COMO FABRICAR INCIENSO 1.
Hace por lo menos 5.000 años que el incienso arde sin llama en los altares de los magos. Antiguamente se quemaba para disimular el olor del animal sacrificado, para dirigir oraciones a los dioses, y para crear un ambiente propicio para el encuentro del hombre con la Divinidad.
Actualmente, cuando la época en que los magos de Occidente sacrificaban animales está ya muy lejana, se utiliza incienso por diversas razones. Se quema al hacer magia con el fin de estimular la conciencia ritual, es decir, el estado de ánimo preciso para despertar y dirigir la energía personal. Este estado de ánimo también se alcanza mediante la utilización de instrumentos mágicos, permaneciendo en pie ante el altar encantado donde arden las velas, entonando cánticos y pronunciando palabras simbólicas.
Cuando el incienso se quema con anterioridad a las operaciones mágicas, su humo perfumado purifica también el altar y el área circundante, alejando las vibraciones perturbadoras y negativas. Aunque tal purificación generalmente no es necesaria, ayuda a tener el estado anímico adecuado para alcanzar el éxito en las operaciones mágicas.
Se queman inciensos con formulaciones especiales con el fin de atraer ciertas energías específicas hasta el mago y ayudarlo/la a cargar su poder personal con el objetivo del rito, para producir finalmente el cambio necesario.
La utilización de inciensos no debe limitarse exclusivamente a los ritos. Ahora bien, no utilice inciensos curativos simplemente por su perfume o como ambientadores del hogar. El hecho de quemar inciensos que han sido elaborados mágicamente y cargados de poder, cuando no se necesita hacerlo, constituye un gasto inútil de energía. Si desea quemar un incienso que tenga un olor agradable, prepare una mezcla para uso doméstico.
LOS MATERIALES
Para la elaboración de los inciensos se utiliza una gran variedad de hojas, flores, raíces, cortezas, maderas, resinas, gomas y aceites. También es posible añadir piedras semipreciosas a fin de que éstas comuniquen sus energías a la mezcla, es algo muy parecido a lo que sucedía cuando los antiguos pueblos de la región comprendida entre México y Nicaragua quemaban esmeraldas en el fuego.
De los cientos de posibles ingredientes de los inciensos, tal vez haya catorce que se utilizan con más frecuencia. Tenga a mano reservas de las siguientes hierbas si planea preparar varios inciensos:
Olíbano – Mirra – Benjuí – Copal – Pétalos de Rosa – Laurel – Cinamomo
Agujas o Resinas de Pino – Enebro – Sándalo – Cedro – Tomillo – Albahaca – Romero
Tenga presente que muchas plantas (si no todas) huelen de forma diferente al ser quemadas. Los aromas dulces se vuelven acres rápidamente.
Si quiere, tome una gran cantidad de substancias vegetales secas y finamente trituradas (flores, hojas, cortezas, raíces) y eche una pequeña cantidad de cada hierba sobre un bloque de carbón de leña ardiendo; luego determine si el olor es o no agradable. Puede tomar nota del olor de cada planta o hierba en un cuaderno especial reservado para tal fin o en fichas. También anote las sensaciones psíquicas o de otro tipo que siente cuando se quema cada una de las hierbas. De este modo adquirirá unos conocimientos muy completos sobre los elementos que componen los diferentes inciensos y ello supondrá una gran ayuda en la magia de las hierbas.
Recuerde que, por muy sorprendente que parezca, el olor no es un factor que deba tener en cuenta en los inciensos mágicos, excepto en sentido muy general: los aromas dulces suelen utilizarse para objetivos mágicos positivos, en tanto que los olores fétidos se usan en los ritos de destierro.
En los establecimientos comerciales que proporcionan material ocultista hay existencias de incienso para ser utilizado en actividades mágicas. Por no mucho dinero es posible adquirir muchas mezclas raras.
Si bien estas fórmulas son efectivas desde el punto de vista mágico, tal vez usted desee elaborar las suyas propias.