DISCURSO del científico ecuatoriano portavoz de la Nasa
Gracias al Senado de Docentes de la Universidad Estatal de California, al comité de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de Computación, a nuestro decano Dr. Kevan Shafizadeh, al director de mi departamento, Dr. Troy Topping, por haberme seleccionado como receptor de este premio.
Al recibir este honor quiero meditar por un momento sobre una pregunta simple. ¿Cómo llegué hasta aquí y quién me ayudó a llegar aquí?
Soy el producto de esas semillas puestas en mi vida por otras personas. Ellos son 1. Mis Padres, 2. Mis maestros, 3. Mis profesores universitarios y 4. Mis verdaderos amigos. Muchos de ellos presentes hoy desde el extranjero en Ecuador, Colombia, Alemania, Suiza, España y mis amigos y familiares más cercanos en los Estados Unidos. Comparto este premio de manera espiritual con todos ellos.
Un abrazo grande a todos los que me acompañan hoy desde el Ecuador, Colombia, Suiza y España.
Heredé la ética de trabajo de mi padre y heredé la paciencia y la perseverancia de mi madre. Cuando mi padre vivía, me dijo una vez: “Mi Hijo, cuanto más éxito tengas, se más humilde”. Este día hago honor a esas palabras y recibo este premio con humildad y gratitud con las personas que contribuyeron a mi éxito.
Este premio es un ejemplo del logro del Sueño Americano para un inmigrante que vino de la Cordillera de los Andes en Quito, Ecuador. El día que llegué a la Universidad de California Berkeley en 1974, conocí a un profesor de Ingeniería Mecánica que me dio la bienvenida y me dijo: “Ten en cuenta para todo lo que hagas aquí. No mañana, No mañana”. La lección: Usa el tiempo eficientemente y no dejes nada para mañana que puedas hacer hoy.
Agradezco al maestro en mi escuela primaria que dijo: “El minuto que pasó se fue para siempre e incluso el segundo que pasa nunca volverá”.
Estoy agradecido con mi maestro de álgebra de mi colegio secundario que me enseñó “Por qué menos por menos da más”.
Estoy agradecido con el Profesor de Física en mi primer año en la Politécnica Nacional que me inspiró a amar la física, me inspiró a encontrar una explicación para todo, lo que se convirtió en el amor por la Ingeniería Mecánica.
Estoy agradecido con dos de mis profesores de la Universidad de California, Davis presentes aquí hoy que cultivaron en mí la motivación para perseverar y obtener un doctorado. Ellos inspiraron en mí el amor por enseñar en la universidad y hacer una diferencia en la vida de los estudiantes.
Agradecido con mi amigo y compañero de clase con quien pasamos incontables horas juntos estudiando y trabajando en el laboratorio.
Agradecido con el profesor que me inspiró a ingresar a la Sociedad de Modelado y Simulación y me ayudó a comenzar mi investigación.
Agradecido con mis colegas en Alemania, Suiza y Francia que me invitaron a ser Catedrático visitante en universidades del extranjero.
Agradecido con el director del Departamento de Guía y Control del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, presente hoy quien me invitó a ser miembro del equipo de ingeniería en el Control de la Misión STS-114 del Transbordador Espacial Discovery y por los proyectos de la NASA que continúan hasta el día de hoy.
Agradecido con el director de asuntos públicos de la NASA que me inspiró y confió en mi a ser portavoz de la NASA.
Agradecido con el director y el personal de California Space Grant que hacen posible financiar la investigación de mis estudiantes. Cuatro de ellos continuaron sus estudios de doctorado y uno ahora es ingeniero permanente en la NASA Armstrong.
Finalmente, estoy gradecido con el liderazgo de la Patrulla de Caminos de California (CHP) por nuestra asociación que extiende la investigación de la NASA a los vehículos terrestres.
Cierro con este pensamiento final. Nuestras vidas son como un río, siempre avanzando. Debemos vivir el presente, planificar el futuro y no mirar atrás a los errores del pasado. Más bien debemos aprender de ellos y avanzar siempre. Si hacemos eso, la vida será sencilla, feliz y el éxito seguirá a eso.
Muchas gracias.
José J. Granda, PhD
