GastronomiaVida y Estilo

Adiós, Guadalupe-Reyes: Lo que más odiaron los taqueros de los clientes borrachos

  • Que se vomiten, que no quieran pagar o que se pongan prepotentes son algunas de las cosas que más padecieron los taqueros durante el Maratón Guadalupe-Reyes
  • El 95% de la población de la CDMX tiene un negocio de tacos cada 400 metros. El Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Inegi calcula que existen 115 mil unidades económicas dedicadas a la venta de tacos en todo el país

El Guadalupe Reyes terminó y muchos seguramente andan tristes porque todo vuelve a la normalidad. Sin embargo, hay quienes sí celebran el fin de este maratón de fiestas: los taqueros. Son ellos quienes debieron soportar a clientes enfiestados que no siempre son los más amables.

Fuimos con Pedro García, taquero de El Tizoncito, una de las taquerías más concurridas de la Ciudad de México, para que nos compartiera su experiencia sobre ser taquero estas fechas de Navidad, Año Nuevo y Reyes Magos. Esto fue lo que nos dijo.

  1. Que no quieran pagar

“Una vez una persona dijo que, como los tacos estaban muy caros, no los iba a pagar. Así de fácil. Y no tiene mucha lógica, porque los precios están a la vista en nuestro menú. Pero aunque no lo crean ésta llega a ser una situación frecuente”

  • Que se pongan prepotentes

“Nunca faltan los clientes que te presumen que conocen al dueño. Un viernes, llegó un grupo de señores bien enfiestados, como a las 5 am. Comieron y luego uno de ellos se puso muy prepotente y dijo que conocía al dueño y que no iba a pagar que porque era muy influyente. Yo le contesté que tenía que pagar. Que aquí, incluso el dueño, paga sus tacos”

  • Que se vomiten

“Es común que los clientes lleguen enfiestados, pero luego eso trae consecuencias. Una vez, tres chamacas nos fregaron la noche. Ya cuando estaban a punto de irse, una de ellas se vomitó sobre la mesa. La alcanzamos y le dijimos que mínimo se hubiera esperado a vomitar en la banqueta. Entonces una de ellas nos respondió bien altanera: “Ay, ¿tanta bronca por una basqueada?”

  • Que se queden dormidos

“En una ocasión nos tocaron unos clientes que llegaron bien jarras y se quedaron dormidos cinco horas. Imagínense: ¡cinco horas! Ya no sabíamos ni cómo despertarlos”

  • Que sean tan impacientes

“Una noche en la que había mucha gente me vi obligado a quitarme del trompo e ir a la mesa del cliente para decirle que era imposible sacar nueve tacos por minuto. Por muy bueno que uno sea, le dije, es humanamente imposible”

  • Que se peleen

“Las peleas son bien típicas si vienen enfiestados. Nos han tocado muchas parejitas que acaban agarrándose del chongo, pero también que haya peleas con otros clientes. Una vez una chica hasta le arrojó la silla a otra porque decía que le estaban viendo al novio”

  • Que te quieran humillar

“Nunca falta el que supuestamente te quiere humillar por ser taquero. Una vez un fulano me dijo: ‘¡Tú qué vas a saber si ni fuiste a la escuela!’”. Yo no me ofendí, porque para mí es un orgullo ser taquero, y creo que cualquier trabajo se merece un respeto”

  • Que lleguen con botellas o cervezas

“Uno entiende que quieran seguir enfiestándose, pero no se pueden ingerir bebidas externas al establecimiento. Hay clientes que les dices y entienden; hay otros que no”

author avatar
Yesica Flores
Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar