Con el paso del tiempo, los toldos van perdiendo color y se llenan de manchas. Conozca las claves para mantenerlos en buen estado. Si los toldos de sus ventanas son lavables, el procedimiento es muy sencillo: descuelgue el toldo y extiéndalo en el suelo.
Frote todo el tejido con agua y jabón, y séquelo después con un trapo. Si por el contrario, sus toldos no son lavables, puede quitar las manchas con una goma de borrar o con miga de pan.