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La Cruzada contra el Hambre, insuficiente e inadecuada para enfrentar la pobreza

  • No tiene impacto en la carencia alimentaria al comparar hogares atendidos con hogares no atendidos.
  • Su efectividad es muy limitada, menor al 60% de los casos atendidos.
  • Urge cambiar las políticas económicas y sociales para lograr resultados frente a la pobreza

México D.F. a 18 de agosto 2015. La efectividad de la Cruzada contra el Hambre es menor a 60%. Sólo el 57.5% de la población directamente atendida resuelve su carencia alimentaria, en tanto que el 42.5% no tuvo ningún cambio aún con las intervenciones recibidas.

De acuerdo con la evaluación presentada por Coneval, que ofrece datos para los 400 municipios que iniciaron en 2013 y algunos datos sobre los 612 municipios incluidos en 2014, la población objetivo de la Cruzada es muy limitada y aún no cubre el territorio nacional, se enfoca únicamente en 7 millones de personas, lo que representa apenas el 28% de quienes no tienen ingreso suficiente para adquirir una canasta básica alimentaria. (Hay 24.8 millones de personas con ingreso inferior a la línea mínima de bienestar).

No hay mucho que celebrar, hay pocos avances en coordinación y se mantiene la dispersión de programas.

Al comparar a la población atendida con población no atendida, no hay impacto atribuible a la Cruzada en la reducción de carencia alimentaria, pues permanece en 35.7% en la muestra evaluada.

Es momento de revisar y transformar las políticas. El cambio debe empezar por las políticas económicas, dado que el factor central de crecimiento de la pobreza es el ingreso. La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza reitera que la discusión y aprobación del Paquete Económico 2016 es una buena oportunidad para iniciar el cambio hacia políticas efectivas frente a la pobreza y la desigualdad.

Resultados del estudio de CONEVAL

CONEVAL presentó la evaluación de “Resultados intermedios de la Cruzada Nacional contra el Hambre” que  considera diversos temas y utiliza diferentes enfoques y datos por lo que es importante comprender bien cada uno de ellos.

Un primer apartado analiza la coordinación de acciones entre autoridades federales, estatales, municipales y de la sociedad civil, así como los cambios en el uso del Fondo de Apoyo a la Infraestructura Social Municipal (FAIS), del Ramo 33, ejecutado por los gobiernos municipales.

Un segundo apartado se enfoca en la efectividad de la Cruzada y presenta resultados de dos estudios: El primero es una “encuesta panel” de hogares que fueron atendidos por la Cruzada desde 2013 y a los que se visita nuevamente en 2015 para ver los cambios en su situación. El segundo analiza la evolución de los indicadores sociales de pobreza entre 2010 y 2014 en 5 municipios atendidos por la Cruzada desde 2013.

El tercer apartado es el más relevante porque mide el impacto de la Cruzada, al comparar hogares atendidos con no atendidos.

La evaluación en su conjunto presenta resultados muy poco alentadores:

  • Los cambios de coordinación para evitar dispersión y lograr mayores impactos son limitados y variables en cada entidad federativa. Hay algunos cambios positivos en el uso del FAIS bajo responsabilidad de los municipios, pero aún son incipientes y no generalizados.
  • La efectividad de la Cruzada es menor a 60%. Sólo el 57.5% de la población directamente atendida por la Cruzada resuelve su carencia alimentaria.  El 42.5% de la población que está directamente atendida por la Cruzada se mantiene en carencia alimentaria.
  • No hay impacto en la reducción de carencia alimentaria entre la población atendida y la no atendida: 35.7% en población atendida y 35.8% en población no atendida (grupo control).

Esta evaluación de CONEVAL puede ser confusa si no se comprende su metodología y sus alcances. Los resultados deben ser interpretados correctamente.

Al medir efectividad se conocen los cambios en el tiempo que viven las personas beneficiarias de la Cruzada.  Sin embargo, no se puede saber qué intervención dio más resultado. Tampoco se puede medir cuál es el efecto atribuible a la Cruzada y cuál es el cambio producido por otras circunstancias.

El resultado de efectividad es muy limitado, porque en términos conceptuales, la población atendida debería tener resuelta –al menos- su carencia alimentaria. Es decir, el resultado debería ser cercano a “0” y no evidenciar un rezago de 42.5% de la población. Además hay que recordar que el universo de atención son 7 millones de personas y no las casi 25 millones de personas con ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria.

Al medir impacto se compara la situación de dos muestras de hogares con características similares en el punto de partida.  Una de las muestras recibe el tratamiento de las acciones de la Cruzada, es población atendida.  La otra muestra no recibe el tratamiento, este grupo sirve como “control” y permite hacer la comparación. De esa manera se busca medir el efecto directamente atribuible a las acciones de la Cruzada.  En ese caso, el resultado es muy desalentador, dado que no hay cambio en la carencia alimentaria: 37.5% en grupo tratamiento y 37.8 en grupo de comparación (control), en la muestra de los 400 municipios que iniciaron desde 2013 y se midieron en 2015.

La medición de efectividad en 5 municipios no presenta resultados concluyentes, porque el periodo de cambio considerado tiene al menos 3 años en que no hubo acciones de la Cruzada: 2010 a 2012. En todo caso, los cambios son menores y aunque todos hubieran sido logrados después de 2012, son muy limitados y en el caso de Tehuacán son negativos.

 

Se necesita una nueva estrategia frente a la pobreza y la desigualdad

La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza reitera que el factor central de incremento de la pobreza son los bajos ingresos. Por lo tanto se requieren acciones de política económica para enfrentar la pobreza y la desigualdad.:

1.- Para enfrentar la dispersión se requiere fusionar y reestructurar programas con el mismo objetivo y generar un padrón total de beneficiarios administrado por una entidad “ciudadanizada”.

Un ejemplo de esta dispersión es que las bases de datos compartidas por SEDESOL con CONEVAL para realizar la encuesta panel se entregaron 378 mil registros, de los cuales casi 171 mil (45%) no tenían información de localización o no correspondían a los 400 municipios de la primera etapa de la Cruzada.[1]

2.- Para mejorar la condición de carencia alimentaria se pueden combinar las transferencias monetarias con el impulso a empresas sociales y formas de generación de ingreso para población en extrema pobreza.

El fortalecimiento del INAES y la creación de una Junta de Gobierno con participación ciudadana que garantice su transparencia se puede aprobar en el Paquete Económico 2016. Para incrementar los recursos a pequeños productores, se deben reducir los subsidios regresivos que SAGARPA. También es importante generar un programa de impulso a la empleabilidad y productividad de jóvenes y mujeres.

3.- Para mejorar la condición de desnutrición crónica de los menores, se requiere lograr la cobertura universal de salud.

Como parte de la atención en salud es urgente priorizar las intervenciones preventivas, para el Desarrollo Infantil Temprano (DIT) incluyendo la estrategia integral de Nutrición.  Estas intervenciones preventivas, se pueden ofrecer desde el primer nivel de atención en salud.  Su costo es mínimo y su efecto es permanente para todo el ciclo de vida, cuando se realizan en los primeros mil días de vida.  Esta prioridad frente a la desnutrición y por el Desarrollo Infantil Temprano debe formar parte de las nuevos Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) post- 2015 que serán fijadas por las Naciones Unidas a fines de Septiembre.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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