Gastronomia

Platillos jaliscienses para festejar el Día de Muertos

El Día de Muertos es una celebración profundamente arraigada en la cultura mexicana, donde se rinde homenaje a nuestros seres queridos que han partido. En Jalisco, esta tradición se complementa con una rica variedad de platillos jaliscienses que no solo deleitan el paladar, sino que también fortalecen el vínculo con nuestras raíces. A continuación, exploraremos algunos de los platillos más emblemáticos que son parte de esta festividad.

Pan de Muerto

El pan de muerto es uno de los íconos más representativos de esta celebración. Elaborado con una masa suave, este pan se decora con formas que simbolizan los ciclos de la vida. Su sabor, que suele ser una mezcla de naranja y anís, hace que cada bocado sea una experiencia única. En muchas casas jaliscienses, el pan de muerto se ofrece en el altar, invitando a los espíritus a disfrutar de un delicioso festín. Es común encontrarlo acompañado de un chocolate caliente o un café, creando así un momento de conexión familiar.

Pozole

El pozole es otro platillo que no puede faltar en las festividades del Día de Muertos. Este guiso, hecho a base de maíz hominy, carne (puede ser de cerdo, pollo o incluso vegetariano) y especias, se sirve con una variedad de acompañamientos como rábanos, lechuga, orégano y chile en polvo. En Jalisco, el pozole se convierte en un festín colorido y aromático, perfecto para compartir en familia. La forma en que cada persona prepara su plato, incluyendo los ingredientes frescos, refleja la diversidad de la cocina jalisciense.

Tamales

Los tamales son un símbolo de la cocina mexicana y, por supuesto, de la jalisciense. Hechos a base de masa de maíz y rellenos de carnes, chiles, frutas o dulces, estos bocados están presentes en casi todas las celebraciones. Durante el Día de Muertos, los tamales se preparan con esmero y cariño, generando un maravilloso aroma que inunda los hogares. Es común que las familias se reúnan para hacer tamales juntos, fortaleciendo así la unión familiar mientras se celebra y se recuerda a quienes han partido.

Calabaza en Tacha

La calabaza en tacha es un postre tradicional que tiene un lugar especial en los altares de Día de Muertos. Este platillo consiste en calabaza cocida en un jarabe de piloncillo con canela y clavos de olor, que le otorgan un sabor dulce y especiado. Además de su dulzura, este platillo aporta un color vibrante a la ofrenda, simbolizando la alegría de recibir a los difuntos. Al disfrutar de la calabaza en tacha, se revive la magia y el sentido de comunidad que esta festividad representa.

Mole

El mole es otro platillo esencial que se relaciona con las festividades. Con múltiples variantes dependiendo de la región, el mole jalisciense se caracteriza por su rica mezcla de chiles, especias, chocolate y otros ingredientes que dan como resultado una salsa espesa y sabrosa. Este platillo puede ser acompañado de pollo, pavo o enchiladas, y se sirve en ocasiones especiales, siendo el Día de Muertos una de ellas. La elaboración del mole suele ser laboriosa, pero el resultado es un banquete que une a las familias en torno a la mesa, haciendo de cada comida una celebración memorable.

Los platillos jaliscienses mencionados son solo una muestra de la rica cultura culinaria que acompaña el Día de Muertos. Cada uno de estos platillos cuenta con su propia historia y tradiciones que se han transmitido de generación en generación. Al compartir estas delicias con amigos y familiares, no solo se honra a los que ya no están, sino que también se celebra la vida y se fortalece el sentido de identidad cultural en Jalisco. Este Día de Muertos, deja que los sabores y aromas de la cocina jalisciense te transporten a un mundo lleno de tradición y amor.

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Yesica Flores
Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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