La composición química del huevo hace que tenga la propiedad de ser coagulante, aglutinante, anticristalizante y emulsificante, de ahí su versatilidad y utilidad en la cocina.
De cordón
• Bata las yemas hasta que cuando levante la batidora se forme una especie de cordón que no se rompa.
De listón
• Bata las yemas hasta adquieran un color amarillo claro y se forme un hilo suave al levantar la batidora.
De nieve
• Bata las claras hasta que espesen suavemente y al levantar la batidora no caiga la mezcla al tazón.
De turrón
• Bata las claras hasta que esponjen y la mezcla obtenga una consistencia muy firme, al grado que pueda cortarse con un cuchillo o voltear el tazón boca abajo sin que se caiga.