¿Tú qué marca de marihuana prefieres?

Ahora que ha regresado a la agenda el tema de la legalización de la marihuana, aparecen una enorme cantidad de paradigmas que hemos ido formando o aceptando en nuestra conciencia mezclando ética, moral y legalidad.

Al imaginar su legalización vienen a nuestra mente muchas preguntas acerca de su futuro, no como producto solamente sino como posibles marcas. La primera de ellas es, por supuesto, ¿tendremos marcas de marihuana en el mercado? No sería extraño ya que este debe ser inmenso a juzgar por lo que se dice en los medios y como hemos visto, habrá muchos poderosos tiradores que se apuntarán para conquistar el mercado, iniciando con el ex presidente Fox.

Entonces no sería extraño pensar que pronto nos veremos diseñando empaques de marihuana, realizando investigaciones de mercado para detectar insights de consumidores y desarrollando estrategias para la construcción de las marcas.¿Cómo sería una campaña para Ianzar una nueva marca de marihuana? ¿Qué retos enfrentaría para vencer toda la imagen negativa generada en tantos años de combate? ¿Cuáles serán las verdaderas creencias que serán descubiertas alrededor del tema una vez que se legalice?¿Vamos a seguir hablando de fans de las marcas cuando nos referimos a los consumidores o adoptaremos el término de addicts de las marcas, sustituyendo la lealtad de marca por la adicción a la misma, o solo será adicción al producto y las marcas serán secundarias?

Cada pregunta nos lleva a otra nueva como ¿dónde la van a comprar? Quizá sea el principio de la legitimación de las “narcotienditas” como canal de distribución legal.

Imaginen el diseño de las fachadas, las cortinas metálicas y las marquesinas de estos establecimientos. ¡Wow! Seguramente se van a ver alucinantes.

Las preguntas son interminables pero seguro encontrarán sus respuestas con el paso del tiempo. Sin embargo, si nos atenemos a la definición sencilla de planeación estratégica que dice “adelantarse a los cambios en el mercado para aprovechar las oportunidades creadas por éstos”, parecería imperativo estar pensando en el tema y analizando escenarios de mercado, comunicación, construcción de marcas y manejo de crisis.

Hace muchos años me enseñaron que un publicista debe ser asexual.

¿Será que ahora también debemos ser amorales?