que otras personas no pueden, por lo cual comienza a sentir el amable corazón del Príncipe que se esconde detrás de esa fachada. La Bestia puede ser generosa y compartir su biblioteca con ella, o mostrar una actitud caballerosa al poner en peligro su vida para protegerla y además, la hace reír. Bella es valiente, no tiene temor, se vale por sí misma, es compasiva, y cura las heridas de la Bestia. Juntos disfrutan de leer y discutir obras de literatura. Ella lo inspira para ser una mejor persona, y él poco a poco comienza a volver a la vida.

~La belleza viene de adentro~

La historia clásica de “La Bella y la Bestia”, y su poderoso mensaje de que la verdadera belleza proviene del interior de las personas, se remonta a la Francia del siglo XVIII y la primera versión publicada del cuento de hadas, “La Belle et la Bête”, es de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve. Hoy en día, la temática es todavía relevante y la historia continúa fascinando a los narradores, lo cual resulta en innumerables interpretaciones en todos los tipos de medios, pero es la película de Disney de 1991, nominada a los premios Oscar®, la que se convirtió en su mejor versión.

LA BELLA Y LA BESTIA es uno de los títulos más preciados del estudio y fue estrenada durante la segunda época dorada de la animación de Disney, junto con LA SIRENITA, EL REY LEÓN y ALADDÍN, entre otras, y fue inmediatamente considerada una obra de arte cinematográfico. Tan romántica como cómica, es una inolvidable historia de amor y amistad, que transporta a los lectores a un mundo mágico de cuentos de hadas, donde el bien triunfa sobre el mal. Fue el primer largometraje animado en recibir una nominación al Oscar® a la Mejor Película (Mejor Guión Original y Mejor Canción), tres Globos de Oro® y cuatro premios Grammy®, entre una multitud de otros galardones. El film fue también la primera película animada en recaudar más de 100 millones de dólares en taquilla en su lanzamiento inicial, y la primera película animada de Disney que se convirtió en una producción musical de teatro, que posteriormente estuvo en cartel en Broadway durante 13 años y que fue traducida a ocho idiomas para representarse en más de 20 países

El estudio sintió que una adaptación de la historia de una doncella de buen corazón y su bestial príncipe tenía el potencial de encantar a una nueva audiencia una vez más, pero cuando el estudio le presentó la idea a Bill Condon, su miedo inicial fue cómo rehacer algo que era impecable ya en su versión original. “Considero que el film de 1991 es una película perfecta ─dice Condon─. Cuando se estrenó fue innovadora, la forma en que la historia está contada, y esa increíble banda de sonido de Alan Menken y Howard Ashman… Por todo eso, al principio no quería sumarme al proyecto”.

Pero el director ganador del Oscar®, cuyo currículum incluye películas tan diversas como Dreamgirls, la saga Crepúsculo Partes I y II, Mr. Holmes y Kinsey, pronto comprendió que era el momento perfecto de hacer una adaptación de acción real. Como el narrador consumado que es, Condon pudo visualizar de repente el enorme potencial cinematográfico de la historia. “Pasaron 25 años y la tecnología ha alcanzado las ideas que fueron presentadas en la película animada”, explica. “Ahora es posible, por primera vez, crear una versión realista de una taza de té que habla, en un plató real, en un formato totalmente realista de acción en vivo”.

Para el director, el atractivo de LA BELLA Y LA BESTIA era doble: por un lado, se trataba de la oportunidad de hacer una película que rindiera tributo a los musicales de la Era Dorada de Hollywood, y también la chance de volver a una historia que se conecta con la emoción y que bucea en las profundidades de los personajes para hallar aquello que los hace vibrar. El realizador posee un enorme conocimiento de los musicales y un claro entendimiento de cómo la trama y la música conversan entre sí. Por eso, entendió al film como una posibilidad de volver al género musical.

“Cuando yo era niño, la gente decía que el teatro estaba muriendo”, cuenta. “El teatro ‘ha estado muriendo’ por siglos ahora… Creo que lo mismo puede decirse de los musicales cinematográficos, que también hace 50 años ‘están muriendo’. Yo quiero que la audiencia acepte el formato y comprenda que, cuando están bien hechos, los números musicales en el cine no distraen, sino que profundizan y ayudan a crear más significado. Si te emociona algo, te emocionas aún más cuando escuchas algunas de las notas de Alan Menken, o escuchas algunas de esas letras de Howard Ashman”.

Emma Watson señala: “Cada vez que escucho la música de LA BELLA Y LA BESTIA, me conecto con esa sensación infantil de que todo va a estar bien, de que hay esperanza en el mundo”.

Según el productor David Hoberman (The Fighter, The Muppets), nominado a los Oscar®, “Bill era la elección perfecta. Él tiene un profundo conocimiento de la primera versión de este cuento de hadas, es un gran fan de la versión de avanzada creada por el director francés Jean Cocteau en 1946, y ha visto la producción de Broadway en muchas oportunidades. Podría decirse que es un fan de la historia”.

Trabajando con los coguionistas Evan Spiliotopoulos (The Huntsman: Winter’s War, Hercules) y con Stephen Chbosky (The Perks of Being a Wallflower, Rent), Condon se propuso ampliar los temas atemporales de la historia y agregar más profundidad y dimensión a los personajes familiares, celebrando aún más la historia de animación y su legado. “Algunas películas recientes han sido reinvenciones completas de sus historias originales, o vistas desde otro punto de vista o cosas por el estilo”, afirma. “Nosotros no lo hicimos así. Lo que quisimos hacer era darle más realidad a la historia, no crear una nueva”.

“Es un honor tener la oportunidad de crear algo que sea al mismo tiempo un homenaje del original y a la vez una suerte de modernización de la obra”, continúa. “Aunque es intimidante, porque esta es una historia que ha vivido en muchos formatos y muchos idiomas, y tener la oportunidad de trabajar con tecnología de vanguardia y un elenco increíble es una bendición. Espero que, como esta película es una obra tan amada, podamos responder algunas preguntas que los fans ni siquiera se habían hecho antes acerca de Bella y de la Bestia, y cómo ambos llegaron a ser quienes son hoy”.

La película ofrece una visión de la vida del Príncipe antes de convertirse en la Bestia, y de aquello que le valió la maldición. También amplía el foco en la vida de Bella antes de su paso por el castillo, y ayuda a explicar qué tienen los dos en común y qué los convirtió en lo que finalmente son.

Entretejidas en la nueva historia hay nuevas canciones de Alan Menken (LA SIRENITA, EL REY LEÓN, POCAHONTAS), ocho veces ganador del Oscar®, y del veterano letrista Tim Rice (EL REY LEÓN, Evita), ganador de tres premios Oscar®. Como Condon es un gran fan del teatro musical y conoce todas las canciones y referencias musicales, facilitó ampliamente el trabajo de Menken. “Bill realmente sabe del tema”, dice el compositor. “Así que pudimos empezar a trabajar con muchas herramientas ya a nuestra disposición, y con un montón de referencias que podíamos discutir de inmediato. Bill es un micro gestor en el mejor sentido de la palabra, porque está genuinamente preocupado por cada elemento de la historia y de la música”.

~Los amados personajes~

El director Bill Condon entiende y respeta profundamente a los actores con quienes trabaja, y encuentra muy valioso el proceso de colaborar con ellos en las etapas iniciales para afinar los detalles personales de sus personajes. En este caso, después de semanas de trabajo individual con cada actor se organizó una lectura general con el elenco, una práctica habitual que realiza Condon, aunque en este caso, con algunos números musicales totalmente interpretados, se convirtió en una suerte de concierto en vivo para todo el equipo.

“Bill Condon decidió montar algo sin igual”, remarcó Ian McKellen. El elenco estuvo de acuerdo en que fue un gran comienzo, y un ejemplo de lo que sería esta producción.

En la búsqueda de los talentos para llevar los adorados personajes a la vida en la gran pantalla, los realizadores se acercaron a los mundos del cine, la TV, la música y el teatro para hallar a los mejores intérpretes para cada rol. Emma Watson fue la primera en unirse como Bella, la astuta aldeana que anhela la aventura. Durante más de una década, la actriz británica ha fascinado a las audiencias como la audaz y obstinada alumna de Hogwarts, Hermione Granger, en la saga Harry Potter, y en films como The Perks of Being a Wallflower, Noah y The Bling Ring. Además, tiene un papel muy visible como activista de derechos humanos y embajadora de buena voluntad mundial en las Naciones Unidas, algo que se ha convertido en una misión para su vida. De todos los personajes femeninos de las películas de Disney, Watson siempre se sintió atraída ─e identificada─ con Bella.

“He amado LA BELLA Y LA BESTIA desde que tenía cuatro años de edad”, asegura. “Bella es una joven decidida, que dice lo que piensa y tiene ambiciones; es increíblemente independiente, ella quiere ver el mundo. Y tiene esa relación de iguales con la Bestia, y para mí esa dinámica es tremenda e interesante, que nunca antes había visto en un cuento de hadas”.

Antes de 1991, la mayoría de los personajes femeninos de las películas de animación eran vistos como pasivos y unidimensionales, pero Bella rompió el molde. Se interesa por la literatura, tiene pensamientos propios y no es fácil de intimidar. Rápidamente se convirtió en un modelo de poder para las niñas de todo el mundo, y la primera heroína feminista contemporánea en una película de animación. “Bella es alguien que no quiere convertirse en una princesa ─dice el director Bill Condon─. Ella está más interesada en ver el mundo y averiguar quién es, en lugar de encontrar un hombre y casarse”.

A Bella no solo le encanta leer, también comparte su pasión por los libros. Bill Condon agrega: “Todos sabemos lo inteligente y sofisticada que es Emma, y si bien eso no describe a Bella, es todo lo que ella aspira a ser. La inteligencia innata que Emma aporta al papel es un elemento crucial cuando haces una película de acción real”.

Para el rol de la Bestia, un príncipe mimado y arrogante transformado por la maldición de una hechicera, los cineastas tuvieron múltiples conversaciones y evaluaron decenas de nombres antes de decidirse por Dan Stevens. El actor británico, conocido por su interpretación de Matthew Crawley en la galardonada serie de TV Downtown Abbey, trabajó con Condon hace unos años en EL QUINTO PODER y estaba ansioso por repetir la experiencia.

Para los realizadores fue muy importante determinar la delgada línea entre el hombre y la bestia, ya que hay momentos en que la rabia abruma al personaje y lo hace más bestial, aunque en ocasiones puede ser muy suave. “Bill y yo pasamos mucho tiempo hablando de cómo podríamos añadir algunos matices a mi personaje para hacerlo con más dimensiones que la Bestia del film animado”, cuenta Stevens. “Fue muy interesante tratar de encontrar esos pequeños latidos humanos que lo hacen menos animal, y más como un humano atrapado dentro de esa criatura”.

Condon agrega: “Soy un gran fan de Dan… tiene una increíble versatilidad. Interpretar ese rol era mucho más que simplemente encarnar un papel, debido a todas las cosas técnicas increíblemente complicadas que debía enfrentar, sumada la confianza que debía depositar en los demás para que su trabajo brillara al final. Se necesita cierto tipo de personalidad para estar dispuesto a ello”.

“El rol es increíblemente desafiante, ya que Dan debe traer a la Bestia a la vida a pesar de que está representado digitalmente en la pantalla”, añade el productor David Hoberman. “La Bestia es un personaje totalmente digital, creado a través del rendimiento y la tecnología de captura facial, y Dan es capaz de transmitir maravillosamente tanto la humanidad de la Bestia como su aspecto bestial”.

Stevens también tuvo varias discusiones profundas con Watson en cuanto a la mente de los personajes de ambos y el equilibrio entre el bien y el mal, la masculinidad y la feminidad. “Estaba muy interesado en tratar de calibrar a la Bestia de acuerdo con la Bella que quería ser e interpretar, y finalmente terminamos dándonos cuenta de que esta historia no es tanto acerca de la belleza y la fealdad, sino de la belleza y la brutalidad que vive en cada uno de nosotros, y en el equilibrio que debemos aprender a conseguir entre ambos”, cuenta Watson.

Para los papeles del egoísta galán del pueblo, Gastón, y su fiel compañero LeFou, los realizadores temían que fuese complicado encontrar a los actores ideales. Con personajes del film animado tan populares como estos, era importante que la transición a los personajes humanos en un entorno del mundo real resultara creíble para el público. Los guionistas le concedieron a Gastón algunas nuevas características para que parezca más contemporáneo y creíble, como un héroe de guerra que salvó a la ciudad de los invasores y alguien a quien es fácil exasperar. “Con un mal temperamento, puede perder el control fácilmente cuando cualquier persona o cosa lo cruza”, relata Condon. “Eso se convirtió en una interesante manera de tomar algo caricaturesco y convertirlo en real”.

