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Llega a las pantallas mexicanas RESPIRA de Mélanie Laurent

Estreno jueves 9 de julio
Distribuida por :ND Mantarraya

 
Este jueves 9  de julio 2015, estrenaremos bajo el sello de :ND Mantarraya la cinta RESPIRA de Mélanie Laurent, la cual  se presentó en la Semana de la Crítica de la 67va. edición del Festival de Cannes. Respira es el segundo largometraje de la polifacética Mélanie Laurent, reconocida con el Premio César a la mejor actriz en 2006 y los premios Lumière Etolie D’Or y Romy Schneider en 2007 Como mejor Revelación femenina y actriz emergente. A nivel internacional se hizo muy bien conocida por su soberbia interpretación en Bastardos sin gloria junto con Brad Pitt bajo la dirección de Quentin Tarantino (2009).

Mélanie Laurent (actriz, cantante, escritora y directora francesa)  despliega un tratado sobre la claustrofóbica codependencia emocional en las relaciones destructivas, basándose en Respira, la famosa novela de Anne-Sophie Brasme.
Charlie tiene 17 años. Está en la edad de dedicar su vida a salir con sus amigos: emociones, convicciones y pasiones. Sarah es la chica nueva. Hermosa, valiente, con historia y mucha personalidad. Una estrella desde el principio. Nada podía anticipar que sus caminos se cruzarían, pero así ocurre.

Respira, la agonía de un amor asfixiante

Una bocanada de aire fresco es necesaria tras sumergirse en la intensa y libre interpretación que Mélanie Laurent hace de la pasión adolescente; en Respira, su segunda apuesta detrás de las cámaras, la polifacética artista —quien probó su valía como directora en Les adoptés (2011)— logra retratar, a paso lento, la agonía de un amor asfixiante, ése en el que los sentimientos sobrepasan la razón y se convierten en algo nocivo, pero al mismo tiempo tan indispensables que es preferible sacrificarlo todo, antes de renunciar a la cercanía del objeto del deseo.

Laurent se inspira en la novela homónima de Anne-Sophie Brasme para dar forma a su visión de las relaciones destructivas y elige un lugar común en la cinematografía: la pareja juvenil, pero conforme avanza el metraje, la candidez, el ambiente naíf y la ilusión del primer amor se transforman para dar paso a un escenario donde las mentiras, el dolor y el temido bullying harán mella en la vida de las protagonistas, sumiéndolas en un terrible juego, que al final dejará la duda: ¿Quién fue realmente la víctima y quién el verdugo?

La trama ideada por la también actriz y cantante es una montaña rusa de emociones, en la cual dos mujeres son las pasajeras: Charlène (Joséphine Japy) y Sarah (Lou de Laâge); juntas descubrirán que Platón tenía razón al asegurar que la pasión nace de las entrañas y no de la razón. Entenderán lo planteado por el propio guión: “La pasión no se escoge, se siente. Sentimos esas emociones en contra de nuestra voluntad”. Amar y destruir al mismo tiempo, esa será la fórmula entre las dos jóvenes, quienes llevarán a límites insospechados su enfermiza relación.

La cámara de Mélanie Laurent no tiene reparos en aproximarse de una manera total a las dos mujeres; el primer plano permite al espectador sentirse parte de las pláticas reveladoras, lo mismo en el bosque, que en el baño de la escuela o en la recámara de Charlène. La edición de poderosas transiciones y el uso del sonido ambiental para enfatizar momentos claves se conjugan para crear ese ambiente sin oxigeno, que se muestra de forma literal, con las varias crisis asmáticas que sufre el personaje de Joséphine Japy.

Son precisamente Japy y Lou de Laâge el motor principal del éxito de este drama. Laurent encontró en las aplaudidas actrices (nominadas en la categoría Meilleur espoir féminin de la 40 entrega del César) a sus mejores aliadas para mostrar las dos caras de la moneda, por un lado está la modesta, inteligente, virginal y morena Chalène (Charlie para los amigos) y por el otro la vibrante, sexy, experimentada y rubia Sarah, ambas parecieran un complemento, sin embargo, nunca terminarán de embonar bien.

La complicidad en todo el crew es notoria, las diferencias entre las protagonistas se acentúan con su ropa, gracias a que la diseñadora de vestuario Maïra Ramedhan Levi eligió colores acorde para cada chica: los grises para Charlie y los estampados florales para Sarah. Mientras que el cinefotógrafo Arnaud Potier logra tomas que arrebatan el aliento, por ejemplo, al colocar a Charlie en clara reflexión, en un paisaje que combina la inmensidad del agua y el cielo.

En cuanto al resto del elenco, teje sus propias subtramas, que hábilmente otorgan al filme varias capas que dan la perfecta explicación a la nula inteligencia emocional de las protagonistas, al tiempo que muestran cómo en el mundo femenino la comprensión, complicidad y apoyo pueden ser absolutos, así como al momento de una ruptura, la guerra es letal.

Respira, aclamada en la 67 va. Semana de la Crítica del Festival de Cannes, llega con la acertada reflexión de Laurent a lo propuesto por Nietzsche, premisa utilizada en las primeras escenas del largometraje: “Es más fácil renunciar a la pasión que controlarla” y dará cátedra en cómo “la pasión hace daño cuando es excesiva”, una situación que, sin duda, “sucede la mayor parte del tiempo”.
Crítica realizada por Eduardo Gutiérrez Segura

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar