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MUSCULO DEL PLACER

Para que tomes conciencia de la existencia de tu músculo del placer, anda al baño y siéntate a orinar. Cuando el chorro comience a salir, aprieta fuerte y detenlo. Muy probablemente al intentar interrumpir el chorro, sientas un escalofrío que te estremezca. Ese músculo que aprestaste y que te hizo experimentar esa sensación, es tu MUSCULO DEL PLACER. Felicitaciones, ya lograste aislarlo.
Ahora, pasemos a determinar el control que tienes sobre tu músculo del placer. Para ello debes ir al baño a repetir la prueba de la orina. Si lograste interrumpir el chorro tan pronto comenzaste a orinar, y podes ir soltando la orina a razón de chorritos cortos e interrumpidos, tienes un buen músculo del placer y tu control sobre él es excelente. Si por el contrario, tardaste mas de seis segundos en lograr detener el chorro y tu vejiga casi se vació, tu músculo del amor es débil y tu control es deficiente. Si tu caso es intermedio a los dos mencionados, tu control es satisfactorio y la condición de tu músculo es aceptable.
A estas alturas, cuando llevamos un rato hablando de tu músculo del placer y empiezas a saber lo importante que es para tu sexualidad, ya debes querer saber exactamente dónde está, cómo es y cómo se siente?. Está a tan sólo 3 centímetros en el interior de tu vagina. Es decir, que, si alguna vez has tenido que introducir tu dedo en tu vagina para aplicar algún medicamento o lubricante, o para retirar un tampón al cual se le rompió la cuerdita, ya lo has tocado.

Si quisieras sentir que tan fuerte es, debes introducir el primer segmento de tu dedo en tu vagina, y busca tocar un área con ondulaciones pronunciadas. Esas ondulaciones son tu músculo del placer. Ahora, contrae el músculo como si quisieras retener el chorro de orina y sentirás que las ondulaciones del músculo aprietan tu dedo con fuerza. Esa es la fuerza de tu sensualidad. Recuerda que un músculo del placer fortalecido hace que tu orgasmo sea más intenso y más prolongado.
Si por el contrario las ondulaciones no son muy pronunciadas y no sentiste presión cuando aprestaste, has descubierto que tu músculo necesita ejercicio para fortalecerse y poder tener una mejor respuesta sexual. Ya verás con que rapidez lo lograras, al realizar de forma constante los ejercicios (que encontraras mas adelante).
Si nunca has introducido tu dedo en tu vagina, y te resulta incómodo hacerlo, quizás tu pareja pueda ayudarte Si tienes una buena relación con tu pareja, será toda una sensación que él te guíe en tu descubrimiento de tu yo interno. Deja que él te envuelva en besos y caricias y que luego suavemente introduzca su dedo en tu vagina mientras tu vas sintiendo su recorrido, y toda la excitación que ese movimiento te causa. Luego, pídele que realice el mismo recorrido una vez más, pero ahora juntos, que él tome tu dedo y lo guíe hasta tu músculo del placer. Si la aventura exploratoria ha sido suficiente para Uds, déjalo ahora que siga el sólo explorando, mientras vos te relajas y disfrutas de las sensaciones. Dile que siga subiendo hasta sentir un pequeño bulto o un área cuyo tejido es distinto al resto que lo rodea. Al principio la sensación podría ser un poco desagradable y probablemente te produzca ganas de orinar (pues se encuentra debajo de la vejiga), pero si aguantas un poco y él continúa tocando ahí, te producirá una sensación única de placer e intensamente erótica. Has descubierto tu famoso Punto “G” (punto de Grafenburg).

