Apoyar el acceso a seguros de protección de personas que laboran en el hogar, el gran reto de México
De acuerdo con cifras oficiales en México existen alrededor de 2.4 millones de personas que laboran en el hogar.
Garantizar la protección de las personas que laboran en el hogar debe formar parte de la cultura de nuestro país.
Hemos sido testigos los últimos días de diversas manifestaciones a favor de la equidad, inclusión, respeto y dignidad a favor de las mujeres. Sin lugar a duda las personas que laboran en el hogar, en especial las mujeres, son uno de los grupos más vulnerables de nuestra sociedad.
El panorama no es nada alentador, de acuerdo con cifras oficiales en México existen alrededor de 2.4 millones de personas que laboran en el hogar. Oxfam México ha reportado que de ellas 98% no tienen contrato y su ingreso promedio mensual es de 1,550 pesos, cantidad insuficiente para cubrir sus necesidades básicas y, por ende, casi imposible lograr el acceso a un seguro de protección.
A pesar de que en México se ha impulsado un programa piloto para dar de alta a las trabajadoras del hogar en el esquema tripartita del Instituto Mexicano del Seguro Social, sin embargo, hasta enero se habían inscrito únicamente 15 mil 193 empleadas, cifra que no representa ni el 1% del total de personas empleadas en este rubro.
Garantizar la protección de las personas que laboran en el hogar debe formar parte de la cultura de nuestro país, sobre todo ante los riesgos de accidente asociados a su quehacer diario, pocas veces se han hablado de productos diseñados específicamente para este segmento de la población, que no sólo garantizan una atención efectiva, sino que también protegen al patrón ante cualquier incidente.
Thona Seguros ha diseñado un seguro para proteger a las personas que laboran en el hogar, que incluye a cocinera, chofer, jardinero, ama de llaves, entre otros, en caso de un incidente. Con una inversión mínima de $500.00 pesos anuales, los trabajadores quedan cubiertos en los traslados ininterrumpidos de casa al lugar de trabajo y viceversa, así como las encomiendas solicitadas por el contratante fuera del domicilio.
Atender el derecho de inclusión a un sistema de protección debe ser una cuestión de conciencia social, de responder y atender las necesidades de seguridad de las personas que dedican su tiempo a forjar hogares y ser parte de la historia de miles de familias mexicanas. Como patrones es fundamental forjar una cultura preventiva, invertir en situaciones que permitan mitigar cualquier riesgo y que nos ayude a minimizar cualquier impacto negativo a las finanzas personales.