El personaje de LeFou, que proporcionó gran parte de los momentos cómicos de la película animada, también recibió algunos matices extra. “Solía ser una especie de bolsa de boxeo”, explica Condon. “Y eso no es divertido ni interesante o creíble en la película de acción real, pero creo que encontramos el equilibrio justo”.

Afortunadamente, elegir a los actores fue de lo más sencillo. El actor galés Luke Evans (The Girl on the Train, The Hobbit: The Desolation of Smaug) encarna a Gastón, el aldeano superficial y arrogante que tiene el propósito de casarse con Bella. El actor es también un cantante consumado, ha protagonizado una serie de producciones del West End londinense y canta considerablemente bien en la película (“Gaston”, “Belle” y “The Mob Song”).

“La cuestión acerca de Luke Evans ─dice Condon─, es que tiene todas las cualidades adecuadas para Gastón pero también tiene algo más que viene de sus años de trabajo sobre el escenario y que es tan importante para un film musical; es la alegría de actuar. Y este es un papel perfecto para él”.

Al discutir las características de su personaje, Evans señala: “Gastón no ve el mundo como todos los demás. Él está en la cima de una pirámide y todos los demás están por debajo. Él cree que puede hacer todo bien y no comprende por qué Bella no quiere ser su esposa. ¿Está loca? ¿Es ciega? ¿Es tonta? Él no comprende, lo cual es muy divertido, así que intenté remarcar esos aspectos humorísticos”.

“No he hecho mucha comedia ─continúa─, pero ha sido divertido interpretar a Gastón y poder trabajar con Josh Gad, un comediante muy logrado, con un manejo del tiempo perfecto”.

Gad, quizás más conocido como la voz original de Olaf en el éxito de taquilla FROZEN: UNA AVENTURA CONGELADA, es LeFou, el sufrido ayudante de campo de Gastón. Aunque no es de lo más brillante, LeFou adora a su compañero, aunque no tenga nada que ver con él y lo convierta a él mismo en el destinatario de la mayoría de sus bromas. Gad, quien es también un veterano del teatro musical y protagonizó en Broadway la obra ganadora del premio Tony® The Book of Mormon, se entendió de inmediato con Evans, y su química queda demostrada en la pantalla. Juntos pudieron darle mucho humor a lo que son, básicamente un par de villanos.

“Gastón es una figura muy central en su pueblo ─explica Gad─, y LeFou es como un historiador que celebra el legado de Gastón, que siempre está allí para recordarle a la gente lo importantes que fueron sus contribuciones. Si Napoleón Bonaparte hubiera tenido un compañero, ese habría sido LeFou”.

Gad apreció la dedicación de Condon para hacer que los personajes sean individuos más completos. “Bill es un director muy íntimo ─dice─. Muchas de sus películas tienen una cierta intimidad, por lo cual hacer un film como este, con platós increíbles, y tener a alguien como Bill Condon, quien fundamenta todo con personajes completos y asegura que la audiencia responda emocionalmente a ellos, ha sido una experiencia tremenda”.

Maurice, el padre de Bella, es interpretado por Kevin Kline, ganador del Oscar® y dos veces ganador del premio Tony® (The Ice Storm, In & Out). El personaje era un inventor loco en el film animado, pero ahora es un artista especializado en bellas cajas de música, que para Bella representan el mundo más allá de los confines de Villeneuve, y para Maurice una manera de recordar un momento en que la vida era perfecta.

“Al igual que tantos otros, siempre he amado a Kevin Kline”, dice Condon. “También lo recuerdo como un actor de musicales cuando era muy joven, por lo cual verlo cantar nuevamente era emocionante para mí, como director. Además de eso, todo lo profundo, el sentido de pérdida y de miedo por Bella, él lo capta maravillosamente”.

Como actor, a Kline le gusta sumergirse en sus personajes, y tenía curiosidad por saber cómo Maurice hubiera hecho la música y la mitología de sus cajas. También pasó mucho tiempo hablando con Condon, Stevens y Watson acerca de sus escenas, ajustando e incorporando nuevas ideas que le ayudaron a comprender cómo comunicar mejor quién es su personaje.

Ewan McGregor (Moulin Rouge, Episodio 1: La Amenaza Fantasma), nominado a los Globos de Oro®, es Lumière, el valet francés del Príncipe, convertido en candelabro. Frecuentemente en desacuerdo con Dindón y encantado con Plumette, Lumière es quien canta el número musical más extravagante del film, “Be Our Guest”. El actor no estaba familiarizado con la canción cuando llegó al plató, pero rápidamente se convirtió en un fan y la interpretó de tal modo que hubiera puesto orgulloso a Maurice Chevalier.

“Ewan le aporta a su personaje mucha de esa alegría al estilo ‘Moulin Rouge’”, remarca Condon. “Y hay algo tan contagioso en la forma en que canta, que ‘vende’ la canción”.

En el proceso de escritura se decidió ampliar el prólogo de la historia y añadir un nuevo personaje, un director de orquesta, quien, junto con su diva, interpreta para el Príncipe una obra en el castillo cuando se lanza el hechizo. El nominado a los Oscar® y doble ganador del Globo de Oro, Stanley Tucci (Spotlight, The Hunger Games), fue seleccionado como El Maestro Cadenza, ahora un clavicordio. Su esposa, la famosa diva italiana de la ópera Madame de Garderobe, es interpretada por la ganadora del premio Tony® y Emmy® Audra McDonald (Ricki and the Flash, Private Practice), a quien la maldición transforma en un enorme guardarropa en el dormitorio de Bella dentro del castillo, la misma habitación donde se alojaba ella cuando era una cantante famosa.

Gugu Mbatha-Raw (Miss Sloane, Beyond the Lights) es Plumette, la doncella descarada convertida en un elegante plumero. “Lucy Bevan, nuestra directora de casting, sugirió a Gugu ─cuenta Hoberman─, y si bien es una de las mujeres más bellas del mundo, también tiene una voz estupenda. Ella es la Plumette perfecta”.

El nominado a los Oscar® y ganador de premios Tony® y Globos de Oro® Ian McKellen, quien debutó en el teatro musical a los 76 años, es Dindón, el fastidioso mayordomo que se transforma en un reloj de mesa. Aunque es muy conocido por su papel en la trilogía El señor de los anillos (Gandalf) y las películas de X-Men (Magneto), McKellen es también un actor de método, con una gran cantidad de créditos en obras de Shakespeare.

Fue Condon, después de haber trabajado con él en películas como Gods and Monsters y Mr. Holmes, quien apeló a su amistad “para ofrecerle el papel, y McKellen estaba más que ansioso por sumarse”. El actor relata: “Cuando te llega un guión y proviene de Bill, uno dice que sí incluso antes de leerlo”.

“Uno de los primeros films que recuerdo haber visto fue La Belle et le Bête, de Cocteau, y recuerdo la emoción y la tecnología más bien primitiva empleada cuando la Bestia se deshace y se transforma en el hermoso Jean Marais, el príncipe. Bill es la opción ideal para una historia como esta. Le encanta el teatro musical, el espectáculo y la energía de una gran producción, que tenga música y baile. Así son los musicales de cine. Pero, a la vez, él reconoce la delicadeza del comportamiento humano”.

Emma Thompson (Sense and Sensibility, Howard’s End), ganadora de dos premios Oscar® y Globos de Oro®, se unió al elenco como la Sra. Potts, la ama de llaves que se convierte en tetera y toma a Bella bajo su ala. La actriz solo tiene elogios para el director: “Bill es tan sabio y divertido; amable, tierno”, dice. “Además, reunió el mejor grupo de personas porque él es uno de los mejores. Sabes que esta película será ingeniosa sin ser demasiado sentimental, y que tendrá ritmo, vigor, vida y significará algo, porque así es él”.

Dan Stevens conversó con Thompson sobre la relación entre la Bestia y la Sra. Potts, y comenta: “La Sra. Potts es lo más cercano que la Bestia tiene a una figura materna. En realidad, ella es un poco como su tía estricta; lo tiene en jaque. Fue bueno conversar y establecer eso entre nosotros”.

Los realizadores razonaron que si alguien podía asumir el legado de un personaje creado por Angela Lansbury, esa persona era Thompson, quien tiene una conexión e historia similar con la audiencia. Coincidentemente, la actriz llegó al set de LA BELLA Y LA BESTIA directamente de una temporada teatral con localidades agotadas de Sweeney Todd, en Londres, en la cual interpretó a la Sra. Lovett, un papel que Lansbury tuvo en Broadway.

El novato Nathan Mack interpreta al hijo de la Sra. Potts, Chip, quien ahora es una taza de té, y Hattie Morahan (ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO, Mr. Holmes) es la hechicera que pone el hechizo en la Bestia y su castillo al comienzo de la historia.

~Una encantada configuración del siglo XVIII~

La fotografía principal de LA BELLA Y LA BESTIA tuvo lugar en Shepperton Studios, en las afueras de Londres, y en varios exteriores del Reino Unido, entre mayo y agosto de 2015. Shepperton, en cuyos estudios se realizaron films como Lawrence of Arabia, Oliver!, Gandhi, A Passage to India y A Clockwork Orange, fue la locación ideal para una producción de la amplitud y magnitud de esta película, ya que cuenta con enormes salas y escenarios sobre los cuales construir platós funcionales (se necesitaban 27 de ellos para el film).

Aunque la historia se desarrolla en un formato de acción en vivo, contiene una considerable cantidad de animación e imágenes generadas por computadora, y era importante para los realizadores filmar en tantos entornos realistas como sea posible, ya que los enormes y elaborados platós ayudan a diferenciar la película de la versión animada. Estos platós funcionales también se escanearon en una computadora y se convirtieron en formato 3D digital para crear digitalmente la película visual (previsualización) antes de que comenzara a rodarse. De ese modo se determina el posicionamiento e iluminación con más precisión.

El talentoso equipo de artistas encargado de dar vida al film animado a nivel visual incluyó al director de fotografía Tobias Schliessler, ASC (Mr. Holmes, Lone Survivor); a la cuatro veces nominada al Oscar®, Sarah Greenwood, en el diseño de producción (Hanna, Atonement); a la editora Virginia Katz, ACE (Dreamgirls, Burlesque); a la diseñadora de vestuario galardonada con el Oscar®, Jacqueline Durran (Macbeth, Anna Karenina); a la decoradora Katie Spencer, nominada en cuatro ocasiones al Oscar® (Sherlock Holmes, Pride & Prejudice); a la artista de maquillaje y peinado Jenny Shircore, premiada con el Oscar® (Elizabeth, The Soloist) y a la directora de casting Lucy Bevan (Alicia a través del espejo, Cinderella).

En un adecuado homenaje a la noción de empoderamiento femenino de la historia, todos los líderes del departamento de equipo de diseño ─muchos de los cuales son colaboradores frecuentes de Bill Condon─ son mujeres, al igual que la editora y directora de casting del film, y todas ellas son figuras de primera línea en lo suyo. Greenwood y Spencer han trabajado juntas durante casi dos décadas y ambas han trabajado con Durran y Shircore anteriormente; cada una se sintió apasionada por el proyecto, y compartió ideas e información con el resto, lo cual ayudó a crear una integración perfecta.

Como diseñadora de producción, Greenwood es esencialmente responsable de todos los aspectos visuales de la película, y con LA BELLA Y LA BESTIA se esforzó por lograr un eterno sentir europeo siguienda la tradición de los grandes romances de Hollywood. La historia está ambientada en un tiempo y lugar específicos ─Francia a mediados del siglo XVIII─, en contraposición a un universo alternativo de cuentos de hadas sin fecha, y mientras que el trabajo de cada departamento fue influenciado, en parte, por el film animado de 1991, los platós, la utilería, el vestuario, los peinados y el maquillaje son fieles a la vida en el siglo XVIII en Francia aunque, dado que la historia es un cuento de hadas, hubo cierta libertad para interpretar visualmente el período y proporcionar algunos aspectos originales.

“El objetivo no es que el público piense: ‘Oh, eso luce igual que el castillo del film animado’”, cuenta Greenwood. “Uno quiere que la audiencia sienta que es el castillo de la Bestia, porque cada detalle apoya fielmente la historia que conocen y aman”.

Más de 1.000 miembros del equipo trabajaron día y noche para decorar todos los platós, proporcionando una increíble cantidad de detalles artísticos. Emma Watson cuenta: “He trabajado antes en películas donde la artesanía era increíble, pero este film ha sido realmente especial porque han tomado algo que es tan conocido y amado, y han podido mantener eso que amamos pero también ampliarlo y darle más detalle, profundidad, más capas. Todo el mundo sentía que había mucho más por explorar, y afortunadamente eso se pudo hacer con la tecnología actual, la artesanía y los medios de contar historias que tenemos hoy en día y que no existían antes”.

