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Día Internacional de la Mujer

María Masri: una figura del Hipódromo de las Américas

Un caballo de carreras que pasa más de 60 días en terapia intensiva a causa de una enfermedad que se anunciaba catastrófica, ¿a qué clase de porvenir puede aspirar? Si está bajo el cuidado del grupo de veterinarios que trabaja con María Masri Daba, el futuro será un regreso a la pista de competencia y una temporada de éxito contundente.

En el Hipódromo de Las Américas (HDA), gracias al talento de esta extraordinaria mujer, egresada de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, estas historias han dejado de ser casos insólitos: corceles que superaron padecimientos graves, como cólico con cirugía abdominal o parálisis en la laringe, para ocupar un lugar de honor en el círculo de triunfadores.

“No voy a negar que es uno de mis grandes placeres como veterinaria. Atender al caballo, notar su recuperación y verlo ganar en la pista. En situaciones así, inevitablemente pienso que el caballo tiene algo de mí. Al mismo tiempo, es una forma de sentir el aspecto más bello de mi profesión: ver cómo la mano del hombre ha tocado el corazón de un animal; cómo ha evitado que el caballo se convierta en un adorno de pastizal y recupere su esencia funcional: saltar, correr, realizar actos de charrería, etcétera”, asegura Masri Daba, asesora de la clínica veterinaria del HDA.

En la recuperación de los caballos, nada es producto de la casualidad. Es un logro que tiene sus raíces en el profesionalismo y la firme convicción de una mujer —lo que confirma, especialmente en una jornada como la de hoy, que la discriminación por motivos de género es una concepción que ya debemos suprimir definitivamente.

En dicho contexto, y en principio de cuentas, habría que señalar que en el ámbito equino de México difícilmente se encontrará a un especialista mejor preparado. Tras su formación en la FMVZ de la UNAM (donde mantiene actividades como profesora), Masri Daba ha obtenido grados de maestría (en las universidades de Florida y la Estatal de Louisiana) y doctorado (en su alma mater), así como distintas certificaciones (como las otorgadas por el Colegio Americano de Medicina Interna Veterinaria y el Consejo Nacional de Educación de la Medicina Veterinaria y Zootecnia). Por este nivel profesional, Masri Daba, quien también es miembro titular de la Academia Veterinaria Mexicana, ha sido invitada a colaborar en proyectos en Estados Unidos y Europa.

Para ubicar el origen de su pasión por los caballos, la especialista del HDA se remonta a sus años mozos, periodo en el que montaba para salto y empezó a enamorarse de la belleza de estos animales. Ahí también surgió su convicción de velar por ellos. “Llegué a ver corceles enfermos, que no podían superar una enfermedad, y yo me preguntaba por qué no se podía hacer algo más”, recuerda Masri Daba, quien en la UNAM descubrió que sí había muchas formas de ayudarlos.

Hoy, su capacidad para socorrer a un equino enfermo es ampliamente reconocida. Es una figura destacada de su profesión. Por supuesto, el camino no estuvo libre de obstáculos, entre ellos cierta desconfianza por su condición femenina. “Existía recelo en el mundo del caballo –como los caballerangos– e incluso con otros veterinarios, pero también hubo colegas que me apoyaron e inspiraron, que me enseñaron la forma de ganarme el respeto de todos: honestidad, profesionalismo absoluto y una convicción firme. Y cuando tu trabajo logra esa admiración, se te evalúa como médico veterinario, no como hombre o mujer”, señala la especialista.

A María Masri Daba no le interesa la posteridad en el museo de las mujeres mexicanas exitosas. Prefiere inspirar con su ejemplo y contribuir con la formación de más veterinarias, algo que está logrando con mucho éxito en la FMVZ de la máxima casa de estudios (por ejemplo, Claudia Cruz Villagrán, una de sus alumnas, transmite sus conocimientos en Australia, y Elena García Seco es cirujana en la FMVZ, UNAM). “Al enseñar medicina veterinaria, mostrando la pasión que siempre he sentido por esta maravillosa profesión, también estoy proyectando mi amor por los caballos. Contribuiré a la formación de mejores veterinarios que beneficiarán mucho a los animales”, concluye.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar