No sé cómo dejarle…

Sabes que no te conviene, que no eres feliz, que te pasas la vida llorando por las esquinas… pero no encuentras la manera de dejarle. Hay una fuerza superior que te impide dar ese paso. No tengas miedo. Más allá no existe el vacío, sino una vida nueva, y mejor.No lo tengo claro
En una relación de pareja suele ser habitual que, en ocasiones, pase por la cabeza la idea de la ruptura. Suelen ser momentos puntuales causados por la apatía, las discusiones o diferencias. Pero cuando este pensamiento es habitual, estamos ante un problema mucho más serio, síntoma de que algo está fallando.

Para averiguar si lo que últimamente te está rondando es transitorio o si realmente existe un problema de fondo, te proponemos un ejercicio:
Coge una hoja y escribe todas las razones que tienes para olvidar a tu compañero, valorándolas en una escala del 1 al 10.
En otra hoja, escribe todas tus razones para seguir viéndole y valóralas del mismo modo.
Por último, suma las puntuaciones de cada hoja y compáralas. Los resultados te darán la respuesta.
Consejo: si estás enganchada sexualmente a un hombre y la pasión te impide ver si la relación merece la pena o no, pon distancia en la cama. El sexo suele nublar la vista y hasta que no lo veas desde otra perspectiva que no sea la horizontal, no averiguarás si realmente merece la pena.

Tengo miedo
Cuando el miedo es la causa que te impide dejar una relación, estamos ante un caso claro de maltrato. Ante esta situación, lo mejor es salir lo antes posible.
Un compañero violento supone un peligro para tu integridad, tanto física como psíquica. Porque cuando hablamos de malos tratos no nos estamos refiriendo únicamente a las palizas, sino también a las humillaciones psicológicas o a los abusos sexuales.
Y es que se puede maltratar de muchas formas diferentes:
Verbalmente: Insultos, críticas o gritos continuos producen un daño emocional difícil de superar.
Psicológicamente: El terror psicológico marca más que el físico. El aislamiento y las amenazas provocan pérdida de autoestima y desvalorización de la vida.
Sexualmente: Para una mujer, una relación sin consentimiento y a la fuerza suele ser traumática, tanto que a veces impide la vuelta a una vida sexual activa.
Físicamente: En nuestra mente están todas las mujeres que han muerto en lo que llevamos de año.
En tu mano está no formar parte de las terribles estadísticas de violencia doméstica con las que cada día nos despertamos. Para ello, te ofrecemos una serie de direcciones donde te ayudarán a separarte de tu pareja con toda seguridad y a superar todo lo vivido.

Me da pena
Aunque todo el mundo nos recuerde la suerte que hemos tenido al encontrar a un hombre tan bueno y trabajador (como decían antes nuestras abuelas), puede que falte la chispa para que sea el yang capaz de completar a nuestro ying. La apatía, la monotonía, su poca gracia o la falta de pasión en la relación, pueden convertir al hombre aparentemente perfecto en un auténtico estorbo para ser felices.
“Es tan bueno que me da pena dejarle”. ¿Te suena esta frase? Pues este sentimiento es más fraternal que pasional y no es un buen motivo para estar con alguien. Continuar con este tipo de relación lleva a la frustración y al tedio.
Si realmente le quieres y no deseas hacerle daño, la solución está en tu mano, y tiene un nombre: separación. Aunque suene duro, es lo mejor para ambos. Una decisión que debes llevar a cabo con cierto tacto para no hacerle daño.
Aunque el sufrimiento derivado de una ruptura no puede evitarse, con estas pautas lo podrás limitar:
No provoques discusiones para buscarte una excusa para dejarle. Si realmente le tienes cariño, no debes engañarle.
Plantea el tema con claridad y firmeza, explicándole todo lo que sientes.
No seas muy directa y utiliza el afecto para hacerle ver que le quieres, pero no como pareja.
Explícale que siempre podrá contar contigo como amiga y que inconscientemente, con el tiempo, logrará superar el daño moral que le hayas podido causar.
Consejo: Si has iniciado una relación con tu mejor amigo, analiza bien la situación y tus sentimientos. Es muy fácil confundir la amistad con el amor y esto, a la larga, te hará ser desgraciada.