El pueblo ficticio de Villeneuve, la aldea donde Bella y su padre viven, fue construido en un estudio en Shepperton. Para el plató más grande de la producción (más de 2.600 metros cuadrados), Greenwood y su equipo se inspiraron en el pueblo de Conques, en el sur de Francia. En Villeneuve ─que recibió su nombre del autor de la historia original de “La bella y la bestia”, Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve─ está la cabaña de Bella, una escuela, una tienda de ropa, una taberna, una iglesia y un parque.

Para el épico número de apertura de la historia, “Belle”, ambientado en Villeneuve, se utilizaron más de 150 extras, cientos de animales, 28 vagones y un sinnúmero de decoraciones y piezas de utilería, todas con un increíble detalle.

El departamento de arte pasó meses investigando la arquitectura del período y el diseño interior para crear el aspecto del castillo del Príncipe. Al final, fue una combinación de diferentes estilos arquitectónicos, pero la mayor parte fue rococó francés, un estilo predominante en la década de 1740 en Francia, empleado en el diseño de edificios tan notables como el Palacio de Versalles. “El rococó fue un estilo de diseño con motivos bastante extremos”, cuenta Greenwood. “Fue de corta duración porque era muy intenso, excesivo y caro, pero tuvo un gran impacto en el aspecto visual general de nuestra película”.

Una diferencia significativa entre este castillo y el del film animado es su aspecto evolutivo. “En el film animado ─explica Greenwood─, el castillo no cambia en el transcurso de la historia, pero como trabajamos ahora con un formato de acción real podemos mostrar cómo el castillo reacciona a los efectos del hechizo con el paso del tiempo. Con el rococó, todo es muy exuberante, pero también orgánico, y lo que queríamos transmitir en nuestros diseños fue creciendo lentamente y extendiéndose después del encantamiento, lo cual se refleja en el arte de los jardines, la arquitectura y las molduras de yeso”.

El salón de baile es otro plató enorme. El piso está construido sobre 1.115 metros cuadrados de mármol falso y su diseño se basó en un patrón del techo de la abadía benedictina en Braunau, Alemania. También incluye diez candelabros de cristal (de 4 por 2 metros cada uno), inspirados en los candelabros de Versalles y que luego se los cubrió con hielo y telas y se los iluminó con velas.

La habitación de Bella, al igual que el salón de baile, se ubica en el área más bondadosa del hechizo, y está dispuesta para atraer a cada niña como el dormitorio ideal de un cuento de hadas. El ala oeste, donde la Bestia se retira a menudo, es el epicentro del hechizo y está diseñada al estilo barroco italiano, más siniestro y oscuro en apariencia.

La biblioteca del castillo se basó en el diseño de una célebre biblioteca de Portugal y es un escenario clave y relevante para un tema importante de la historia: la sed de conocimiento y el papel vital que desempeñan los libros para alimentar la imaginación. El piso está hecho de aproximadamente 185 metros cuadrados de mármol sintético y cuenta con miles de libros que fueron creados especialmente.

El bosque encantado que rodea el castillo de la Bestia fue construido en el escenario H, el más grande de Shepperton, de unos 890 metros cuadrados. El bosque, que demoró 15 semanas en completarse, incluye árboles reales, setos, un lago congelado, un conjunto de puertas de hielo y 20.000 témpanos.

“Todos los platós fueron realmente mágicos e increíblemente lujosos”, afirma el productor de efectos visuales Steve Gaub (Unbroken, TRON: EL LEGADO). “Sarah y su equipo hicieron un trabajo increíble. Todo se sentía muy al estilo del Hollywood antiguo, lo cual es apropiado porque se buscaba crear algo clásico, que pudiera estar a la altura del original”.

Diseñar trajes que sean dignos de un mundo de cuento de hadas es un emprendimiento prodigioso, pero Jacqueline Durran se lo tomó con calma. Su departamento, compuesto por bordadores, joyeros, pintores y artistas textiles, comenzó a trabajar tres meses antes del inicio de producción. Esto se debió, en parte, al desafío de diseñar y crear trajes éticos y sustentables a partir de tejidos provenientes del comercio equitativo (es decir, con materiales orgánicos, de proveedores que pagan a sus empleados un salario justo y son respetuosos con el medio ambiente), lo cual lograron. Trabajando en conjunto con Eco Age y Green Carpet Challenge, el departamento empleó tinturas naturales y de bajo impacto (eliminando cuidadosamente cualquier agua residual) e imprimió con bloques de madera tradicionales.

Durran diseñó todo, desde los trajes de campesinos para los aldeanos hasta los elaborados vestidos de baile, que usaron 35 debutantes en el baile del Príncipe. Sin embargo, su mayor obstáculo fue crear el vestido que Bella lleva cuando baila con la Bestia en el salón del castillo. Debido a la asociación icónica con el vestido amarillo y el personaje, el proceso de diseño fue largo, con numerosas discusiones en cuanto a su aspecto, color y materiales empleados.

“El vestido siempre sería amarillo en nuestra película, como homenaje al film animado ─dice Durran─. Lo que intentamos hacer fue volver a interpretarlo y plasmarlo añadiendo textura y haciéndolo lucir como un traje de la vida real”. Finalmente, el vestido se creó a partir de múltiples capas de 54 metros de organza ligera satinada y teñida de amarillo, que fue cortado ampliamente en forma circular y requirió 914 metros de hilo.

En la historia, Garderobe, el guardarropa, toma oro del techo del dormitorio de Bella y lo esparce sobre el vestido. Para esta ocasión, las dos capas superiores del vestido fueron impresas con filigrana de hoja de oro en un patrón que coincide con el piso rococó del salón de baile y se acentuó con 2.160 cristales de Swarovski. Por otra parte, en esta película, el traje, que tomó más de 12.000 horas de confección y del cual se crearon varias copias, no requirió de un corsé; de ese modo, Emma Watson tenía más libertad de movimiento, ya que su Bella es más activa que la del film animado.

“Fue definitivamente un desafío interesante”, dice la actriz. “El vestido en sí es tan emblemático porque es parte de esa escena romántica de la historia. El vestido pasó por muchos cambios diferentes, pero al final decidimos que lo más importante era que luciese hermoso al bailar. Queríamos que pudiera flotar, que pudiera volar”.

Durran coincide: “Realmente tomamos esto en cuenta al diseñar todos los trajes de Bella. No queríamos que fuera una princesa delicada, sino una heroína activa, por lo cual el vestido azul y el delantal que usa al comienzo de la película se diseñaron con bolsillos donde podía colocar un libro, y podía usarlo con ropa interior”.

A esta Bella se la ve trabajando y montando su caballo, Philippe, y lleva botas en esas escenas (en contraposición a delicados zapatos femeninos). “Realmente queríamos ampliar el personaje de Bella en la película, asegurarnos de que ella sea una verdadera jinete ─dice Watson─. Así que nos aseguramos de que cuente con el calzado adecuado y levantamos un costado de su falda para que pudiera montar al estilo occidental, que parecía más fácil para ella”.

El diseño del vestido que Bella usa al final de la película, cuando el hechizo se ha terminado, es una impresión tomada de un delantal original del siglo XVIII que Durran compró cuando era estudiante. El diseño fue pintado a mano en un lienzo y ampliado, y luego impreso en formato digital. “Las expectativas para todos los trajes de Bella eran bastante altas ─sostiene Durran─, pero terminamos con unos vestidos hermosos que hacen referencia a la película animada, aunque siguen siendo únicos y nuevos”.

“Una de las cosas maravillosas de trabajar con Jacqueline es que ella es increíblemente colaborativa”, afirma Watson. “Me sorprendió la cantidad de información que quería de mí… Ella realmente quería entender cómo yo percibía al personaje, por dentro y por fuera. Fue una experiencia muy especial para mí como actriz, y una gran manera de construir y entender a un personaje a través del proceso”.

Para el traje del príncipe que se usa en la secuencia inicial del film, Durran creó un abrigo y un chaleco adornados con miles de cristales Swarovski, que luego fueron escaneados por el departamento de efectos visuales y aplicados a la Bestia mediante computadora.

“Jackie es una diosa”, asegura el productor David Hoberman. “Ella tuvo un trabajo muy duro, no solo por el gran volumen de vestuario en esta película, sino por los emblemáticos trajes del film animado”.
“Ella quería tomar en consideración y ser fiel a los trajes usados por todos los personajes animados, pero a la vez quería crear algo original, y se las arregló para llegar a algo completamente hermoso y propio”.

LA BELLA Y LA BESTIA es la cuarta colaboración del director de fotografía Tobias Schliessler con Condon, y si bien la producción ofrecía muchos desafíos, también había amplio espacio para la creatividad. Empleando una gama de equipos de cámara, desde un techno-dolly hasta un drone, Schliessler debió adaptarse constantemente, algo que le sienta muy bien.

En algunos casos, el realizador eligió seguir el emblemático trabajo de cámara del film animado y agregar algunos realces. Por ejemplo, en la toma del número musical “La Bella y la Bestia” ─donde la cámara barre sobre Bella y la Bestia y viaja hasta el techo del salón de baile─, Schliessler hace el mismo barrido de cámara con una grúa, pero luego la mueve hasta capturar los instrumentos musicales tallados en madera en las paredes del salón, que mágicamente cobran vida cuando comienzan a tocar.

Filmar el espectacular número musical “Be Our Guest” fue un desafío desde el punto de vista técnico, y tomó un mes para rodar, seis meses para preparar y más de un año para completar. La escena tiene lugar en el comedor del castillo, que fue diseñado como un escenario ya que es el set más teatral de la película. Todos los elementos eran reales y se filmaron con una cámara techno-dolly, una grúa y otros equipos de iluminación especiales, antes de que las imágenes sean animadas y aumentadas en postproducción por el equipo de efectos visuales.

“La interacción entre la fotografía y el fenomenal trabajo de diseño en estos platós ha sido increíble de ver”, expresa el coproductor Greg Yolen. “Construimos el vestíbulo y el salón de baile del castillo en dos estudios, y Tobias sabía exactamente dónde poner la cámara para sacar el máximo provecho de ello”. Yolen continúa: “La profundidad que pudo capturar de estos dos enormes platós hace sentir al espectador como si estuviera allí”.

~Detrás de la magia en pantalla~

Una de las claves para una exitosa adaptación en vivo de LA BELLA Y LA BESTIA reside en la Bestia. La criatura hechizada debe lucir creíble y ser alguien que le importe al público, pero la tecnología necesaria para lograr tal hazaña no existía hasta hace poco. Para crear una bestia realista en un entorno real, manteniendo a la vez la actuación de Dan Stevens, se empleó una combinación de tecnología de captura de la interpretación y tecnología de captura facial MOVA. Para las partes con captura de interpretación física, las escenas de la Bestia con el resto de los miembros del reparto fueron filmadas en platós prácticos, y Stevens llevaba zancos y un traje de prótesis musculares con un mono gris por encima. Para las escenas de la Bestia con el personal animado de la casa, Stevens llevó un mono gris fractal con indicadores de efectos visuales. Y a pesar del traje condicionante, el actor pudo lograr un complejo rango de emociones, lo cual era crucial, ya que la Bestia es el centro romántico y emocional de la historia.

El director Bill Condon dice: “Dan aporta tanta calidez y tantos matices al personaje. Fue capaz de evocar todo el dolor y la humanidad que residían en él, y de entregar una actuación poderosa, predominantemente a través de sus ojos y voz. Fue realmente asombroso”.

Stevens también participó en sesiones separadas de captura facial MOVA, que se realizaron en un estudio fuera del complejo. En dichas sesiones, se aplicó a su rostro maquillaje fluorescente, que parecía azul bajo una luz ultravioleta, y luego fue filmado por múltiples cámaras que lo rodeaban y rastreaban cada poro en su rostro. El hardware y software personalizados de MOVA convirtieron su actuación en datos.

“Fue especialmente difícil”, recuerda Stevens. “Uno debe pensar en las escenas ya filmadas y mover solo el rostro, no el cuerpo, así haya diálogo o no. Hubo un caso en el cual tuve que hacer todo el vals del salón de baile solo con mi cara, lo cual fue bastante interesante”.

En cuanto a los objetos del hogar que mágicamente cobran vida, cada uno tiene características humanas y una personalidad específica. De hecho, Condon se refirió a ellos como a actores de acción en vivo a lo largo de toda la producción. Los objetos están en estrecha proximidad con los actores humanos y se muestran a menudo interactuando, pero fue un proceso laborioso y que consumió mucho tiempo.

