Muestra Manolo Caro madurez con su nueva película

* El “dramedy” Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando, llegará a salas comerciales el próximo 7 de agosto

 

Playa del Carmen.- Después del éxito de No sé si cortarme las venas o dejármelas largas (2012) y Amor de mis amores (2013), Manolo Caro regresa con su primera historia original para cine: Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando, un “dramedy” con tintes de humor negro sobre la búsqueda del amor.

 

Inspirada en la famosa leyenda urbana sobre el marido que salió a comprar cigarros y nunca volvió, Caro se aventura a explorar las andanzas de una ama de casa que se dedica a buscarlo en medio de la comicidad y lo dramático que puede tener esta historia, la más madura hasta ahora en la carrera del realizador.

 

“Me enorgullece saber que piensen en mi crecimiento como director. Yo también lo vi así desde el momento en el que decidí enfrentarme a este proyecto, lo complejo que fue escribirlo, hacer esta estructura y estos personajes”, dijo en entrevista desde Playa del Carmen, donde presenta este filme en la 4ª edición del Riviera Maya Film Festival.

 

Filmada durante cinco semanas en la Ciudad de México y el  puerto de Acapulco, esta película es protagonizada por la actriz Cecilia Suárez junto con Luis Gerardo Méndez, Vanessa Bauche, Angie Cepeda y Carlos Bardem.

 

La trama también destaca por las actuaciones especiales de Angélica Aragón, Zuria Vega, Alfonso Dosal, María Elena Saldaña, Valeria Vera, Amorita Rasgado y Mariana Treviño, quien repite por tercera ocasión con el director.

 

“Fue increíble el trabajo con Cecilia Suárez. Aunque somos grandes amigos nunca habíamos tenido un proceso creativo juntos y me parece importante que sucediera para un director y una actriz que tienen tantas cosas en común. Al final fue un reto también para ella porque  logré que hiciera cosas que no había hecho, como este lado tan cómico del personaje.”, destacó Caro.

 

Definida por Caro como una “súper heroína mexicana”, tras la desaparición de su esposo, Elvira -de 40 años y madre de dos hijos- comienza una incansable búsqueda del amor de su vida. Las pistas la llevan a la conclusión de que su marido ha mantenido una relación en secreto. El desafortunado descubrimiento no la detendrá en su misión de encontrarlo.

 

Convencido de que su más reciente filme representa el tipo de director en el que se quiere convertir, Manolo Caro no descartó la posibilidad de llevar una nueva puesta en escena a la pantalla grande, como la que dirige actualmente: Nunca es tarde para aprender francés.

 

De la mano de Woo Films, Noc Noc Cinema, la asociación entre Itaca Films y Zamora Films y el apoyo del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la producción Cinematográfica Nacional, EFICINE 189, Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando, llegará a las salas del cine en México el próximo 7 de agosto. 

 

IMCINE CS/ 146/ 2015

Comparte cineasta cantos chamánicos y rituales en documental

 

 

* El realizador Pedro González-Rubio presentó su cuarta película en el marco de la competencia mexicana de la 4ª edición del Riviera Maya Film Festival

 

Fue en 2007 cuando el director Pedro González-Rubio (Alamar, 2009) se encontraba en una de las caletas al sur de Costa Rica cuando vio algo que llamó su atención: un hombre desnudo con un caballo blanco introduciéndose dentro del mar en una especie de ritual.

 

“Esta imagen me marcó mucho. Fue cinco años después cuando llegó a mis manos la oportunidad de realizar una historia y decidí buscar a este personaje llamado Marcel. Regresé a Costa Rica para buscar a este fantasma que había ido en búsqueda de la libertad y el paraíso”, explicó el cineasta en entrevista a propósito de su participación en la competencia mexicana del 4º Riviera Maya Film Festival (RMFF).

 

Así nació Ícaros (cantos sagrados de poder chamánicos),  un documental que ofrece una “experiencia sensorial” por la casi ausencia de diálogo y en el que deja ver la vida de Marcel, quien salió hace 30 años de España para escapar del servicio militar. Desde entonces ha vivido en la selva entre monos aulladores y practicando con frecuencia rituales con Ayahuasca.

 

“Es un  hombre que renunció a todo por reencontrarse a sí mismo y ser libre. Yo quería conocer verdaderamente la vida de esta persona que creía que había hecho una buena decisión. Creí que me iba a topar con un sabio, pero en realidad descubrí que también era una persona”, dijo el egresado de la London Film School.

 

El también director de Toro negro (2005) e Inori (2012) se aventuró a esta selva costarricense durante más de dos semanas, en el que retrató la vida tal cual como quería que Marcel  se diera a conocer. “No me gusta imponer la vida de alguien que me está prestando un momento de su vida. Así es como él quería ser retratado”, agregó sobre el proceso intuitivo de filmación.

 

Pedro González-Rubio, satisfecho y orgulloso de su trabajo como realizador, se sabe también como el espectador más importante. Es decir, si algo no le gusta o le aburre, entiende que no va a funcionar, ni con él ni con las otras personas. Su trabajo intimista le valió el premio Kukulkán del RMFF en 2013.

 

 

Prepara documental en la “selva de asfalto”

 

El cineasta belga, radicado en México, afirma que es un realizador que va descubriendo historias a través de sus viajes, por lo que dos de sus cuatro filmes se rodaron fuera de México, país en el que radica. Sin embargo, su quinto largometraje tendrá como escenario principal el Distrito Federal.

 

“Es la ciudad donde crecí. Va a ser un gran reto que quiero tomar porque voy a cambiar muchos elementos que he venido tomando en mis otros proyectos, los cuales se desarrollan en la naturaleza y lugares apartados. Ahora llegaré al caos que representa el DF”, expresó.