Unas cuantas ideas para llenar tus días de energía
Si crees que hay una sola manera de ejercitarse, y que no se puede hacer diariamente, echa un vistazo a tú alrededor: las cosas que te rodean pueden ser excelentes, rápidas y efectivas formas de hacer ejercicio.
Subir escaleras, cargar un niño, dejar el auto en la parte más alejada del estacionamiento y caminar el resto…
¡Así de simple!
Hay muchas maneras de poner a trabajar tu cuerpo
En la calle
Mientras haces fila: párate derecha y contrate y relaja tu abdomen (es una mini sesión de abdominales)
Viajando en el metro: olvídate de los ascensores y las escaleras eléctricas:
-Para fortalecer tus pantorrillas, sube las escaleras de puntitas, sin sostenerte del barandal.
-Si quieres trabajar tus muslos, sube las escaleras apoyando todo el pie en cada escalón o bien sube de dos en dos, sin sostenerte del barandal.
Baja las escaleras y fortalecerás tus glúteos.
En la casa o en la oficina
Contrae el abdomen y los glúteos tantas veces como sea posible; mantén la posición lo más que puedas y luego relájala. Esto fortalece los músculos de ambas zonas. Repite el ejercicio varias veces al día.
Por la tarde en la oficina: siéntate con la espalda derecha y una botella pequeña llena de agua en cada mano. Estira los brazos frente a ti, con las palmas hacia arriba. Dobla los codos hacia ti, alternadamente. Repite el movimiento durante cinco minutos, una vez al día.
En casa, en un sillón: siéntanle derecha. Coloca tus manos en los descansabrazos como soporte, sube tus rodillas a la altura de tu pecho, levantando tus glúteos de la silla. Es ideal para trabajar el abdomen.
Mientras haces el trabajo de casa…
¡Porque de todas maneras lo ibas a hacer!
Al lavar los platos: pon a trabajar los músculos de tu espalda y tu abdomen parándote derecha, sin inclinarte sobre el fregadero.
Al lavar las ventanas: realiza movimientos amplios para fortalecer los músculos de hombros y brazos.
Al planchar: parte derecha con el torso, erguido. Elévate sobre las puntas de los pies y mantén la posición; luego relájate. Este movimiento trabaja tus pantorrillas, muslos y glúteos.
Al usar la aspiradora: coloca una pierna un paso enfrente de la otra. Saca las puntas de los pies. Dobla la pierna del frente y al mismo tiempo separa el talón del suelo, mientras mantienes la otra pierna estirada.
En el supermercado
Cuando tomes un producto del estante más bajo: flexiona tus piernas y mantén la espalda erguida.
Cuando tomes un producto del estante más alto: párate en la punta de los pies y estírate lo más que puedas.
En la fila para pagar: cuando saques los artículos del carro para ponerlos en la caja, hazlo girando la cintura, sin mover las piernas ni los pies.
Rumbo a casa: divide equitativamente el peso de las bolsas y cárgalas en las manos, como si fueran pesas.