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Hablemos de viajes y de cómo protegernos en ellos

En México, según el INEGI, del total de viajes al año, el 75.4% son dentro de la República, el 16.2% se trata de personas que entran al país y el 8.4% son viajeros que salen al extranjero. Además, del total, un 5.9% son específicamente de negocios y 11.6% corresponden a excursiones[1]. La importancia del sector puede verse reflejada en el aumento del número de pasajeros: en 2017, de acuerdo a cifras del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, hubo más de 44 millones, en comparación con los más de 41 millones de 2016. Para simplificarlo, esto significó un incremento del 7% en un año.
Los viajes representan muchas cosas: un impulso importante al turismo, la posibilidad de explorar nuevos sitios o grandes oportunidades de negocio que pueden hacer la diferencia en una empresa. La mayoría de los trayectos, por otro lado, se realizan en grupos, más que de forma individual.
Sin embargo, aparte de los beneficios y de los aspectos positivos al viajar, existen riesgos que, si se considera la distancia y en ocasiones el idioma, dificultarían encontrar fácilmente una solución: imaginemos, por ejemplo, que el equipaje se demora o se pierde definitivamente. Esto impactaría al viajero, tanto por el costo de los bienes en sí, como por las molestias y gastos adicionales que surgen como consecuencia.
Para estos y otros casos, existen los seguros de viaje. Pero, ¿existe un único tipo? Claramente no. Hay diferentes productos con distintas ventajas, según las necesidades. Entre ellos, uno del que quizá no se habla tanto, pero engloba muchos beneficios, es el seguro de viaje empresarial.
¿De qué se trata?
Los seguros de viaje empresariales son productos que amparan a cada uno de los miembros de un grupo que se incluye en la póliza. Al tratarse de un seguro colectivo, se puede elegir entre diversas coberturas opcionales que protegen a todos los viajeros.
Las empresas pueden beneficiarse ampliamente de este tipo de seguros. Si es necesario enviar, por ejemplo, a un equipo de trabajo en representación de un área o de la compañía, se podrá realizar con tranquilidad, no sólo en el aspecto financiero, que es muy importante, sino también en el lado humano y personal.
Esto, además, puede ayudar a garantizar la continuidad del negocio. Ante un evento amparado por la póliza, existen coberturas que permitirían atender al empleado afectado y ofrecen la posibilidad de enviar a un suplente para cumplir con las funciones asignadas. Desde esta perspectiva, el trabajador es considerado como el eje central de la organización, un pilar fundamental de la llamada Responsabilidad Social Empresarial.
Un buen seguro de este tipo debe contemplar, como cobertura básica, la muerte accidental y las pérdidas orgánicas ocasionadas durante el viaje. Pero no sólo eso, existen coberturas adicionales por las que se puede optar para robustecer el producto: la pérdida o la demora del equipaje o, incluso, pérdida del vuelo. Así, tanto la compañía como los propios asegurados sabrán que cuentan con un respaldo integral en todo momento.
Chubb, a través de su línea ABA, tiene a disposición de sus clientes el Seguro de Viajes[1]. “Amparados en la solidez que caracteriza a toda nuestra gama de productos, nuestros seguros de viajes corporativos ofrece una amplia gama de coberturas y servicios adicionales ofreciendo soluciones flexibles y tiempos de respuesta que se adaptan a las necesidades más exigentes de nuestros clientes. Los sectores Empresariales y de Transporte en Mexico se han venido desarrollando de manera acelerada y están estrechamente relacionados: se estima que el llamado “turismo de reuniones”, que engloba los viajes empresariales, ha significado una contribución económica de 25 mil millones de dólares, según la Secretaría de Turismo[2]. Nosotros en Chubb, estamos comprometidos a responder con calidad a las necesidades de los viajeros y de las empresas que confían en nosotros”, señaló Jorge Lahera, Sub director de Seguro de Viajes de Chubb Seguros México.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar