REGLAMENTO DE CONSTRUCCIONES OBSOLETO GENERA PROBLEMAS DE SALUD SOCIAL EN CDMX
Desde hace más de 30 años no se ha modernizado el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal.
La contaminación, el ruido, las vibraciones y aislamiento térmico inadecuado contribuyen a incrementar problemas de salud social.
El uso de nuevas tecnologías sustentables permiten desarrollar viviendas habitables que benefician la salud social.
Ciudad de México, 20 de junio del 2016 — El incremento de construcciones y mala urbanización en la Ciudad de México ha incidido negativamente en el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos. Todo esto se debe a que desde hace más de 30 años no se ha modernizado el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal pues la última actualización fue a raíz del temblor de 1985 en el que se enfatizó que las estructuras de los edificios deberían ser más resistentes para evitar derrumbes en caso de que se llegara a presentar un sismo de magnitud similar.
Sin embargo, el reglamento dejó fuera otros factores de igual importancia que son consecuencia del volumen de construcciones como el crecimiento de la polución ambiental y auditiva, así como el impedimento del libre tránsito de peatones y vehículos en zonas de construcción, junto con otros tipos de afectaciones a los vecinos y visitantes. Otro tema igual o más importante, es el de la habitabilidad, pues las construcciones realizadas desde la década de los 80, no toman en cuenta factores como aislamiento al ruido exterior ni interior de las habitaciones, la producción de vibraciones notorias, la sobrecarga de las redes de suministro eléctrico y de agua, así como una mayor producción de basura por parte de los ocupantes.
“El reglamento de construcción del Distrito Federal es obsoleto”, explica Rafael Barona, Presidente de la empresa especializada Danstek. “La modificación más importante la tuvo después de los sismos de 1985, donde se enfocaron a hacer estructuras más resistentes a los movimientos telúricos, pero nunca contempló el incremento en costos de construcción, nuevas tecnologías ni la habitabilidad de las nuevas estructuras. Hoy en día en la construcción sólo se ve como un valor agregado todo lo que esté relacionado con el cuidado y consciencia del medio ambiente, sin embargo, en una ciudad que está en contingencia ambiental constante debería ser una prioridad qué sé construye, cómo y con qué”.
Actualmente, la construcción en la Ciudad de México no está obligada a realizar edificaciones sustentables con aislamiento térmico que reduzcan la contaminación auditiva y vibraciones extremas, y son los ocupantes quienes se deben de adaptar a la habitación, en lugar de que sea el inmueble el que se adapte a las necesidades de la gente.
“Durante los últimos años la tendencia de la normatividad internacional es, además de construir edificaciones seguras, entregar a la sociedad espacios para la vida diaria con mayor confort en pro de la salud”, comenta el Ingeniero Ricardo Pérez Ruíz, quien fuera presidente de las Sociedades Mexicana de Ingeniería Estructural y Sísmica. “La ingeniería no cura enfermedades, pero si las previene mediante el saneamiento del agua, el aire, el espacio y su intimidad”.
Según las Regulaciones de Construcción emitidas por el Ministerio de Comercio y Crecimiento de Dinamarca, es de suma importancia proveer a la comunidad de lugares habitables que satisfagan las condiciones de salud de sus habitantes como confort, bienestar, seguridad y reducción de contaminantes ambientales como ruidos y cambios de temperatura. En comparación, al no estar actualizado el Reglamento de Construcciones del antiguo Distrito Federal, en la Ciudad de México, prácticamente no se toman en cuenta dichos problemas.
“El Reglamento de Construcciones limita los desplazamientos verticales y horizontales de las edificaciones,” señala el Ing. Pérez Ruíz. “Aunque en los proyectos se cumple con los requisitos de resistencia sísmica, en muchas ocasiones se descuida el comportamiento ante deflexiones, lo que ocasiona exceso de vibraciones y ruido, ya que cumplir con las normas en cuanto a deformaciones y vibraciones se refiere supone un incremento del 20% al 35% del presupuesto de una obra utilizando los sistemas estructurales de concreto o acero tradicionales, un fuerte costo para los inversionistas para cumplir con el confort más allá de la fuerza estructural”.
“La construcción es fundamental para el crecimiento de la ciudad y refleja la inversión que está captando en este momento el país”, destaca el Ing. Pérez Ruiz. “Sin embargo, para continuar con un sano desarrollo urbano es necesario que se actualice el Reglamento de Construcciones y adecuarlo a las problemáticas actuales. Con estas medidas, la Ciudad de México podrá posicionarse más alto en temas de urbanización y sustentabilidad, a la par de países sumamente desarrollados al fomentar la investigación y el uso de nuevas tecnologías que cumplan con el único interés de crear bienestar para la comunidad”.
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Sobre Danstek
Danstek es una empresa especialista en la prefabricación de elementos estructurales para la industria de la construcción que utiliza tecnología danesa y que contiene un sistema integral de ingeniería especializada, columnas, losas y fachadas prefabricadas, además tiene la planta más moderna para la construcción de losas Bubbledeck mismas que reducen las vibraciones, son acústicas y térmicas, además de tener la versatilidad de adaptarse a todo tipo de proyectos. Su sistema ofrece un elemento ligero y de máxima resistencia, genera flexibilidad optimizando los espacios y permite ganar niveles de entre piso así como la reducción de profundidad de excavación. Al estar comprometidos con la responsabilidad social de preservar el medio ambiente, uno de sus principales insumos está compuesto con elementos reciclados de igual forma, recuperan el agua y los agregados naturales de sus componentes. Por cada 5,000 m2 construidos reciclan 25 toneladas de basura.
El gran valor de su ingeniería y la efectividad de la misma, se da cuando todos los elementos que integran el sistema Danstek se comunican sin restricciones o de manera “natural”, desde el origen del proyecto.