Actividades de la primera edición del Festival Internacional de Cine Tulum (FICTU)
El segundo día de
actividades cinematográficas en el Caribe Mexicano estuvo lleno de sorpresas:
17 películas proyectadas, entre ellas dos mexicanas, y la presentación de FICTU
Niños efectuada en nuestra sede itinerante, que hizo su primera escala en
Hondzonot.
A las 20:00 en la playa Courtyard del Hotel Habitas tuvo lugar Inna de Yard, documental
de Peter Webber sobre la banda homónima jamaiquina, uno de los hitos del
reggae. En conferencia, Franklyn Bubbler Waul y Winston McAnu mencionaron que
Peter Webber fue un gran director con el que no trabajaron bajo ningún guion,
reconocieron que uno de sus propósitos es llevar el reggae a todo el mundo. Al
finalizar la presentación del documental brindaron un concierto al aire libre.
En la misma sede se pudo ver Bait,
de Mark Jenkin, película de 16 mm en blanco y negro filmada con un antigua
Bolex de Manivela, que cuenta la historia de una familia de turistas burgueses
que desciende a un pueblo pesquero en declive donde aún se habla cornish.
Así mismo en el Teatro del Hotel Papaya Playa Project se proyectó Bull, de Annie
Silverstein; Lingua Franca,
de Isabel Sandoval; Lapü, de César Jaimes y Juan Pablo Polanco; Flatland,
de Jenna Bass; Rocks,
de Sarah Gavron y Amazing
Grace, de Alan
Elliot, con la presencia de César Jaimes, Jenna Bass y Theresa
Ikoko (escritora de Rocks),
en sus respectivas funciones.
En Cine by Los Amigos –la única sala de cine de Tulum– se presentó InSearch, de Beryl Magoko; Searching Eva, de Pia
Hellenthal; Scheme Birds,
de Ellen Fiske y Ellinor Hallin; No Data Plan, documental del filipino Miko Revereza; y la ópera
prima del cineasta mexicano Carlos Lenin, autor de La paloma y el Lobo, esta última con
presencia del director.
Se dio el banderazo de inicio a la Carpa FICTU en la zona comercial de Aldea
Zamá. Marcela Arteaga presentó su documental El
guardián de la memoria y Fernando Frías participó con Ya no estoy aquí.
Con la convicción de hacer del festival un espacio ecológico, formativo y de
inclusión, hubo funciones de la sede itinerante en Hondzonot (que en maya
significa cenote profundo), un pueblo 100% indígena, conformado por alrededor
de 368 habitantes, la mayoría de los cuales no tiene la oportunidad de ver la
proyección de una película. La pantalla de la sede itinerante funciona con una
pila solar. Cuando se presentó FICTU Niños –6 cortometrajes polacos de
animación, totalmente digitalizados y restaurados–, en colaboración con el FINA
de Polonia, 4 niños pedalearon bicicletas fijas conectadas a un capacitor para
alimentar las bocinas y hacer posible el sonido. Este proyecto, que fue posible
gracias al apoyo de Cinema Movil Toto, logra que una proyección se convierta en
un acto colaborativo y ecológico. Al finalizar FICTU Niños los adultos
pedalearon las bicicletas para dar vida Tío
Yim, de la directora Luna Marán. La película fue doblada al maya,
la lengua que habla el 90 por ciento de los integrantes de Hondzonot. La
traducción fue realizada por Cessia Chuc Uc y Gonzalo Maas Pacheco, ambos de la
Univer-sidad de Campeche.