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LA MUJER DE TUS SUEÑOS INSTRUCCIONES PARA ENAMORARLA (FABIO FUSARO Y BOBBY VENTURA) – La mona, aunque se vista de seda, mona queda

Yo era lo que se dice un tipo con las prioridades económicas algo cambiadas.
Todavía vivía en la casa de mis viejos, pero me había comprado un auto increíble. Una coupe Honda CRX Del Sol. Sólo dos asientos. Colorada, por supuesto. El techo se le mete en el baúl, apretando un botoncito. Recién ahora le estás copiando el sistema. Como decía mi amigo Alduna: “Estaciones en donde estaciones, siempre es el más lindo de la cuadra”. Otros amigos la habían bautizado como “La onanista” o “La tira bragras”. Y mirá que yo ya había tenido un descapotable: mi primer auto fue un Mehari…
¿Te imaginás las caras de las chiquillas que subían al auto y veían cómo las miraba absolutamente todo el mundo?
Es que un BM, un Volvo, un Audi, ya pasan desapercibidos. Pero de esta cupecita, había veinte en todo el país. No había semáforo en que no parase y que desde los autos de al lado no miraran. Y no hay nada que les guste más a las mujeres que las miren. No hay nada que les guste más que las miren otras mujeres. Que las envidien.
Bueno. Nunca llevé la coupe a una primera cita con una chica.
Evitaba por todos los medios que conocieran mi auto antes que a mí. Salía con otras parejas, en grupo, en taxi. He llegado a salir a gamba.
Es que yo boludo no era. Tenía un auto de millonario, pero sabía que era un tipo normal. Y lo sabía muy bien. Tenía un auto caro, por una determinada circunstancia fortuita en la vida, no porque tuviese tanto dinero.
Entonces, ¿por qué hacerles creer algo que no era?
Eso es un asco.
Por vos. Por tu autoestima. Porque una cosa es tener plata de verdad y que no te importe si las chicas te quieren por tu dinero, ya que te quieren por algo que vos conseguiste y es una forma de valorarte.
Pero otra muy distinta es que aparentes algo que no sos. Porque eso es un engaño. Y a nadie le gusta que lo engañen. Menos en una relación con un vínculo afectivo de por medio.
Si mostrás lo que no sos, tarde o temprano se descubre (normalmente, más temprano que tarde) y ahí ella te va a perder el respeto, sin dudas. No hay nada peor. Y cuando te pierde el respeto, vos la perdés a ella (normalmente, por otro).
Otra cosa bien distinta es mostrar tu lado bueno y tapar tu lado malo. Todos tenemos ying y yang a la vez. Todos tenemos virtudes y defectos. Nadie va a creer que vos sos perfecto aunque lo que vea sea solo lo maravilloso. Eso no es un engaño, ya que todos lo sabemos. A lo sumo, es una técnica de seducción.
Ser uno mismo no significa tener defectos y no querer mejorarlos. Significa aceptarse como uno es y trabajar para ser un mejor ser humano, reconociendo humildemente que uno tiene cosas por cambiar.
Mucha gente simula lo que no es por vergüenza. Porque se siente inferior. A veces, inferior a ese ser que nos desvela y queremos conquistar.
Esto no debe ser así. Los seres humanos no debemos compararnos entre nosotros. Todos somos iguales. Todos tenemos debilidades, todos cagamos, todos nos vamos a morir, pase lo que pase. Que una persona tenga más dinero o poder o bienes, sea más linda, más inteligente, más sensible, no significa que sea mejor. Es sólo una circunstancia de la vida. Que, además, muchas veces, cambia. Mucha gente que en los ‘80 tenía mucha plata, en los ‘90 fundió y muchos de los que en los ’90 eran ricos hoy están en la lona. Los chinos dicen: “La mesa es redonda”. La vida va y viene. Lo importante no son los bienes materiales, sino lo que tenemos adentro para dar. Un auto mañana es viejo. Un edificio no te puede hacer mejor.
La vida consiste en descubrir nuestro talento y explotarlo al máximo. Los hindúes creen que todo lo que des se te devolverá.
Con las chicas es lo mismo. Dales lo mejor de vos y te van a devolver lo mejor. Dales amor, cariño, respeto, alegría.
Se como vos sos, explotando al máximo tus virtudes.
No es buen negocio que te quieran por lo que no sos. La mona, aunque se vista de seda, mona queda.
¡Ah! No sabés las caras de las chicas, una vez que las había seducido y aparecía con la coupe. Era como un bonus track de regalo. Los dos disfrutábamos mucho más el auto; que era un auto para disfrutar, realmente. Era infinitamente mejor para ellas. Y para mí, por supuesto.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar