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Grand Hyatt Playa del Carmen, lujo y sofisticación en el corazón de la Riviera Maya

La sofisticación del espectacular resort ha sido reconocida con el galardón Cuatro Diamantes AAA, mientras que Cenote, su spa de lujo, es considerado uno de los mejores del mundo.

El lujo y la sofisticación tienen un nombre: Grand Hyatt Playa del Carmen. Esta propiedad, cuyos galardones incluyen el de mejor spa de lujo del mundo y el premio Cuatro Diamantes, ofrece a sus huéspedes una experiencia única que materializa el lujo en cada detalle, desde su llamativa arquitectura, su cocina de altura y hasta su ubicación en el corazón de la Quinta Avenida de Playa del Carmen.

Con una espectacular vista hacia el azul turquesa del Mar Caribe, el bello espacio fue diseñado por el despacho del arquitecto Sordo Madaleno y el reconocido artista mexicano César López- Negrete quienes, a través de obras de arte, texturas y luz consiguieron representar armonía y balance incluyendo en el diseño elementos de la vida marina y la cultura Maya que envuelven a los huéspedes desde su llegada a este espectacular resort.

Cada paso al interior es sinónimo de belleza artística y arquitectónica ya que, en los muros de los pasillos y habitaciones, los huéspedes pueden descubrir más de 200 piezas que fueron creadas en exclusiva para el hotel e inspiradas en restos de corales encontrados en la orilla de la playa al atardecer.


Sin duda, La Pirámide, una fuente con impresionante estructura que da la bienvenida a los huéspedes en la entrada del hotel, es otro de los elementos más emblemáticos que transmite a los viajeros la belleza y majestuosidad de la cultura maya, rindiendo honor a la pirámide de Chichen Itzá.

Para aquellos que buscan una experiencia de conexión con los sentidos, Grand Hyatt Playa del Carmen diseñó Cenote Spa, inspirado en los místicos cenotes propios de la Península de Yucatán. Este espacio, que fue galardonado en 2018 como el mejor del mundo, combina una arquitectura espectacular con productos de spa exclusivos, convirtiéndolo en un verdadero santuario para el bienestar del cuerpo, la mente y el espíritu.

No sólo el diseño de Grand Hyatt Playa del Carmen es excepcional, también lo es su cocina de altura en tres espacios inigualables: The Grill, un vibrante restaurante que ofrece una exquisita variedad de cortes Premium, así como mariscos cocinados a la parrilla; es un verdadero deleite para la vista y el paladar. Además, en La Cocina cada día se puede disfrutar de la mejor gastronomía mexicana con toques internacionales acompañada de una preciosa vista al mar turquesa. 

La oferta culinaria además incluye Sushi ‘N’ Raw Bar un concepto único frente al mar que combina a la perfección el plato tradicional japonés con un ligero toque del Caribe, creando una explosión de sabores para los paladares más exigentes.

Para disfrutar de toda esta experiencia, Grand Hyatt Playa del Carmen ha lanzado un especial en su categoría de Habitaciones Premium y Suites con descuento de 15% hasta el 28 de abril de 2020.

Las 314 espaciosas habitaciones del hotel son piezas cómodas y acogedoras que se convierten en refugios para escapar después de un largo día. Las habitaciones varían de estándar a suite presidencial, cada una con la famosa cama Grand HyattTM, sábanas de 300 hilos y ventanas de piso a techo.  De ellas, 36 son suites con balcones o terrazas, diseñadas para envolver a los viajeros en la sensación de un oasis en medio de una atmósfera de informalidad sofisticada, con vistas a las impresionantes aguas del mar Caribe y a un manglar natural conservado de manera única al interior de la propiedad. 

El hotel inaugurado apenas en 2015 es el único Grand Hyatt en México, convirtiéndose, sin duda, en el toque elegante de la vibrante Playa del Carmen. Por su privilegiada ubicación, Grand Hyatt Playa del Carmen es el punto de partida ideal para explorar las maravillas de la Riviera Maya: parques ecoturísticos, cenotes, ruinas y templos de la cultura maya, encuentros con comunidades mayas, vida nocturna, compras y más.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar