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Efraim Espino rinde homenaje a la cosmovisión indígena en su exposición Metáfora Onírica

Figuras fantásticas y místicas inspiradas en las grandes civilizaciones americanas, caracterizan su obra.

Efraim Espino (Panamá, 1957), uno de los representantes más importantes de la pintura contemporánea en Latinoamérica, exhibe Metáfora Onírica del 30 de mayo al 26 de julio en la galería La Silvestre Atelier.

Las 21 obras que conforman la exposición  son la sorprendente realización de mundos imaginarios: líneas que van acentuando la materia, el color pigmentado, texturas y una característica de elementos sonoros: un método propio de transferencias que logran constituir la fusión plena entre mundos extraños de figuras oníricas.

Para Efraim Espino la metáfora onírica “es un sueño elaborado y llevado a un espacio poético; el inconsciente colectivo que guarda la sabiduría de culturas ancestrales. Lo onírico es una revelación de un mundo perdido, que nos devuelve a través de los sueños a la verdadera realidad”.

En la obra de Efraim Espino existe una transformación sucesiva, una revelación cromática y un cinetismo de las formas, algo que  remite a una resonancia visual. Un vacío de unidad armonizada, por las metáforas del color. La pigmentación y las estructuras, como textura, que convergen poéticamente entre sus dos maestros de materiales pictóricos: Luis Nishizawa y Rufino Tamayo.

“Mi obra tiene una profunda conexión con las civilizaciones indígenas americanas; las imágenes totémicas y su cromo-cosmología -sus colores, su arquitectura, su visión del universo-“, afirma Espino.

Para el artista que ha vivido más de treinta años en Dinamarca, la influencia de las culturas Maya y Azteca ha sido fundamental para desarrollo del arte actual, “los colores como el rojo o el azul, los diseños arquitectónicos o los símbolos, son una de las aportaciones más grandes hechas a la humanidad”.

En Metáfora Onírica, lo fantasmal entre color y líneas,  ofrece una formulación teórica que posee un signo poético abstracto de los elementos.  “La partitura de atracción y repulsión. Imágenes de silogismos y analogías,  generando un principio universal: la música y el tiempo”, porque para el artista panameño, cada color plasmado en su obra, contiene un sonido, “notas que han sido ejecutadas a través de la historia”, señala.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar