La casona más embrujada de Morelia está en el Centro Histórico

Morelia es uno de los sitios más bellos de todo México, sus calles, su arquitectura en cantera rosa, sus miles de monumentos históricos hacen que la capital michoacana sea digna del título de Patrimonio de la Humanidad; sin embargo, además de belleza y magnificencia, este lugar también oculta un sinfín de historias y secretos.

Uno de los misterios más recientes e inexplicables, se da en una antigua casona ubicada en el número 449 de la calle de Allende, en pleno Centro Histórico de la ciudad. Una gran cantidad de personas que la han visitado o han trabajado ahí sostienen que es el lugar más embrujado de todo Morelia, pues apariciones y sonidos extraños se manifiestan constantemente.

Se cree que el mito empezó a tomar fuerza en el año 2000 cuando la casona fue abierta al público ofreciendo exposiciones que tenían que ver con lo sobrenatural, por ejemplo: durante un tiempo fungió como museo de La Santa Inquisición y otra temporada albergó el Museo de Brujería. Todos estos temas atrajeron energías fuertes y negativas que se quedaron para siempre entre las paredes de la casa.

Algunos de los visitantes del museo afirman haber visto a un niño, sentido escalofríos, o percibir la presencia de alguien, aunque en realidad no había más personas en la sala, vieron sombras, escuchar risas infantiles e incluso pudieron observar como algunas piezas del museo se movían por sí solas. Por si esto fuera poco, la propiedad tiene un oscuro túnel en el sótano, se cree que conduce a la Catedral, pero nadie se ha atrevido a cruzarlo por su aspecto aterrador, hoy en día está cerrado.

Actualmente la casona es propiedad privada. Se dice que cuando las historias sobrenaturales del lugar se empezaron a intensificar, el dueño del lugar rompió el silencio y contó que, al hacer remodelaciones y excavaciones para reparar la casa, hallaron algunos cuerpos, entre ellos el de un niño de aproximadamente 7 años, incluso dijo que había cadáveres en las paredes.

Remontándonos a los orígenes de esta propiedad, se rumora que pertenecía a un desalmado ladrón y asesino, quien escondía a sus víctimas en tumbas que cavaba en el patio de la casa, de ahí que se hayan encontrado cuerpos sepultados.

En este momento, la casona se encuentra cerrada al público, pero aún varios curiosos pasan por su fachada y se asoman para ver si pueden observar un poco al interior. Y tu ¿te atreverías a entrar?

Para más información se puede consultar la página oficial de Turismo de la Secretaría de Turismo de Michoacán: https://michoacan.travel/