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Telefónica recibe por octavo año el distintivo ESR

En el marco del IV Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables, Telefónica México recibió por octavo año consecutivo el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR) que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).

Con este reconocimiento, se acredita el cumplimiento de Telefónica en los ejes estratégicos de las empresas comprometidas con la sociedad: calidad de vida en la empresa, ética empresarial, relación con la comunidad, vinculación con el medio ambiente y comunicación y promoción del consumo responsable.

Desde su llegada a México, la compañía ha realizado distintas actividades que contribuyen al desarrollo económico, social y cultural del país. Acciones a favor del medio ambiente como el programa de reciclaje de celulares y baterías; donativos para apoyar las actividades de conservación de reservas naturales en los estados de Chiapas, Chihuahua, Tamaulipas y Oaxaca, entre otros, lo confirman.

Asimismo, con los programas de Proniño, Educared y Voluntarios, la compañía ha beneficiado a más de 17 mil niñas y niños en 114 escuelas públicas del país.

Cabe señalar que durante este encuentro, Marta Vegas Sala, Coordinadora de Responsabilidad Corporativa en Telefónica México, participó en el panel titulado: El pacto mundial de las Naciones Unidas, experiencias de empresas en México.

En su intervención, Vegas Sala destacó el papel que ha desarrollado Telefónica como una de las 54 multinacionales elegidas por Naciones Unidas para impulsar la sostenibilidad en todo el mundo a través de la implantación de diez Principios basados en derechos humanos, laborales, medioambientales y de lucha contra la corrupción.

Con el distintivo ESR 2011, Telefónica consolida su compromiso de gestionar el negocio en relación con todos sus grupos de interés, así como de asegurar un impacto en el progreso económico, tecnológico y social de México.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar