“Bailando hasta morir”, el himno de amor de un padre por su hija adoptiva, hace retomar su carrera a René Sosa
Del teatro musical, a crear su propia banda… y hasta llegar al Stand Up
Haber sido un niño abandonado por un padre, “que se fue por cigarros y nunca volvió”, no impidió que el músico mexicano René Sosa tuviera sueños y se lanzara a cumplirlos desde pequeño, cuando se inició en el teatro musical, para después estudiar música y tocar con prestigiados artistas del momento.
Moenia, Yahír y Kalimba fueron algunos de los artistas que acompañó con sus percusiones hasta que llegó el momento de caminar solo e iniciar un proyecto propio: Sauna, con el cual incluso grabó un disco.
No obstante, era un momento en que a las disqueras no les quedó más que abandonar a sus artistas y ellos no fueron la excepción.
“Hicimos un par de cosas pero no pasó más”, dice al recordar que lo embargó cierto desencanto. Fue entonces cuando se involucró en otras actividades, como el desarrollo de software, pero también en el Stand up, género que ni siquiera sabía que existía pero que de inmediato lo atrapó.
Coincidió ello con la incursión de Kalimba en ese tipo de espectáculos y fue él, quien realmente lo inspiró a prepararse y a incursionar en el medio, refugiándose un poco del momento por el que atravesaba su música.
En este género, Sosa encontró un espacio para expresar lo que sentía y al mismo tiempo para poder explotar esa vena humorística que le hizo crear una cuenta de twitter como @mipapasefue , como una burla a la condición de su infancia.
Actualmente, Sosa se presenta un jueves cada tres semanas en el Cuevón de Escenaria, donde se ha ido ganando un lugar en el gusto del público standopero.
En lo personal, el músico y comediante atraviesa una nueva etapa, la de ser padre, dicha que alcanzó en enero pasado, cuando por fin se le concedió la adopción de su pequeña “calaca”, como le dice de cariño a su hija Amanda.
La vida le dio un gran vuelco después de más de dos años y medio de gestiones y dos intentos fallidos, en los que tuvo que solventar los gastos de las madres que, al tener a los bebés en sus brazos se retractaban de darlos en adopción a favor de Sosa y de su pareja.
“Fue en enero de este año cuando de manera sorpresiva (mi mujer y yo) lo logramos y de pronto me dí cuenta de que como que no tenía un manual para educar a Amanda, entonces me comprometí a darle mucho amor”, comenta emocionado, tras recordar que de todo eso que despertó en él la pequeña surgió una canción.
El tema, dice, se llama “Bailando hasta morir” y sirvió de pretexto para reunir a sus viejos amigos de Sauna y grabar el tema con el cual ahora se reinventa y retoma su proyecto musical, en busca de dar un buen ejemplo a su hija.
La canción que volvió a reunir a los amigos de Sauna fue producida por Freddy Cañedo y se ha convertido en punta de lanza de esta propuesta musical, que de la mano de Estudio:316, que encabeza Cañedo, con más de 20 años de experiencia, ha comenzado a andar y que en breve dará a conocer en redes sociales, pues en la música, reconoce Sosa, eso es lo de hoy.
Eso, aclara, no quiere decir que vaya a dejar el “Stand up”, porque si de algo está seguro es que no desea que en su carrera una actividad desplace a la otra.
El “Stand up”, dice, le da exhibición, le permite promoverse como artista, mientras que la música es una satisfacción diferente, porque no aspira a hacerse famoso con ella, sino a que sus letras, que van de la música latina al rock, puedan llegar cada vez a más personas.
Tampoco está pensando en combinar ambos shows, porque, la música no pretende ser telón de fondo de sus actuaciones como “standopero” ni desea que el público relacione sus temas con situaciones de risa.
No obstante, dice, piensa en la posibilidad de que en unos dos meses, cuando se haga el lanzamiento en vivo del material, con una tocada, puedan abrir algunos “standoperos”, incluido él, para que la gente lo vaya ubicando.