Guía para que tu quincena alcance si eres Gen-Z
Tres reglas básicas para que no tengas el agua hasta el cuello antes de tu siguiente pago
En los primeros años de vida laboral, en los que debes aprender a administrar tus finanzas personales, es común que tengas el debate entre ser un adulto responsable que paga su renta a tiempo o comprar tu abono para el Corona Capital, un nuevo smartphone o cualquier otro gasto que termina por hacer que llegues roto al final de la quincena. Sin embargo, adoptar unas cuentas buenas prácticas puede ser la solución.
“Tomando en cuenta que 53% de los egresados de universidades privadas y 42% de los egresados de instituciones públicas trabajaban desde antes de concluir la universidad, la Generación Z, cuyos jóvenes más grandes tienen ya 23 años, parece ser prometedora cuando de finanzas personales se trata”, dijo Catalina Undurraga, country manager para México de Roomgo, la comunidad de flatsharing más grande en línea.
Sin embargo, en esta transición entre universitario y profesional, estirar tu salario es una tarea que, a veces, pinta imposible. Por ello, la vocera de Roomgo compartió las tres reglas básicas para tener un estilo de vida más inteligente y darle más tiempo de vida a tu quincena.
Haz un presupuesto
Éste quizás es el consejo más cliché y viejo del libro. Sin embargo, según la última edición de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), sólo 37% de los adultos que lleva un registro de sus gastos.
Tomando en cuenta los desembolsos, la experta propone que, para elaborar tu presupuesto, contemples:
Tus ingresos totales.
Gastos fijos. Renta, alimentos, transporte, luz, agua, gas, teléfono e internet, celular, tarjetas y servicios de streaming.
Gastos ocasionales. Salida al cine o de fiesta, cafés, cenas, los festivales o conciertos imperdibles.
Ahorro. De acuerdo a tus posibilidades.
Gastos imprevistos. En caso de emergencia.
Adicionalmente, para saber si tus finanzas son sanas, la Condusef también recomienda revisar que tus ingresos sean mayores a todos tus gastos. Si estos sobrepasan tu capacidad, identifica los focos rojos y ajusta tu presupuesto.
Por ejemplo, si la suma de transporte y servicios básicos como luz y agua es muy grande, además de que tienes poco tiempo por el trabajo, quizás puedas economizar en tus cuentas de películas en streaming buscando un plan más básico. Además, le puedes bajar a tus macchiatos, lattes y avocado toasts que te pueden llegar a costar hasta 150 pesos en una sola visita.
Limita tus gastos por impulso
No tiene nada de malo darte un par de gustos cada quincena, como un gadget nuevo, un set de maquillaje o una pequeña sesión de shopping durante las rebajas. Sin embargo, recurrir al tarjetazo o gastar el dinero que ya habías apartado para otros pagos desestabiliza tu cartera.
Si ya has realizado una o dos compras de este tipo, controla el impulso y mejor planea esa compra, en lugar de recurrir a tu tarjeta de crédito, pues podrías incrementar tus deudas. Asimismo, procura que éstas no excedan los 600 pesos a la quincena.
Opta por compartir
Vivir con roomies es una medida idónea para hacer más ligeros los gastos, ya que además de la renta, puedes dividir en dos o tres personas lo que destinas a los desembolsos básicos de servicios.
“El flatsharing es una práctica común y atractiva entre los jóvenes, pues vuelve a las ciudades más accesibles. De esta forma, puedes elegir con más flexibilidad las zonas de la ciudad que más te gustan, sin sufrir por la cuestión económica”, concluyó la experta de Roomgo.