Mercados financieros: las cuatro fases de todo ciclo de inversión

Muchos aspectos de nuestra vida se mueven en ciclos y los mercados financieros no son la excepción. Como se ha hecho evidente en los últimos meses, los instrumentos financieros presentan movimientos de alza que, tarde o temprano, se agotan y comienzan a descender hasta que, una vez finalizado el retroceso, comienzan a crecer nuevamente.

Para entenderlo mejor, es importante tener en cuenta que el proceso de invertir implica la aplicación de una serie de análisis que los expertos en inversiones realizan para entender algunos comportamientos que puedan dar pistas de lo que vendrá en los mercados financieros.

Frente a lo anterior, indistinto a qué instrumento financiero utilices o cuáles sean sus características, como inversionista siempre debes tener presente que los mercados financieros se mueven en ciclos de 4 fases -de constante alza y baja-. Para tener mayor conocimiento y saber cómo actuar frente a ellos, Principal los explica a continuación:

1. Acumulación. Esta fase se produce después de que el mercado haya tenido una caída abrupta y sostenida de los precios. En este momento, los inversionistas más perspicaces comienzan a comprar los instrumentos financieros, anticipándose a una futura alza en sus precios. Esto no se trata de comprar solo porque el mercado está barato, sino de analizar bien la situación actual y futura del instrumento financiero para maximizar el beneficio que le pueda brindar al portafolio de inversión.

2. Incremento. Esta fase se caracteriza por una subida de precios sostenida y larga, y existe optimismo en el mercado. De hecho, es la fase que suele tener la mayor duración. Aunque en el corto plazo algunos todavía se muestran temerosos, las expectativas a largo plazo empiezan a mejorar; por ello, el volumen de transacciones sube y muchos inversionistas se suman al mercado por el temor de perder la oportunidad.

3. Distribución. Los vendedores comienzan a dominar la situación. Los más astutos comienzan a vender sus posiciones, nuevamente anticipándose al mercado. Generalmente, esta fase es la más corta y no dura más allá de unos meses. La volatilidad comienza a hacerse presente, el precio alcanza máximos que en muchas ocasiones pueden ser incluso excesivos para el instrumento financiero y, por ello, los inversores más experimentados se mantienen fuera.

4. Desenlace (o fase bajista). La fase final de un ciclo de mercado se caracteriza por un sentimiento negativo generalizado. Al comienzo de esta fase, usualmente, aún quedan muchos compradores que se aferran a sus posiciones esperando que el mercado vuelva a subir.

Para identificar estas 4 fases, se puede considerar como referencia el comportamiento histórico de los instrumentos financieros. Sin embargo, detectar la etapa en que se encuentra actualmente el mercado no es tarea sencilla, pues las estimaciones desviadas hacia arriba o hacia abajo podrían estar más cerca de lo que se estima.

Si quieres conocer con más detalle cómo aprovechar al máximo los beneficios que los ciclos de los mercados financieros le pueden dar a tu patrimonio, acércate a Principal. A través de su red de expertos, te podrá orientar acerca de estos temas y auxiliarte en la toma de decisiones