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Diego Luna entrevista El Libro de la Vida

Cuando se trata de crear mundos mágicos y maravillosos en la pantalla grande, no hay que buscar más lejos que los incomparables talentos del director Jorge Gutiérrez y el productor Guillermo del Toro. Con “El Libro de la Vida”, el dúo ha elaborado una vibrante fantasía-aventura que desafía las convenciones del género del cine animado.

 

Para Gutiérrez, “El Libro de la Vida” ha sido un proyecto que le apasiona desde que entró al mundo del arte animado. Inspirado por su propia vida de familia al crecer en México, la película también le rinde honores a las atemporales tradiciones culturales que aprendió de niño. La película relata la travesía de un héroe extraordinario, donde el joven Manolo viaja a través de varios mundos fantásticos de los vivientes y los inmortales para reunirse con su amor verdadero y defender a su pueblo.

 

Con una estética enteramente propia, la película voltea de cabeza la historia clásica con una mezcla decididamente moderna de acción, comedia, romance y música. Pero, con todo y su asombro técnico y visual, “El Libro de la Vida” es antes que nada una historia sobre las personas, sobre las familias y los héroes, sobre los enamorados y los soñadores. Éste es un “Libro” diseñado para atraer y remover el alma. Y, con la misma precisión con la que encabezaron al equipo de animación para realizar este mundo de ensueño, Gutiérrez y del Toro sabían que tendrían que elegir cuidadosamente al reparto de voz ideal que pudiera proporcionar la contraparte emocional del vívido arte en pantalla.

 

Llamando a Diego Luna.

 

Un realizador por derecho propio, Luna comparte más que simplemente una nacionalidad con Gutiérrez y del Toro. El actor-director nacido en México se ha convertido en una estrella internacional al tomar proyectos que son tanto complejos como satisfactorios. Ahora un joven padre de dos hijos, la llegada de “El Libro de la Vida” le ofreció su propio juego de desafíos creativos. Como Gutiérrez, se aventura en el mundo del cine de animación por primera vez haciendo la voz del personaje central de Manolo. Le pudo haber sorprendido un poco descubrir que había un elemento de canto involucrado. (Bueno, no un elemento, en realidad varias canciones clave). Pero la oportunidad de rendir honor a un rico pasado cultural, así como la motivación vocal de del Toro, finalmente cerraron el trato.

 

Al hablar con Luna acerca de su contribución a “El Libro de la Vida”, rápidamente descubrirán que el desafío artístico, aunque gratificante, fue finalmente eclipsado por algo más profundo. Encontró mucho en común con el viaje de Manolo, entendiendo la poesía de lo que es ser un soñador. Pero el regalo más dulce fue tener la oportunidad de crear un papel en una película que podría ser vista por sus hijos por primera vez. Para Luna, escribir ese colorido nuevo capítulo en la historia de su vida únicamente reforzó el mensaje y el atractivo de “El Libro de la Vida”.

 

PREGUNTA: Es una bonita coincidencia que muchos de tus coestelares, incluyendo tu director Jorge Gutiérrez, se están aventurando en el terreno del cine de animación por primera vez con “El Libro de la Vida”.

 

DIEGO LUNA: Sí, es mi primera vez. Una vez trabajé en una versión de una película para Latinoamérica, pero eso es distinto. Ésta es la primera vez en que me involucro desde el principio, desde el momento en que los personajes eran esbozos. Es un proceso muy agradable porque eres parte del desarrollo de todo el personaje y en cambio lo que hice antes fue simplemente plasmar mi voz en una película que ya existía.

 

PREGUNTA: Dados el poder y los estándares del género animado actualmente, muchos actores están ansiosos por aceptar el desafío de grabar su actuación. ¿Qué te intrigó más de ser Manolo en “El Libro de la Vida?”