El material final que la audiencia verá en pantalla es real, se filma con cámaras y luego se aumenta durante la postproducción. Para crear una asimilación perfecta con los personajes creados por computadora en los platós reales, se creó un modelo sólido de cada objeto ─desde una bella tetera pintada a mano hasta un candelabro rococó dorado─, cada uno minuciosamente detallado por el departamento de arte, con referencia a los personajes animados originales. También se hicieron copias duplicadas, así como versiones de caucho para las escenas de trabajo con dobles, y cuando Condon y el equipo visual estuvieron satisfechos con las apariencias y proporciones, los objetos fueron colocados en el plató y filmados como parte de la fotografía principal.

Para Stevens, las escenas con la Bestia y los objetos domésticos también requirieron mucha imaginación de su parte. “Yo caminaba por el plató para filmar una escena en la que le hablo a Lumière pero en realidad estaba mirando una luz de LED en un palo y escuchando la voz de Ewan. Tuvimos que lidiar con un nivel extra de rareza”.

Para el diseño del reloj de mesa, Dindón, interpretado por Ian McKellen, la base y la caja principal fueron hechas de resina de poliéster y pintadas de dorado. Las piezas exteriores estaban chapadas en oro, la cara hecha de latón y estaba equipado con los movimientos adecuados del reloj para hacer el tictac y el movimiento auténtico.

El candelabro, Lumière (Ewan McGregor), es uno de los pocos objetos domésticos que pueden expandirse y convertirse en un personaje con movimiento gracias a sus brazos, piernas y manos, y los realizadores querían dar la impronta de McGregor al personaje tanto como fuese posible. Así, se filmó al actor bailando y moviéndose tal como él imaginaba a Lumière, a través de tecnología de captura de la interpretación.

“Lumière fue difícil de diseñar porque queríamos que pudiera moverse, pero finalmente debía seguir siendo un candelabro dorado”, dice el productor de efectos visuales, Steve Gaub. “Una vez que tuvimos el modelo en 3D por computadora con el cual todo el mundo se sintió feliz, se lo construyó con un proceso llamado prototipado rápido, que es capaz de tomar archivos de computadora en 3D y producir un modelo preciso en resina de poliéster, para que pueda verse y sentirse físicamente”.

El mismo proceso se empleó para la tetera, la Sra. Potts (Emma Thompson): fue diseñada por computadora, prototipada y luego moldeada.

Para dar vida a Garderobe (Audra McDonald), una versión real del hermoso ─y enorme─ guardarropa fue creada para permitirle movimiento. Y hubo elementos adicionales de efectos especiales, como los de la escena donde Garderobe crea el traje de Bella y la viste, que se agregaron luego en postproducción.
Los trajes para las versiones humanas del personal del castillo se diseñaron en colaboración con los equipos de arte y de decoración del plató, para asegurarse de que algunos de los elementos de los trajes humanos reflejaran a los objetos. Por ejemplo, Durran diseñó el traje humano de Dindón con botones que fueron esmaltados con números romanos, como los números del reloj de mesa, y el diseño de bordado de su chaleco y charreteras coinciden con el diseño del reloj. Con la Sra. Potts, la base color crema de la tetera es el color de su vestido y el patrón de impresión de la tetera se incorporó a su vestido también.
Lo mismo ocurrió con el cabello y el estilo de maquillaje para el personal del castillo cuando volvieron a su forma humana. Jenny Shircore, diseñadora de peinado y maquillaje, trabajó estrechamente con Greenwood para sacar los detalles relevantes de los diseños e incorporarlos en el cabello y maquillaje. Dindón tiene una cabeza con forma de reloj y un bigote que se asemeja a las manecillas del reloj; la peluca enjaulada de Garderobe refleja la parte superior del guardarropa y el suntuoso peinado de Lumière también se inspiró en el diseño del candelabro.

Las hermosas cajas de música que Maurice crea fueron todas hechas a mano, con incrustaciones doradas. Están inspiradas en el trabajo del orfebre Johann Melchior Dinglinger y representan diferentes ciudades y países del mundo. Debido a que solo existen en un ambiente mágico y encantado, no son solo cajas de música, sino portales a otros mundos.

~Realzando la música clásica del film~

Además de construir a partir de la historia del clásico animado, el director Bill Condon creía que, a nivel musical, la trama podía moverse en una dirección ligeramente más realista, ya sea mediante la búsqueda de variaciones interesantes en las canciones existentes o con la adición de nuevas canciones. Los temas ayudan a contar la historia y elevan su contenido emocional, mientras que, al mismo tiempo, llevan la trama hacia adelante. “Al final de una canción uno debería sentir como si hubiera arribado a algún lugar distinto ─explica Condon─. De lo contrario, solo se detiene la historia”.

“Parte del enfoque de Bill era llevar la música bidimensional a una instancia tridimensional, tanto literalmente como en términos de los personajes”, explica el compositor Alan Menken. “Él tiene una gran comprensión del romance en el centro de la historia y de lo importante que es, pero también se da cuenta de que es espectacular en sí mismo, con candelabros parlantes y relojes que bailan al mismo tiempo”.

Condon agrega: “Alan es tan generoso, porque yo estaba lleno de ideas y cosas con las que quería jugar; todo era nuevo y emocionante para mí, y él se sumergió en todo ello, no solo para escribir tres nuevas canciones, sino para repensar algunas de las antiguas. Fue emocionante e inspirador trabajar y ver cuán viva la historia está en él”.

“Alan y Howard escribieron la música original para la película animada, pero cuando llegó el momento de adaptarla para la producción de Broadway, tristemente Howard ya había fallecido”, dice Condon. “Allí es cuando Tim se unió al equipo, así que Alan y Tim han estado muy involucrados con este proyecto desde hace bastante tiempo, lo cual es muy afortunado para nosotros”.

“Bueno, tuve mucha suerte”, asegura Tim Rice. “Todavía me siento un poco a la sombra del gran Howard Ashman en este proyecto, porque fue un brillante letrista que falleció en su apogeo. Pero también soy un gran fan de Alan, porque he visto La tiendita del horror, y LA SIRENITA, y porque amo LA BELLA Y LA BESTIA”.

Los cineastas tienen el mayor respeto por la música del film y sus canciones memorables, como el emocionante número de apertura, “Belle”; el delicioso dueto “Something There”; la encantadora balada “Beauty and the Beast” y el grandioso número “Be Our Guest”, cada una con una hermosa e inquietante melodía de Menken y sofisticadas letras de Ashman.

“Me encanta que la música tenga ese tipo de sentimiento clásico y teatral, pero que aún parezca moderna”, afirma Emma Watson. “Es esa línea perfecta donde no se trata de pop, ni es música de escenario… es un dulce punto justo, realmente mágico”.

Luke Evans está de acuerdo. “Vengo del mundo del teatro musical, así que me apasiona contar una historia con música y letras. Lo que estos genios hicieron en 1991 fue narrar un relato que era muy, muy antiguo y que atrajo a todos. Ha dejado una marca duradera en muchas generaciones de espectadores”.

Las nuevas canciones escritas por Menken y Rice cuentan nuevas partes de la trama, toman la historia y la llevan hacia nuevas direcciones y se tejen perfectamente en el entramado de LA BELLA Y LA BESTIA. Además, algunas de las letras originales de Howard Ashman de las canciones “Gaston” y “Beauty and the Beast” que no habían sido utilizadas en la película de animación se agregaron a la nueva película.

La música del film animado es perfecta tal como es, por lo cual nunca hubo discusión sobre cortar cualquiera de esos números musicales para la adaptación de acción real. La música para Broadway es igual de brillante, y aunque Condon hubiera querido incorporar algunas de esas canciones en la película, lo cierto es que fueron escritas específicamente para el teatro y para el formato teatral, no para el cinematográfico.

“Hay una hermosa balada que tiene la Bestia, ’If I Can’t Love Her’, que se ha convertido en un ícono por derecho propio, pero es un número del primer acto”, relata el director Condon. “Así que, al mirar eso y ver formas posibles de expandir las historias del Príncipe y Bella, quedó claro que había tres lugares importantes donde necesitábamos nuevas canciones”.

Una de las nuevas canciones es una balada interpretada por Dan Stevens como la Bestia, llamada “For Evermore”, que canta después de liberar a Bella del castillo para que esté con su padre, aunque hacerlo rompa su corazón. “Dan llegó tan lejos: se convirtió en un cantante maravilloso”, dice Menken. “Tiene una voz de barítono increíble e hizo un trabajo espléndido”.

“Days in the Sun” es una canción reconfortante, interpretada por los personajes del castillo mientras se preparan para ir a la cama y piensan en los viejos tiempos. “Es una canción sobre el anhelo y la forma en que todos en el castillo se unen por el dolor terrible de perder a alguien o algo que aman profundamente”, relata Watson. “Te lleva a través de los diferentes personajes del castillo y permite escuchar sus pensamientos internos en esa coyuntura particular”.

Stevens agrega: “La canción tiene un toque clásico y realmente te hace anhelar algo. Trabajar con Alan ha sido una gran experiencia, y es un placer tener un material tan maravilloso con el cual trabajar”.

“Our Song Lives On” es una hermosa canción sobre la celebración de momentos preciosos en la vida, y la canta Maurice (Kevin Kline) mientras diseña una caja de música que representa la infancia perfecta que su hija nunca tuvo, y da a la audiencia un vistazo del pasado desconocido de Bella. “Es un nuevo ritmo muy emocional para la trama, y para alguien a quien le importa la historia realmente le sonará verdadero”, dice Condon. “Tiene las mismas maravillosas cualidades musicales que el resto de los temas, y creo que muchos no se lo podrán sacar de su cabeza”.

La melodía aparece varias veces a lo largo de la partitura, comenzando con el solo de Maurice y es seguida por una repetición que realiza Bella (Watson) más adelante en la historia, para aparecer una vez más en los créditos finales.

Condon y Menken concuerdan en el que canto de Watson proviene de un lugar de fuerza. Su frustración por sentirse atrapada y la necesidad de salir y experimentar todo lo que la vida tiene para ofrecer es una historia en sí misma, y porque conoce y entiende tan bien el personaje, Watson ensayó todas las escena antes de grabar las voces. El resultado es completamente natural.

Para Emma Thompson, cantar “Beauty and the Beast” fue una experiencia increíble pero también intimidante. “Es difícil seguir a Angela Lansbury”, asegura. “No puedo comenzar siquiera a cantar tan bien como ella, porque tiene una voz tan emblemática. Solo espero poder dar una versión humana y sincera para esta nueva generación. Alan Menken es extraordinario ─continúa─. Sus canciones van directo a tu corazón y uno las oye una y otra vez sin cansarse”.

El productor David Hoberman afirma: “Cuando estábamos filmando esa escena y la hermosa melodía de ‘Beauty and the Beast’ sonó en el plató, recuerdo haber pensado que estábamos haciendo la escena romántica más hermosa jamás filmada. Los movimientos de cámara que aportó Tobias, la decoración del plató, la coreografía… todo encajaba perfectamente con ese salón de baile”.

Los actores siempre contaron con micrófono, incluso cuando hacían playback. Los personajes humanos grabaron sus covers y el diálogo que los conduce a los números musicales antes de la fotografía principal. Los personajes encantados fueron pregrabados y el sonido se utilizó como una pista guía durante el rodaje. Luego, en la postproducción, una vez que los efectos visuales se completaron, grabaron nuevamente sus pistas para que coincidieran en su exuberancia en la pantalla.

~Para la audiencia~

La adaptación de acción real del clásico animado de Disney LA BELLA Y LA BESTIA es un acontecimiento cinematográfico impresionante, que celebra uno de los cuentos más duraderos jamás contados y que ha tocado el corazón de los lectores por siglos. Ahora, gracias al arte y la imaginación del director Bill Condon y de un brillante equipo creativo, las audiencias de todas las edades estarán seguramente cautivadas por la aventura, la pasión y el romance de la historia una vez más.

Condon dice: “La deliciosa película animada de 1991 es un clásico, pero si uno quiere profundizar en la historia, las canciones y las emociones, bueno, eso es lo que ofrece este film de acción real: una mayor profundidad en las emociones”.

“Es raro, durante la fotografía principal, que todo el mundo en el plató esté feliz, pero en este film había cientos de personas cada día, todos genuinamente contentos de estar allí”, agrega el actor Ian McKellen. “Muchos de ellos trabajaban desde las primeras horas del día, pero nunca oí una sola queja de nadie, técnico o intérprete, y eso habla muy bien de la película”.

“Me siento muy afortunado de haber tenido la oportunidad de trabajar con este material”, añade Condon. “Hay algo acerca de esta historia ─y específicamente de su música, compuesta hace 25 años─ que es mágico, y creo que eso todavía atrae a la gente y es lo que hizo de esta experiencia algo tan especial”.

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Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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