A Gon Curiel, el Stand up le reinventó la vida a los 30 años

• En 2012 dejó su cómodo trabajo en el mundo financiero para subirse a un escenario
• Hoy busca consolidarse y conquistar un sitio en la escena mexicana más allá de la fama efímera
• Inicia temporada en el “Foro Sylvia Pasquel” de esta ciudad

Tener la vida resuelta a los 30 años puede ser el sueño de muchos, pero no el de Gon Curiel, un joven inquieto, talentoso y con mucha creatividad que está refrescando la escena nocturna con una comedia irreverente y bien escrita, con la cual la vida le ha dado la oportunidad de alcanzar un viejo sueño: ser escritor.

Y es que desde niño, Gon siempre había querido escribir; lo hacía en la escuela, un poco en tono de juego, haciendo cuentos, relatos e historietas que él mismo ilustraba, y lo siguió haciendo más adelante, para sacar del hoyo a sus compañeros de la preparatoria, a quienes vendía sus creaciones para que aprobaran materias o entraran a concurso.

Sin embargo, dice, nunca lo vio como algo más allá que un “hobbie”, pues la muerte que se había llevado a su abuelo, el compositor Gonzalo Curiel, a los 54 años, había hecho que en la familia permeara la idea de que el espectáculo estaba marcado por la fatalidad.

Pasaron los años y estudió una carrera profesional, una relacionada con el desarrollo de sistemas computacionales, la cual pronto le permitió moverse al ámbito financiero, donde su sagacidad también rindió frutos y pronto lo colocó en una zona de confort, de la que pocos hubieran querido salir.

Tenía apenas 30 años y había conseguido su propio departamento, su auto de lujo y todo aquello que al parecer es deseable por un joven; sin embargo, él comenzaba a sentirse estancado, momento que coincidió con el auge de las redes sociales, en 2010, y se lanzó a la vida de internauta, compartiendo comentarios, chistes y reflexiones sarcásticas que pronto lo convirtieron en un estrella del “Twitter”.

La suerte estaba echada y un amigo suyo que le presentó a Héctor Suárez Gomís, le dio el empujoncito que le faltaba.

“Me lo presentó, entramos a su show y me di cuenta de que era Stand up”, un género que como público no le había llamado especialmente la atención y que sin embargo lo atraía poderosamente como escritor.

De hecho, fue Suárez Gomís quien lo presentó con Jaime Morales, quien le dio su primera oportunidad de pararse en un escenario en el de Café 22, haciendo dos funciones al mes o hasta una por semana, y de ahí en adelante poco a poco se fue internando en éste que hoy es su mundo y que lo hace sentir pleno en lo que siempre quiso hacer: escribir, y en lo que descubrió apenas como su más grande pasión: hacer reír.

Pero fue hasta dos años después, y varios aprendizajes más adelante, que tomó la decisión de su vida, dejar la empresa para la que trabajaba y convertirse en escritor de comedia de manera formal y más profesional que hasta entonces.

Y es que si bien es cierto que desde que se subió por primera vez a un escenario y le aplaudieron dijo, de aquí soy, fue hasta después que dejó de verlo como un “hobbie” y reconoció que era la vida que le importaba hacer, esa que había postergado un poco por miedo a la fatalidad o al destino mismo: la vida artística.

Así que en medio de un viaje de trabajo, en la nublada ciudad de Lima, habló con su jefe y renunció para empezar su nueva vida.

Por esa época, recuerda, conoció a Jurgan, habían contratado a ambos para escribir chistes para “Parodiando” y fue él, reconoce, quien lo salvó de su inexperiencia y le enseñó cómo escribir para televisión. De su relación también surgió Standopados, espectáculo de stand up que dio cabida a varios talentos que se han ido posicionando en el género, como Mauricio Jalife y el propio Curiel.

“Desde entonces he sido feliz –asegura- porque teniendo tiempo completo para esto ha funcionado muy bien, ahora tengo mi programa “Ya ni llorar es bueno” todos los sábados a las 11pm en CadenaTres, vendo un show privado a la semana y hago giras todos los meses por toda la República”, sin descuidar las redes sociales, que son las que hacen que cada vez sea más gente la que lo conozca y se divierta con sus ocurrencias.

Y es que para él la prioridad de la comedia, por encima de cualquier otra consideración, es hacer reír a su público y bajo esa premisa prepara sus espectáculos, más allá de si éstos transmiten un mensaje o no.

Desde luego queda mucho camino por recorrer, dice, pues ha ido aprendiendo y creciendo en el medio, donde ya tiene un lenguaje, una presencia y una formalidad para triunfar.

Incluso ahora cuenta con un equipo, porque al principio él era su propio mánager y eso no funcionaba muy bien. Así que aceptó el apoyo de un productor que es quien coordina toda su logística sobre el escenario y lo ha hecho crecer también, en el sentido de preparar espectáculos acordes con sus audiencias.

Y la idea es seguir creciendo, alcanzar una fama viral que derive en algo más sólido y duradero, para lo cual cada día enfrenta nuevos retos, como el de hacer su primera temporada en forma, la cual arranca el próximo 26 de junio en el Foro Sylvia Pasquel de esta ciudad, donde se presentará durante los viernes de julio.

“Estoy nervioso pero muy emocionado de dar ese paso”, comenta Curiel quien, siempre elegante sobre el escenario, ha logrado configurar un lenguaje propio, irreverente pero no altisonante y menos vulgar, bajo la premisa de que nunca es tarde para perseguir los sueños y de que con trabajo y constancia éstos siempre se cumplen.