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Nectarinas, pelón o pavía, fruta dulce y exquisita de la familia melocotonera

La nectarina pertenece a la familia de las rosáceas (Rosaceae), es una fruta originaria de China y se trata de un árbol derivado por mutación de los melocotoneros comunes, y los únicos caracteres diferenciales son la ausencia de tomentosidad en la piel del fruto.
La planta, si se deja crecer libremente, adopta un porte globoso con unas dimensiones medias de 4-6 metros y su fruto es una drupa (pericarpio membranoso, mesocarpio pulposo, endocarpio leñoso), de forma más o menos globosa con una línea de sutura y una cavidad alrededor del pedúnculo. Su piel es lisa, de coloración atrayente, pulpa muy sabrosa y el hueso es libre, no está adherido a la pulpa como en el melocotón.
Contrariamente a lo que se cree la nectarina no es un cruce entre melocotón y ciruela. Es una variedad espontánea de melocotón (surgida sin la intervención humana). La palabra nectarina procede de ‘néctar’ debido a su sabor sabroso, se pueden consumir frescas, cocidas para la elaboración de conservas, mermeladas, confituras y jaleas.
Muchas veces esta fruta puede encontrarse como ingrediente o formando parte de relleno de postres, tartas, pasteles, crepes y hasta sorbetes o helados.
Variedades
La elección de una variedad está muy ligada a factores o parámetros de tipo económico, por lo que habrá que sopesar o tener en cuenta su productividad, la calidad (calibre, forma, color, calidad gustativa, resistencia a manipulaciones) y su rusticidad (sensibilidad a las bajas temperaturas, a las enfermedades, a las fisiopatías: cracking o agrietado, huesos abiertos, frutos gemelos, etc.).
La capacidad o potencialidad de cada una de las variedades se pondrá más en manifiesto cuanto mejor se realicen las técnicas de cultivo (poda, aclareo, riego, abonado, estado de madurez al recolectar, etc.).
Existe un gran número de variedades de nectarina, la mayoría procedentes de los Estados Unidos, pero en general, todas ofrecen una piel lisa, fina y brillante, tomando diversas coloraciones que se intensifican según los climas, siendo las variedades tempranas las que ofrecen coloraciones más fuertes.
Su sabor es bastante tropical, dulce pero algo más fuerte que el del melocotón, con toques más ácidos, de pulpa jugosa y textura acuosa. Existen dos variedades dentro de las que puedes escoger, las rojas de pulpa amarilla, más fibrosas y muy dulces, o las blancas, más ácidas y consistentes que las anteriores.
Nutricionalmente, aporta 55 calorías por cada 100 gramos y el 80% es agua, es rica en vitamina C, beta caroteno, potasio y magnesio. Ofrece al consumidor propiedades laxantes, diuréticas, sedantes y revitalizantes.

Multiplicación
Las nectarinas se reproducen por semilla y aunque el individuo obtenido reproduzca fielmente el carácter de su progenitor, regularmente se utiliza como portainjerto.
De la elección adecuada del patrón depende en gran parte el futuro de la producción. Normalmente se emplean como portainjertos, almendros, francos (plantas procedentes de semillas de melocotonero y nectarina), ciruelos y albaricoqueros. Cada una de estas plantas se adapta a diferentes condiciones de clima, suelo o subsuelo y comunica al injerto distinto grado de vigor.
El patrón también influye en la susceptibilidad del árbol, de las flores y de los frutos a los agentes climáticos. Si se emplea el almendro como patrón obtendremos plantas muy vigorosas, cuyas raíces verticales perforan profundamente la tierra, por lo que el aprovechamiento de los nutrientes del suelo es mayor, por lo que es ideal su empleo en suelos pobres, profundos y sueltos.
La nectarina injertada sobre pie franco, es algo menos vigorosa y longeva que la anterior, pero es el que mejor se adapta a los diferentes tipos de suelos.
El empleo de ciruelo como patrón se hace cuando se desea implantar un cultivo de nectarina en terrenos poco profundos o algo compactos.
En climas cálidos, o tierras excesivamente secas y pobres, es común el empleo de nectarina injertada sobre albaricoquero. Tras varios años, se ha llegado a la conclusión que debe rehusarse como portainjerto el ciruelo Damas por su falta de afinidad y limitado desarrollo. En tierras neutras o ácidas será mejor utilizar el franco como portainjerto.
Para la obtención de portainjertos francos los huesos deben sembrarse entre enero y febrero en el mismo vivero, los cuales podrán injertarse en el mismo año. Como injerto debe utilizarse únicamente el de yema o escudete entre julio y agosto, desmochando el patrón a dos centímetros del empalme del injerto momentos antes de entrar el árbol en vegetación.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar