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Las Salas de Lectura en México, “un movimiento ciudadano por la lectura”

*** Los mediadores “son ciudadanos al servicio de una causa pública”, comentó Angélica Vázquez del Mercado, en la ponencia que ofreció sobre el Programa Nacional Salas de Lectura del Conaculta, dentro de las actividades de México como País Invitado de Honor de la X Feria Internacional del Libro de Panamá

Panamá, Panamá.- Las Salas de Lectura en México, representan “un movimiento ciudadano por la lectura. Los mediadores que forman estas salas son personas que han decidido compartir con otros su tiempo y su espacio; es decir, un momento de su vida”, comentó Angélica Vázquez del Mercado, en la ponencia La lectura como espacio de libertad: el Programa Nacional Salas de Lectura, que ofreció el miércoles 20 de agosto, dentro del programa de actividades de México, como País Invitado de Honor de la X Feria Internacional del Libro de Panamá.

Dichos mediadores de lectura “son ciudadanos al servicio de una causa pública. Son, dicho en el buen sentido, unos inadaptados: no aceptan su circunstancia tal cual y buscan cambiarla: ejercen su libertad. Para ello, han encontrado en la lectura un medio, la herramienta para lograr el cambio anhelado”, agregó Vázquez del Mercado, directora General Adjunta de Fomento a la Lectura y el Libro, de la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta, en la conferencia dictada en el marco del Primer Congreso de Promoción de Lectura de Panamá.

La titular de la mencionada área de la DGP – de la que forma parte el Programa Nacional Salas de Lectura (PNSL), una de las estrategias de fomento de la lectura y el libro más exitosas que se extienden por toda la República mexicana – compartió con el público panameño asistente, conformado en su mayoría por profesionales de la educación, la historia y logros alcanzados por el programa en sus 18 años de existencia.

La funcionaria explicó que el PNSL, que actualmente cuenta con mil 987 Salas de Lectura, además de 314 Paralibros, 12 Centros de Lectura fijos, 20 en Ferias del Libro y Librobicis en la frontera con Estados Unidos, refleja el esfuerzo y la coordinación entre el Estado y la sociedad civil, pues suman ya dos mil 089 los mediadores voluntarios con los que cuenta.

“El éxito de esta iniciativa tiene que ver también con una feliz relación entre la federación y los estados. Ambas instancias comparten la responsabilidad en la ejecución del Programa. Unen voluntades hacia un mismo fin que es apoyar y estimular el crecimiento y desarrollo de las salas, formar más y mejores lectores que comprendan”, aseguró.

Durante la ponencia se destacaron los apoyos que el Conaculta brinda a los mediadores de lectura, tales como los diplomados avalados por la Universidad Autónoma Metropolitana, el acervo bibliográfico de 100 títulos con el que se les dota y el apoyo para realizar talleres.

Las Salas de Lectura surgieron en México hace 18 años y recibieron el primer impulso del Conaculta. En sus inicios fue una iniciativa que surtió de libros a quien deseara formar un club de lectura en su vecindario. Su propósito era que los ciudadanos compartieran su gusto por los libros, por la conversación y la convivencia en su ambiente inmediato: la sala de su casa, un patio o un espacio público accesible a la comunidad.

Conforme la iniciativa se fue expandiendo, las salas de lectura se multiplicaron por todo el país; a la fecha es considerada una de las acciones ciudadanas más exitosas de fomento a la lectura, no por cantidad como por la calidad del servicio que prestan; el principio que lo sostiene es la voluntad de sus mediadores.

Una sala de lectura no tiene puertas, ni ventanas, ni muros; es decir, sin importar su ubicación física, para que exista una sala de lectura deben confluir tres cosas: primero, un mediador o persona que fomenta la lectura para formar nuevos lectores o bien para mantener activos a los que ya lo son; una o más personas que quieran leer y, desde luego, libros y otras publicaciones, sin importar los soportes en que se encuentren.

En los últimos años el PNSL ha aumentado sus alcances. “Su horizonte se expande al ofrecer nuevos espacios pensados para estimular a los lectores y promover la cultura escrita. Desde hace un par de años tenemos Paralibros que son módulos semejantes a una parada de autobús, estos aditamentos resguardan un acervo de más de 300 libros y son atendidos por mediadores que han recibido una capacitación por parte del Programa mediante la cual son capaces de implementar acciones que invitan a leer. Pero el principal éxito de estos Paralibros es el encontrarlos en la calle, es decir, de interponerse en el camino del peatón y poner a la mano los libros”, aseguró.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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