 

DIEGO LUNA: Tengo hijos y quiero compartir mi trabajo con ellos. Mi hija dijo algo el otro día que fue muy gracioso. Nuestro dentista le preguntó, “¿Has visto las películas de tu papá?” Ella dijo, “No, no, no. Yo no puedo verlas”. El dentista estaba como, “¿Por qué?” Ella le dijo que porque hay películas para niños y luego están las que hace su papá y están en una sección completamente diferente. [SE RÍE]. Tiene cuatro años y lo entiendo por completo, ¿sabes? Le digo que voy a ir a hacer algo, pero ella nunca ha podido verlo. Así que por primera vez voy a poder compartir lo que estoy haciendo con mis hijos. He podido compartir todo el proceso con ellos. Creo que fue eso y también que el mundo de la animación ha cambiado drásticamente. Es un mundo muy interesante. Estás involucrado desde el principio. Graban tu cara cuando estás diciendo los diálogos. ¿Ves los muchos gestos que tiene el personaje, las caras que hace? Los animadores tienen esas imágenes mientras están animando. La línea entre lo que es real y lo que no es muy delgada. Siempre me ha encantado ver películas animadas y hay mucho que puedo hacer como actor que las películas que hago normalmente no me permiten, como ser bobo o, como en “El Libro de la Vida”, cantar. Ni siquiera sabía si era capaz.

 

PREGUNTA: ¡Y no sólo cantar, sino canturrear canciones de Radiohead!

 

DIEGO LUNA: ¡Canto Radiohead! Canto una canción de Elvis Presley que él hizo famosa. ¡También dos originales de (el compositor de la película) Gustavo Santaolalla! ¡Mis grupos favoritos han sido producidos por Gustavo!

 

PREGUNTA: La pasión con la que el director Jorge Gutiérrez explica “El Libro de la Vida” es difícil de resistir. Suena como si ese entusiasmo jugó un papel para también querer grabar la voz de Manolo cantando. ¿Algo de presión del productor Guillermo del Toro te ayudó a decidirte?

 

DIEGO LUNA: Cuando los realizadores llegaron y me mostraron el guion, nunca dijeron, “Tienes que cantar”. [SE RÍE] Tenían un Plan B que era, “Encontraremos una voz similar a la tuya”, lo que hacen muchos. Se acercaron a mí por mi voz. Lo primero que fue rarísimo fue que llegué y Jorge me hizo una presentación. Guillermo del Toro estaba ahí diciéndome, “¡Tienes que hacerlo! ¡Tienes que hacerlo!” [SE RÍE] Jorge me mostró un poco del personaje, que habían animado con mi voz. Yo dije, “¿Qué?” Grabaron cosas de mis otras películas y lo animaron. ¡Hicieron el casting de mi voz sin que yo supiera! [SE RÍE] Cuando lo vi, tuvo sentido, ¿entiendes? No había lugar para decir, “No sé si esto va a funcionar, Jorge”. ¡Funcionó a la perfección! Pero luego me dijeron que había mucho canto. Yo dije, “Uff”. Lo pensé un rato. Recuerdo haberle dicho a Jorge, “¿Sabes qué? No quiero que mis hijos me pregunten en la casa, ‘Papá, ¿puedes cantar esa canción?’ Y yo diga, ‘Ve y aprieta play en el estéreo, ¿y luego hacer playback para ellos? No lo iban a creer. Odiaba la idea de que reconocieran que no era mi voz. Así que dije, “Por favor dame una oportunidad”. Jorge estaba bastante seguro de que podría hacerlo. Gustavo estaba un poco más, como decirlo, cauto. [SE RÍE] Les dije, sólo déjenme trabajar con dos canciones y denme algunas semanas para entrenar. Me hicieron trabajar con un entrenador impresionante. Llegamos al estudio y le enseñamos a Gustavo y estaba muy contento. Todos creyeron que podía hacerlo y desde ese momento no volví a tener dudas.

 

PREGUNTA: La pasión de Jorge ciertamente es formidable.

 

DIEGO LUNA: Si no tuviera ese entusiasmo, si no tuviera esa hambre, nunca hubiera hecho “El Libro de la Vida”. No es fácil hacer “la primera”. No es solamente el hecho de que la animación es difícil, es un largo camino y es un camino que está sobre todo en los hombros de una o dos personas. Y él está haciendo la primera película animada que realmente explora la cultura y la riqueza y la complejidad del mundo latino. Tuvo que convencer a todos. Fue esa entrega, esa energía, esa pasión lo que lo hicieron tener éxito. Tenía una tarea difícil e hizo un gran trabajo. Cuando ves la película, ves esa pasión y alma detrás. Ves esa luz, esa gran estrella detrás de la película y es la pasión por este proyecto y la oportunidad de ser él mismo como director. Ha estado trabajando en la animación y aprendiendo de los mejores, pero quería hacer una película sobre él y lo logró.

 

PREGUNTA: Mucho de lo que el público aprenderá está sobre los hombros de Manolo, que es el punto focal de “El Libro de la Vida”. ¿Cómo querías resaltar las fortalezas de este papel clave?

 

DIEGO LUNA: Esto es algo que Jorge y yo teníamos muy claro. Queríamos evitar caer en el estereotipo del protagonista de estas películas, como que fuera “el personaje torpe”. De hecho, la idea era crear un hombre muy humilde, muy honesto donde todo para él se tratara verdaderamente del amor. Tan simple como suena, es también muy difícil no caer en la trampa de intentar ser gracioso. Las películas animadas y las caricaturas te permiten ser bobo y es fácil caer en eso, pero aquí era importante para nosotros mantener la integridad del personaje y mantenerlo cerca de quiénes somos realmente. Hasta la voz, necesitaba ser muy clara, muy real, el canto tenía que venir del corazón. No se trataba de la habilidad para cantar. Se trataba de la honestidad donde salen las palabras como si estuviera pensando lo que está cantando. Todo se trata de un director loco pidiéndole a su actor todo el tiempo de mantenerlo realista en una película animada que a veces puede ser casi imposible.

 

PREGUNTA: Tus coestrellas, incluyendo a Channing Tatum y Zoë Saldana, fueron seleccionadas porque tenían el tono emocional que Jorge quería alcanzar con “El Libro de la Vida”. ¿Este multiculturalismo también mejora la experiencia del público?

 

DIEGO LUNA: Creo que sí. Creo que lo único que tiene un contexto específico es la historia. Pero aquellos que cuentan la historia deben venir de un mundo lo más diverso posible. La riqueza puede venir de eso. Nunca cuestiono quién está contando la historia y de dónde son. En términos de los actores, estamos tan acostumbrados a ver australianos o británicos interpretando estadounidenses o vice versa. Pero cuando se trata de Latinoamérica, nos podemos poner difíciles. Decimos, “¡No hay forma! No pueden hacerlo”. ¿Cómo que no pueden hacerlo? Sí, sí pueden y de hecho el resultado va a ser más rico, con toda seguridad. Estoy bastante contento. No hubo prejuicios en este casting, de que todos tuvieran que ser mexicanos o que nadie tuviera que ser mexicano para hacerlo funcionar en el mercado general. Lo que es muy lindo es esa mezcla que creó Jorge, esa mezcla de voces, acentos y energía. ¡Digo, vamos! Cuando estábamos grabando la canción para el final, ¡fue impresionante! Tienes a un actor que nunca ha hecho animación, o sea yo, que nunca antes ha cantado, ¡cantando junto a Plácido Domingo en el mismo estudio! Tienes a Channing, tienes a Zoë. Todo es el resultado de la necedad y demencia de nuestro director que nunca permitió que ningún cliché, que ningún prejuicio arruinara esta película. Dijo, “¡Es la primera, no podemos compararla con nada, así que vamos adelante!” Creo que el resultado es bastante impresionante.

 

PREGUNTA: Las primeras reacciones al arte de “El Libro de la Vida” es que ha generado mucho interés por parte de los espectadores por su originalidad. Sin embargo, la gente realmente no sabe lo que le espera una vez que vean la película entera. Es difícil describir su visión original.

 

DIEGO LUNA: Vamos a mundos que son cálidos y emocionantes y coloridos. La cantidad de detalle en la animación, cada cuarto, cada espacio, cada uno de estos personajes es increíblemente bello. ¡Pero es difícil describirlo! Definitivamente es una película que no puede compararse con ninguna otra. Te sientas y es realmente un mundo nuevo en términos de animación. No puedes decir, “Ésta es otra de esas películas que ocurrieron así o así”. Ésta es especial y única.

 

PREGUNTA: Si Manolo aprende para el final de “El Libro de la Vida” a escribir su propia historia, ¿qué parte de tu propia narrativa te ha proporcionado un sentimiento de orgullo?

 

DIEGO LUNA: Supongo que la oportunidad de siempre estar explorando. Eso es algo que me da mucho orgullo por haber encontrado la forma de siempre enfrentar nuevos desafíos. Nunca me he tomado muy en serio. Pero siempre estoy listo para fracasar. No me importa, estoy joven. Al mismo tiempo, siento que he recorrido mucho camino y no estoy cansado. ¡Me siento muy feliz porque hay mucho más por explorar!

 

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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