Como hacer una carta astral
Los procedimientos de la Astrología, los Horóscopos, Cartas astrales, Temas astrales, son utilizados desde antiguo. Aunque existen aspectos en los que los astrólogos no se ponen de acuerdo (mejor dicho, no hay unanimidad respecto a la interpretación de la tabla de nacimientos), esto, en contra de lo que afirman los detractores de la Astrología, enriquece los aspectos estudiados por todos los astrólogos, tanto los antiguos y medievales como los modernos.
Una vez aceptada la teoría de las influencias astrales, hay que precisar en qué momento de la vida de una persona determinada se produce esa acción, para conocerla anticipadamente si lo creemos necesario. Generalmente el momento elegido por todos los astrólogos es el del nacimiento, y no el de la concepción, de la persona objeto de estudio; no obstante, la astrología moderna debe muchos de sus métodos y conceptos utilizados a los astrólogos de la Edad Media. El primer paso para predecir situaciones y acontecimientos personales consiste en hacer su Horóscopo, es decir, un esquema del cielo que contendrá las posiciones y situación de los astros y los signos del Zodiaco con el lugar exacto que ocupaban en el momento del nacimiento del individuo. Todo esto queda comprendido en las doce casas o divisiones de la esfera celeste. Los signos, al igual que las casas, se hallan fijos en la esfera celeste y su rotación aparente es debida a la de la Tierra.
Para confeccionar uno mismo su propia carta astral debe conocer con precisión el día, mes, año y hora de su nacimiento. La hora debe de ajustarse al meridiano de Greenwich, pues la hora legal de cada país no coincide con la hora sideral. A todo esto hay que añadir el lugar de nacimiento, para así conocer la latitud y la longitud que señala la Tierra en ese lugar. La longitud es imprescindible si queremos hallar la verdadera hora local. Y la latitud es necesaria para saber qué Tabla de Casas deberemos utilizar para un conocimiento más preciso de las cúspides.
La fecha de nacimiento nos permite saber con precisión la posición de los astros en ese tiempo, a las 12 horas o a las cero horas. Consultando las Efemérides (las más utilizadas son las de Raphael, editadas en Inglaterra) veremos qué astros poblaban el cielo en esas fechas y cómo se distribuían. La hora de nacimiento se precisa para poder orientar el Zodiaco y hallar, una vez conocidos también los datos anteriores, la situación correcta de los astros en el mismo instante del nacimiento y no únicamente a las cero o a las doce horas.
Consultando en la Tabla de las Casas la latitud y el horario sideral, obtendremos el Ascendente y, a partir de aquí, el Medio Cielo (MC). Trazaremos, con la ayuda de un compás dos círculos concéntricos de 16 cm. el mayor y 14,5 cm. el menor, por ejemplo; dividimos ambos en doce segmentos iguales, subdivididos a su vez en otros más pequeños, que contienen divisiones de cinco en cinco grados. Anotamos el resultado de la consulta efectuada en las Efemérides y en las Tablas de las Casas, cuidando de circunscribir lo más adecuadamente posible las cúspides de las casas y la colocación de los planetas; en este último caso se tendrá en cuenta la lentitud con que se traslada Plutón (a menudo sus posiciones vienen expresadas en las Efemérides). Finalmente, debemos tener en cuenta que el planeta Mercurio no se encuentre a más de 28 de distancia de una de las luminarias, concretamente del Sol. Venus tampoco debe hallarse a más de 48 del Sol.
Anotados correctamente todos los datos anteriores, y teniendo en cuenta las prescripciones señaladas, puede pasarse a la interpretación del tema astral. Esto es lo más complicado, pues no existen normas fijas, ni reglas matemáticas que nos aseguren la correcta interpretación del Horóscopo de una persona; por ello, todo depende de la profesionalidad, preparación y valía del astrólogo. En caso de que uno mismo se haga su propio horóscopo, ha de tener en cuenta todos los factores, aspectos y teorías aquí desarrollados