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Curso de masaje erótico I

Los masajes se han utilizado tradicionalmente para solucionar problemas físicos, pero, al margen de su función terapéutica, los expertos afirman que esta técnica sirve como instrumento de comunicación para potenciar las relaciones personales.

En este sentido, las distintas formas de masaje se basan en la necesidad de contacto físico que sentimos desde que somos recién nacidos hasta la exigencia de caricias más íntimas en la edad adulta. “Las sensaciones que provocan las caricias, roces, besos, abrazos y frotamientos de la piel son un vehículo para pasar de la comunicación corporal a la mental al entrar en un estado total de abandono.

Para ello, tan importante como aprender a tocar es disfrutar del placer de ser tocado”, explica Ana de Calle, sexóloga del Centro Integral de Salud CERES. Además, estos masajes, que los expertos denominan sensoriales o sensuales porque su fin no es únicamente aumentar el placer sexual, proporcionan diferentes ventajas.

Las ventajas – Refuerzan la confianza. “El temor al contacto en cualquier zona del cuerpo -y no exclusivamente en los genitales- puede ser una limitación para disfrutar de las relaciones, ya que muchas personas se bloquean por este motivo.

¿Qué sitios amasar?

Completo
Quien realiza el masaje debe colocarse de rodillas a los pies de su pareja, mientras ésta permanece tumbada boca abajo con las piernas estiradas y ligeramente separadas.

Amasa sus nalgas con suavidad y sigue con ligeras friegas, de arriba abajo en la hendidura que las separa.
Sigue hasta el ano y el perineo.
Pide a tu pareja que se dé la vuelta.
Con la mano izquierda acaricia con los dedos sus piernas, al tiempo que masajeas con la palma derecha el tórax, los pechos y los pezones -en éstos alterna el roce con estrujamientos leves-.
Masajea con las dos manos el tórax, los dos pechos y los pezones.
Recorre con un leve roce de los dedos todo su cuerpo, desde los pezones hasta los genitales.
Acaricia el interior de las ingles, sube al abdomen y regresa a éstas.
Roza con una mano los genitales y con la otra traza círculos alternos en el abdomen, el pecho y los muslos.

El pecho
Sitúate de pie o arrodillado a la derecha de tu pareja mientras ella está tumbada boca arriba con las piernas estiradas.
Con la palma derecha sobre el abdomen, traza un movimiento semicircular.
Alternando las manos deslízalas hacia arriba pasando por el medio del tronco hasta la parte superior del pecho.
Sitúa tu mano diestra en el pecho derecho de tu pareja abarcándolo por debajo y con el pulgar hacia el exterior.
Deslízala hacia arriba sobre el pecho, de manera que el pulgar y el índice aprisionen el pezón.
Presiona éste con todos los dedos suavemente.
Toma la base del pezón con los dedos pulgar e índice y deslízalos hacia la punta.
Para terminar, vuelve a repetir los pasos anteriores sobre el pecho izquierdo.
Las piernas
Coloca las dos manos en el tobillo derecho de tu pareja –tumbada boca arriba-, con la diestra más cerca del pie y los dedos hacia fuera.
Desliza las dos manos hacia arriba, con la derecha en la parte interior del muslo y la izquierda en el exterior.
Cerca de la pelvis, gira las manos y deslízalas hacia abajo.
Coloca la mano derecha cerca de la rodilla y la otra un poco más arriba, con los dedos en la cara interior del muslo y el pulgar en el exterior.

Realiza una ligera presión con el pulgar de una mano y desliza la otra en dirección a la primera.
Repite los dos pasos antes de realizar el masaje en la pierna izquierda.

Los genitales
Este masaje se puede aplicar tanto para el hombre como para la mujer. Al realizarlo, sitúate en el lado derecho de tu pareja.
Coloca la mano derecha sobre los genitales y realiza un suave masaje mientras con la izquierda frotas el abdomen en movimientos circulares.
Sin interrumpir el masaje genital, desliza la mano izquierda desde el abdomen hasta el pecho derecho.
Después, toma el pezón con los dedos pulgar e índice y ve realizando un movimiento de rotación fuera y dentro de su área.
Ahora frota con la mano izquierda el hombro y los músculos del cuello del lado derecho.
Cambia la mano que realiza el masaje en los genitales mientras con la mano derecha frotas suavemente la parte interna del muslo derecho.
Para terminar, sitúate en el otro lado de su cuerpo y repite una a una las fases de la secuencia anterior sobre las mismas zonas del lado izquierdo

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar