Un ser humano con un balance en su vida, no solo reflejará buenos resultados en sutrabajo, también hacia la sociedad: Alberto Cordero
Muchos seres humanos alrededor del mundo dicen sentir “odio a los lunes”, el día siguiente de disfrutar de varios días de descanso, días, donde los hábitos laborales se rompen e incluso los horarios se ven afectados por desconectarse de la rutina diaria.
Por lo general esos seres humanos, se sienten cansados y deshabituados. Este sonado “odio” llega muy comúnmente a través de las redes sociales, plataformas donde por lo general, muchos de los usuarios se quejan de sus vidas, Para quienes los leen, piensan que su vida es igual o peor que las de ellos.
Para el escritor y conferencista mexicano Alberto Cordero, para evitar este sentimiento, hay que comenzar a ver el trabajo de manera distinta y no solo como un factor para recibir una remuneración económica.
“Hay que ver al trabajo como una obra de arte, donde uno mismo es el artista y el único creador de sus días. De ellos depende que sean malos o muy buenos. Para ello, hay que darle un toque personal, para verlo de manera diferente. Cada día es una nueva oportunidad para reinventarse, crear nuevos proyectos, aportar ideas,llevar a cabo actividades físicas y comenzar con un buen desayuno que brinde energía. Despertar con un propósito claro cada semana, ayudará a llenarse de expectativas e ilusiones”. Señala.
Otra de las necesidades de los seres humanos en el trabajo, es el sentirse valorado. La fórmula para que esto suceda, es llevar a cabo el trabajo con gusto y dedicación. Esto dejará volar su creatividad, pero sobre todo dejará salir el sentido del amor y de pertenencia por lo que se realiza.
“El gran Steve Jobs hablaba del poder de tocar el corazón de los seres humanos, fue lo que el mismo hacía todos los día a través de SENTIR y AMAR lo que realizaba” declara Cordero.
Un ser humano bien establecido y centrado, podrá aportar grandes ideas a su organización pero sobre todo a su entorno personal y a su sociedad. Amar lo que se hace no significa no tener una vida, denota responsabilidad, disciplina, pero sobre todo refleja la estabilidad de esa persona.