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Receta Pasta con salsa de perejil

Ingredientes:
1 puñado hermoso de hojas frescas de perejil.
1 trozo pequeño de queso idiazabal muy curado, sin corteza.
1 puntita de diente de ajo pelado
1 puñado de almendras o avellanas o cacahuetes tostados
6 cucharadas de aceite de oliva una pizca de zumo de limón

Además
200gr de pasta tiburón
Agua
Sal

Modo de preparación:
La salsa en abundante agua en el que hemos echado unas gotas de vinagre o lejía, lavamos bien las hojas de perejil.
Las escurrimos, las secamos, les quitamos los tallos.
Las introducimos en el vaso de una batidora con el queso, el ajo, los frutos secos y el zumo de limón. Mientras batimos, añadimos una pizca de sal y , despacito, en hilo fino, el aceite de oliva. Probamos la mezcla y si hace falta echamos un poco más de sal y zumo de limón.

¡En una abracadabra nos ha salido una salsa!

Perejil o albahaca
Fíjate qué color verde tan especial da el perejil…, y el sabor igual de especial que el queso y los frutos secos aportan a la salsa. En el Mediterráneo se usan hojas de albahaca en lugar de hojas de perejil, y la salsa recibe el nombre de pesto y pistou en Italia y Francia, respectivamente.

Al dente
Como otras pastas, los tiburones se hacen fundamentalmente con harina, agua y huevos. Para cocerlos, sigamos las instrucciones que aparecen en el paquete, pero teniendo e cuenta que en casi todos los casos se indican tiempos de cocción demasiados largos. Muchas veces nos pasamos cocinando los espaguetis y macarrones. La pasta blandengue no es sabrosa. Hay que conseguir el famoso punto al dente, pero sin que sea demasiado crudo.

Ponemos abundante agua en una cazuela. Lo sazonamos a razón de 10 gramos de sal por litro de agua. Lo tapamos y dejamos que hierva, cuando el agua esté hirviendo a tope, echamos los tiburones, bajamos el fuego para que no se peguen al fondo de la cazuela. Tienen que nadar.
Esperamos 8-10 minutos, no mucho más. Para cocer las pastas frescas, suelen ser suficientes unos 2 minutos de cocción suave. ¡Que no se nos olvide lo de al dente!

Una vez cocidos, los escurrimos con un colador. Aún humeantes, los colocamos en un bol y los rociamos con la salsa de perejil. Mezclamos bien, probamos y si es necesario añadimos unos gramos más de sal. Quedará delicioso si ponemos por encima unas buenas cucharadas de queso Idiazabal rallado. Incluso podemos añadir un poco de salsa de tomate.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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