Punto G:
En 1950 Ernst Grafenberg reportó que algunas mujeres expelían cierta cantidad de fluido de la uretra (conducto por donde sale la orina) durante el orgasmo. Descubrió un área en la pared anterior de la vagina que era sensible al tacto. Es el área conocida ahora como el punto G. Esta se hincha cuando es estimulada y produce placer. Ahora se sabe que es una de las vías que lleva los impulsos nerviosos hasta el cerebro con el fin de producir orgasmos.
Si quieres palparlo, haz lo siguiente: Primero lávate bien tus manos, con agua y jabón. Recuerda que tus manos transportan microbios que pueden ser dañinos para tus genitales. Ahora, quítate la ropa interior y acuéstate boca arriba, en un lugar tranquilo y donde no te molesten. Abre tus piernas, y con tu dedo limpio localiza la entrada de tu vagina e introdúcelo suavemente unos 5 centímetros, tocando con la yema de tu dedo la pared anterior, es decir, la que está mas cerca de tu pubis. Tocarás un área redondeada, que si la estimulas con tu dedo notarás cómo se hincha, y te produce ciertas sensaciones en tu área genital. Si no lo logras palpar, no te desanimes. Relájate, respira profundo e inténtalo de nuevo, prestando atención a lo que sientes, moviendo tu dedo un poco más arriba o un poco más abajo dentro de ti, hasta que lo palpes, con calma y sin apuros.
Pasemos ahora a realizar unos ejercicios específicos para fortalecerlo. Te acuerdas lo de la contracción para interrumpir el chorro de orina?, entonces, los ejercicios se basan principalmente en ese movimiento.

– Lo primero que tienes que hacer es asegurarte que ni los músculos de tu abdomen ni tus glúteos se mueven mientras haces los ejercicios. Debes mover UNICAMENTE el músculo que usas para orinar. Si quieres, al principio, puedes colocar tu mano sobre tu abdomen para asegurarte que esta relajado.

Ejercicios:
Contrae tu vagina (usando tu músculo del placer) suavemente. Mantenla contraída mientras cuentas hasta seis (6 segundos). A medida que pasan los segundos trata de apretar un poco más (al igual que lo haces cuando ejecutas los ejercicios abdominales para aplanar tu barriga). Antes de relajarla nuevamente, hace una última contracción más fuerte y luego suéltala. Ve incrementando la cantidad de segundos hasta que llegues a poder mantener la contracción por 10 segundos.
Al igual que en el ejercicio anterior, contrae lentamente tu músculo del placer, mantenelo contraído por 6 segundos y antes de soltarlo, has tres (3) contracciones rápidas. Luego relájalo.
Contrae y relaja tu músculo lo más rápido (pero de forma controlada) que puedas. Una buena guía es poniendo tu mano sobre tu muñeca para tratar de sentir tu pulso cardíaco, y así tratar de seguir los latidos de tu corazón, con movimientos de contracción y relajación en tu músculo del placer. Al principio es difícil, así que practica hasta que lo logres.
Respira profundamente mientras contraes tu músculo del placer y a la vez lo levantas hacia arriba. Concéntrate bien, es muy importante que sientas que contraes y levantas hacia arriba al mismo tiempo. Imagínate que estas sosteniendo una bola de metal con tu vagina. Mantente así por tres (3) segundos. Antes de relajar tu músculo, ejecuta una contracción fuerte y descansa.
Hay dos consejos que son MUY IMPORTANTES y debes tener presente:

Es importante que relajes el músculo por completo luego de cada apretón. Es igualmente importante que hagas una rutina de ejercicios en la cual le dediques TOTAL atención a lo que haces.
Aunque la ventaja de estos ejercicios es que puedes hacerlos en cualquier sitio (manejando, sentada en tu oficina, en la sala de espera del dentista, en el cine, etc.) y en cualquier momento, pues nadie se da cuenta, para notar mayores resultados es necesario que diseñes un plan de entrenamiento de 20 minutos en la mañana y 20 minutos en la noche, hasta llegar a aprox. 250 contracciones por día.
Te asombrarás de cuanto mejorara tu vida sexual. Buena suerte!…aunque todo dependerá únicamente de Uds. dos.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar