La generación NoMo rompe con los esquemas tradicionales de familia: sin hijos por elección
- La participación de las mujeres en el sector político, económico y social, ha influido para que se reduzca el número de hijos
- El bagaje cultural y la preparación profesional influye en algunas mujeres que deciden no tener descendencia
- Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), el 8.6 % de las parejas mexicanas no tiene hijos.
México D.F., a 16 de diciembre del 2014.- En los últimos años, la incursión de las mujeres en el ámbito laboral ha significado romper con los cánones sociales previamente establecidos, ya que se alejan de los estereotipos tradicionales y anteponen sus propios principios, bajo este supuesto es cada vez más común que el fecundar deje de ser una prioridad.
Las mujeres que por decisión optan por no tener hijos, forman parte de una nueva corriente ideológica denominada “Generación NoMo” (Not Mothers), este término fue promovido por la Asociación Británica Gateway Women, y creado por la psicoterapeuta Jody Day en el año 2011; la también autora del libro Rocking the life unexpected, expone que los motivos por los que una mujer se niega a la maternidad van más allá de la cuestión biológica. Lo que esta asociación busca, es el respeto de una sociedad que se basa en la creencia de que una mujer debe dar a luz por lo menos una vez en su vida.
En países con economías desarrolladas como Francia, Inglaterra, Alemania e Italia, el porcentaje de natalidad es de menos de uno, esto es indicativo de que, a mayor desarrollo profesional de la mujer, menor es el porcentaje de maternidad. Si nos remitimos a cifras, en países como Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos, Canadá y Australia, una de cada cinco mujeres está llegando a los 40 años de edad sin tener hijos.
Retomando los datos proporcionados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en México la maternidad se ha postergado entrada la década de los 30 y por lo general se da entre las clases medias urbanas, sobre todo en aquéllas que ocupan puestos directivos, gerenciales y artísticos; es decir que, el 8.6% de los hogares están formados por parejas sin hijos, aunque cabe mencionar que el porcentaje de baja natalidad en nuestro país todavía se queda lejos a comparación de los países europeos, en donde 2 de cada 3 parejas no tienen descendencia.
Según una encuesta realizada por Estudios Sindicados de De la Riva Group a mujeres entre 31 y 50 años, éstas han comenzado a dedicar el tiempo y espacio a sus propósitos, metas y aspiraciones, dejando de lado el rol de ser mamá. Por otro lado, de acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de estadística y Geografía, INEGI, el promedio de hijos que tenían las parejas mexicanas entre 1969 al 2009 se redujo de 7 a 2.4; esto se debe en gran parte a las medidas políticas poblacionales de la segunda década de los años 70, en donde se establecía que la familia pequeña vivía mejor, posteriormente, la participación económica, social y política de la mujer tuvo repercusión directa sobre este hecho.
Es de relevancia destacar que en México aún no existen las condiciones óptimas para que las mujeres puedan ser empresarias o grandes ejecutivas de compañías, y que a la vez puedan sostener una familia sin que esto implique una división de su persona; al respecto, la estratega de negocios y CEO de Bempowering, Esther Murow, menciona que “Las empresas no están preparadas para que las mujeres puedan desempeñar su trabajo de manera exitosa sin que tengan que tomar como opción no tener hijos, por ejemplo, en países de Europa los corporativos cuentan con guarderías e incluso los hombres se toman un año sabático cuando nace un bebé para apoyar en todo momento a su esposa. Paralelamente, en México la mayoría de los centros de trabajo no cuentan con servicio de guardería, y pagar una implica un gasto muy fuerte, ya que en la mayoría de los trabajos ésta no es una prestación de ley”.
A pesar de que las condiciones laborales en nuestro país no son óptimas para que el sector femenino se desarrolle profesionalmente, existen algunos casos de éxito, por ejemplo, Olga Sánchez Cordero, abogada mexicana, en la actualidad se desempeña como Ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y fue la primer mujer que ejerció como Notaria; es importante señalar que su triunfo laboral no fue obstáculo para que también desempeñara el rol de madre.
Otro factor determinante para que la población femenina en México decline en cuestiones de procreación, atiende a que el nivel de estudios mínimos se ha elevado y que las áreas de oportunidad laboral se han expandido hacía nuevas posibilidades para la mujer. “Actualmente una de cada cinco mujeres con estudios de bachillerato o licenciatura se encuentra decidiendo ya no tener descendencia, mientras que estos porcentajes son mínimos entre mujeres con menor nivel de escolaridad”, señala Carlos Welti, Economista, Sociólogo y Demógrafo del Instituto de investigaciones de la UNAM.
La consultora Esther Murow, nos comenta que existen falsas premisas que giran alrededor de la decisión de no ser madre, por ejemplo, no se debe tomar una decisión extrema respecto a procrear o dedicarse a la vida laboral, otra es que si no tienes aptitud para ser madre no tienes por qué serlo. Tener hijos o pareja no es el único medio de realización de una mujer, hay una parte importante en donde se puede estar realizado sin empoderar factores.
Parte de lo que hace tomar a una mujer la decisión de no tener hijos tiene que ver en gran medida con su propia personalidad, con su bagaje emocional y sentimental, y con sus expectativas hacia el futuro. “Las mujeres nos hemos dado el derecho de elegir a ser lo que queramos: nuestro estilo de vida, nuestra decisión de querer ser o no madres, en qué trabajo queremos estar y hacía dónde queremos enfocar nuestras vidas. Hoy somos capaces de tomar la elección que más nos convenga a nivel personal”, comenta Esther Murow.
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