Beneficios Cardiovasculares de la Actividad Física
México, D.F. a 29 de septiembre de 2015. Cuando se piensa en los problemas asociados con el exceso de peso, sea obesidad o sobrepeso, se debe diferenciar claramente que el exceso de riesgo de enfermedades como diabetes o problemas del corazón está descrito específicamente para la obesidad.
La forma en que se define es la relación entre la estatura y el peso del sujeto, denominada índice de masa corporal (IMC) y que se calcula dividiendo el peso en kg entre la estatura en cm elevada al cuadrado. Por ejemplo, una persona que mide 1.68 m y pesa 75 kg, tendría un IMC de 26.6 kg/m2. Si este valor es igual o mayor a 30 kg/m2, el sujeto se considera obeso.
Por otro lado, siempre asociamos estos problemas con lo que comemos y bebemos, pero nunca o muy raramente con lo que no hacemos; es decir, la actividad física que realizamos.
Los seres humanos estamos diseñados genéticamente para movernos; nuestros antepasados no comían todos los días, eran nómadas y tenían que cazar su alimento. De esta forma, nuestro cuerpo tiende a ahorrar energía, pues originalmente no tenía acceso a la misma con frecuencia.
El estilo de vida actual se puede considerar sedentario de alto rendimiento; usamos las escaleras eléctricas para ir al mezzanine y el elevador para ir al primer piso, tanto para subir como ¡para bajar!, el automóvil para distancias muy cortas y podemos estar dándole varias vueltas a un estacionamiento con tal de encontrar un lugar cercano a la puerta. Por otro lado, los controles remotos han provocado que ni siquiera nos tengamos que desplazar para operar cualquier aparato.
“La recomendación de actividad física para adultos de la OMS es de 150 minutos a la semana”
La recomendación de actividad física (AF) para adultos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 150 minutos a la semana de intensidad moderada a vigorosa; dicha cifra proviene de los dos estudios de prevención de diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) más importantes, el Finlandés y el Programa de Prevención de Diabetes (DPP, por sus siglas en inglés), estadounidense. En ambos se observó una disminución estadísticamente significativa del 58% de la conversión de intolerancia a la glucosa (IG) a DMT2 mediante sencillísimas intervenciones en el estilo de vida: disminuir la ingestión de grasas saturadas, aumentar la ingestión de fibra y caminar a buen paso 30 a 45 minutos, cuatro a cinco veces por semana, lo cual produjo una disminución del 7% del peso basal.
A pesar los beneficios para mejorar la salud de la AF, sola puede no ser suficiente para reducir el riesgo de enfermedad. Los estudios poblacionales han encontrado que más de la mitad del día promedio de una persona incluye actividades sedentarias asociadas muy cercanamente con estar sentado durante mucho tiempo, como ver la televisión y usar la computadora (1). Esta tendencia de estilo de vida es particularmente preocupante debido que estudios sugieren que períodos prolongados estando sentados tienen efectos deletéreos sobre la salud independientes aún en adultos que cumplen con los lineamientos de AF mencionados (2,3,4).
La Fisiología de la inactividad explicada en forma simple establece que algunos de los más potentes mecanismos en la mismísima raíz de las causas de las enfermedades crónicas, como DMT2, presión arterial elevada, trastornos de las grasas o lípidos en sangre, elevación del ácido úrico, etc., los provoca la inactividad (generalmente estar sentado), debido a que el cuerpo necesita actividad muscular frecuente (4,5).
“El daño causado por estar sentado es diferente del que provoca la falta de actividad física”
Una conclusión clave que no se debe olvidar es que decir que la gente gasta cada día demasiadas horas estando sentado, es lo mismo que decir que la gente cada día no gasta suficientes horas siendo activo. En forma natural, el cuerpo necesita diariamente de actividad muscular contráctil de larga duración y eso en forma práctica, es Actividad Física de
Aún en la minoría de la gente que alcanza la AF moderada recomendada de 150 minutos a la semana, esto sigue dejando cada día ¡aproximadamente 1,400 min (cerca de 16 horas) de inactividad física! (4).
De esta forma, por supuesto que debemos insistir en que todos los adultos hagan por lo menos 150 minutos a la semana de caminata a buen paso; pero además, tenemos que lograr que todos nos levantemos de nuestros asientos por lo menos una vez cada hora.
La fisiología de la inactividad se enfoca en los enfoca en los beneficios de actividad muscular contráctil intermitente de larga duración durante AFBI, en lugar de inactividad estando sentado. (4).
“El daño causado por estar sentado es diferente del que provoca la falta de actividad física”.
Realmente, ¿quién gasta más tiempo en actividad física?, quien como en el ejemplo que se analizó, cumple con la recomendación de AF de la OMS pero permanece más de 15 horas sentado, o quien aún sin hacer ejercicios formalmente; es decir, con gasto energético, pero se levanta por lo menos una vez cada hora.
Lo anterior no debe malinterpretarse; en lo absoluto se está criticando la recomendación de la OMS, están más que probados sus múltiples beneficios y debe fomentarse siempre; en lo que ahora estamos haciendo hincapié, es en verdadera necesidad de no dejar pasar horas estando; hay que levantarse y caminar unos pasos, pues hace una enorme diferencia.
Hay necesidad de una solución potente para toda la gente, independientemente de su edad, peso, estatus de salud, etc., de beneficiarse de mucho más actividad física muscular (AFBI). Los expertos expresan que lo fundamental es que se difunda la información, pues “La preocupación por el futuro funesto puede descansar con el aumento del número de personas que ignoran los peligros potencialmente insidiosos de estar sentado mucho tiempo” (4).
Se ha demostrado que la inactividad causa daño; en la población del Estudio de las Enfermeras de Harvard (8) se dividió a la población de acuerdo a su nivel de actividad física en quintos o quintiles y más tarde se determinó quienes eran hijos de uno a ambos padres con DMT2. En las personas hijas de una persona con diabetes, al comparar el 20% más activo con el 20% menos activo, éstas últimas tuvieron 65% mayor riesgo de desarrollar DMT2. Pero aún más sorprendente, cuando se hizo la misma comparación en aquellas sin antecedente familiar de diabetes, el 30% más inactivo tuvo 100% mayor riesgo de DMT2; sí, literalmente del doble. Es decir, la falta de actividad física literalmente causa diabetes.
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El Instituto de Bebidas para la Salud y Bienestar (IBSB) es parte del compromiso continuo de The Coca-Cola Company por promover el avance del conocimiento científico y del entendimiento sobre: hidratación, estilos de vida activos y saludables, e ingredientes de las bebidas. El IBSB cuenta con artículos e investigaciones que están disponibles para los especialistas y para la población en general. Creado en Atlanta en 2004, el IBSB tiene presencia mundial y se ha convertido en un recurso para profesionales de la salud. En México, es el primer instituto científico especializado en la educación, la gestión, difusión y facilitación de la investigación científica sobre los tres ejes temáticos en los que opera.
