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Malos hábitos

Aquellos hábitos que creemos inofensivos como cruzar las piernas mientras trabajamos o tomar nuestras bebidas con pajilla pueden ser más dañinos para nuestra belleza de lo que creemos. Te decimos cuáles son esas costumbres de las que te debes despedir de inmediato.

Tacones altos
Se ven bellísimos y mejoran considerablemente nuestra figura, pero los tacones altos pueden dañar tu salud, especialmente aquellos de tacón de aguja o de más de seis centímetros de altura.
El tacón desplaza el peso del cuerpo hacia delante, lo que genera tensión sobre un punto definido y ocasiona un mal riego sanguíneo además de deformaciones óseas que pueden afectar a la columna vertebral. Así que bájate de ellos la mayor parte de la semana y resérvalos para ocasiones especiales.

Cruzar las piernas

Es cómodo si usas falda para ir a trabajar o si estás sentada frente a un escritorio la mayor parte del día. Cruzar las piernas es una costumbre que tenemos gran parte de las mujeres sin pensar en todo lo que sufren nuestras piernas, venas y pies con esta actitud.

Es importante que cuides la circulación de tus piernas dejando de cruzarlas. Esto provoca la formación de várices, hinchazón y celulitis persistente. En vez de esto estíralas de vez en cuando y mantenlas rectas.

Beber con pajilla

Todas lo hacemos. Pedir una bebida fría, con extra hielo y una pajilla para beberla. Es un placer que arrastramos de niñas, una malteada, una soda, un cóctel, lo que sea, nosotras succionamos hasta terminarlo.

Pero esta costumbre puede provocarte hasta el 30 por ciento de las marcas faciales que después tratamos de combatir con cientos de cremas anti arrugas. Esas líneas de expresión profundas alrededor de la boca y en los labios se deben en gran parte a este hábito que tanto amamos.

Ropa ajustada

Esos pantalones de mezclilla súper ajustados para los que te pusiste a dieta son causantes de los problemas circulatorios que ocasionan la celulitis, estrías y hasta infecciones en tus partes íntimas y en la piel.

Y no sólo tus jeans, cualquier prenda ultra ajustada que utilices puede generar problemas de piel al no dejar que transpires de forma natural, y más si es época de calor. Así que haz a un lado estas prendas de mezclilla, piel y cuero, y opta mejor por la seda y el algodón.
La ropa interior de lycra y material como el encaje, que se ve tan sexy en una gran noche romántica, puede volverse en tu contra provocándote infecciones vaginales y otros molestos problemas.

Lo mejor es que utilices ropa interior de algodón, cómoda y que te haga sentir bien durante todo el día. Aunque es importante sentirse sexy y segura, lo es mucho más cuidar la salud.

Secar tu cabello

O plancharlo, rizarlo y someterlo a todas esas cosas con lo que nos encanta moldearlo para cambiar nuestro look. Hacerle esto implica resecarlo, romperlo y generar la molesta caspa o algún tipo de alergias.

Aprovecha el clima fresco para secarlo naturalmente, utiliza productos orgánicos e hipoalergénicos para mantenerlo en su lugar y conviértete en fan de las mascadas, diademas y listones. No hay nada mejor que una cabellera bien cuidada y bien amada.

No desmaquillarte

A todas nos gusta comprar rubores, sombras y labiales de moda que coloreen nuestro rostro y nos hagan lucir más bellas. Con un buen maquillaje puedes desde cubrir imperfecciones hasta marcar tus rasgos más finos.

Pero lo peor que puedes hacer es ir a la cama con el maquillaje puesto. Es súper importante que te desmaquilles bien en las noches para que tu rostro pueda respirar y reponerse de forma natural. Si no tienes tiempo para una verdadera rutina, consigue toallas desmaquillantes, lava después tu cara y aplica una crema hidratante.

Morderte las uñas

De niñas nos pedían una y otra vez que no nos mordiéramos las uñas. Algunas dejaron de hacerlo escuchando los sabios consejos de sus madres y otras mantuvieron el hábito hasta adultas. Morderse las uñas o los dedos por nervios, aburrimiento o hastío daña terriblemente tus manos.

Además de que las uñas se quiebran, astillan y lastiman desde la raíz dificultándose su recuperación, las manos pueden llegar a mancharse luciendo opacas y sin vida. Un hábito del que te debes despedir.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar