Relaciones SentimentalesVida y Estilo

LA MUJER DE TUS SUEÑOS INSTRUCCIONES PARA ENAMORARLA (FABIO FUSARO Y BOBBY VENTURA) – El miedo

¡Qué lindo que es en las películas!
En ellas, cuando un hombre y una mujer se gustan, se acercan simultáneamente, se miran a los ojos y se besan con pasión.

Casi no es necesario hablar. Es como que se leen las mentes y nada les impide dar rienda suelta a sus sentimientos. Además, tienen la suerte de que en el momento del beso comienza a sonar una hermosa música.

Por lo general, en la escena siguiente están en bolas en la cama.
Todo es perfecto.
Pero todo es mentira.

Desde que tenemos memoria, hemos visto cientos de escenas similares en numerosos filmes, y de alguna manera u otra eso nos condiciona. Creemos que si no nos sale como a ellos, estamos frente a lo que podríamos llamar un fracaso.

Es fundamental que tengamos en cuenta las siguientes cosas:
La pareja de la película, en realidad, no estaba sola. Tenían a su alrededor al director, sus asistentes, maquilladores, iluminadores, vestuaristas, sonidistas, etc.
El actor no tenía presión de ningún tipo, porque era la décima vez que hacían esa toma.
La actriz no le dio vuelta la cara, porque en el libreto decía que debía besarlo apasionadamente.

Para poder ganar, primero tenemos que conocer a nuestro enemigo. Saber cómo aprovechar sus debilidades y combatir sus fortalezas. Pero lo más importante de todo es no confundirnos de enemigo.

Por lo general, cuando se trata de conquistar a una mujer pensamos que el enemigo a vencer es la mujer.
No es así.
La mujer no es el enemigo. La mujer es el objetivo, el premio.
Nuestro enemigo es el miedo.
El miedo al rechazo.
El miedo al ridículo.
El miedo a quedar expuestos.
El miedo a retroceder en lugar de avanzar.
El miedo a que nos lastimen.
El miedo al miedo.

Este último punto es en el que más deberemos trabajar. Porque debemos asumir que sentir miedo es perfectamente normal. A todos nos pasa cuando estamos a punto de dar un paso hacia la conquista de una mujer que realmente nos importa.

También es muy importante saber que las mujeres sienten el mismo miedo que nosotros. Muchas veces sus rechazos son producto de ese miedo. Puede ser que nosotros lo sintamos como un desplante o una negativa.
Por lo general y como regla de nuestra sociedad, es el hombre el que tiene que tomar la iniciativa en forma activa y la mujer esperar pasivamente y decidir si acepta o no acepta dar comienzo a una relación. Por lo cual, toda la responsabilidad recae sobre nosotros, los hombres, quienes tenemos que hacer todo el esfuerzo de dominar nuestros miedos y ponerle el cuerpo a la situación.

Ellas se limitan a decir sí o no.
Para decir que no, generalmente no tienen historia. Aunque ese “no” no siempre quiere decir lo que parece.

¿Por qué? Porque ese “no” muchas veces es producto del miedo que ellas también sienten al estar siendo presionadas por un hombre.
Si nosotros tenemos dos dedos de frente, vamos a intuir si a una mujer le interesamos aunque sea un poquito.

Y si es así, una negativa de parte de ellas no es otra cosa que una autodefensa contra su propio miedo.

Si nosotros estuviéramos en el lugar de la mujer y una persona que realmente nos interesa nos revelara su amor, diríamos un “sí” más grande que una casa y nos confundiríamos en un interminable abrazo, como sucede en las películas. Pero esto es fácil pensarlo con nuestro cerebro masculino. Las mujeres piensan diferente. No me pregunten cómo piensan, porque para saber eso hay que ser mujer.

Cuando comencé a escribir este libro, una noche me dormí rezando y pidiéndole a Dios que me ayudase a entender a las mujeres. Dios se me apareció en sueños y me dijo: “Sorry fiera… te juro que yo también traté”.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar