Cada presente tiene su propia visión del futuro, de cómo avanzará el tiempo y se reflejará en la tecnología de cada época. Algunos de los gestos que retratan estos avances llegan a ser atemporales por su estética única y por una funcionalidad que no pierde vigencia. Los relojes digitales del pasado forman parte de esta categoría. 

Pero, en este caso, la pregunta obligada es ¿por qué tener un reloj digital en pleno 2020? Armani Exchange tiene la respuesta, pero antes tenemos que viajar unas décadas atrás, hacia los años 70. Estamos en un tiempo icónico, en el que la música Disco poco a poco se convertía en el referente, junto a los peinados abultados, los ponchos y los sacos, una especie de combinación entre la formalidad de los 50 y la rebeldía de los 60. 

En esta década también llegó la digitalización del tiempo, es decir la llegada del primer reloj digital. Del hipnótico movimiento de las manecillas se pasó a las luces led en una pantalla que parecía estar más cerca de la exactitud. Pronto, los modelos digitales fueron sustituyendo a los analógicos, convirtiéndose así en uno de los accesorios más buscados y utilizados por los jóvenes de aquella época. 

Su funcionalidad no se limitaba a marcar la hora en una pantalla, ya fuese en el día o en la oscura noche. Más adelante, algunos ya venían con otras “aplicaciones”, como calculadoras, pequeñas lámparas y, hasta en algunos casos, una pequeña de televisión. El futuro de verdad había llegado al mundo y estaba en nuestras muñecas. 

A partir de ahí, los relojes digitales fueron evolucionando como en su momento lo hicieron los relojes de manecillas. Los estilos cambiaban dependiendo de las temporadas y el uso que se les diera: algunos soportaban un uso más rudo y otros adoptaron un estilo más elegante, más parecido a un modelo clásico. 

Así, los relojes digitales sobrepasaron la barrera de la simple funcionalidad que trae consigo toda evolución tecnológica y se convirtieron en aditamentos llenos de estilo. Hoy, su vigencia no podría estar más viva. Por ejemplo, los modelos Shell de Armani Exchange conjugan a la perfección dos estilos que parecían, en inicio, muy disímiles: una pantalla que va al grano, dándonos la hora, la temperatura y un poco más de información, y una correa elegante que complementa a la perfección cualquier estilo. 

Estos modelos retro digital de Armani Exchange amoldan a la perfección con nuestro presente, un tiempo en el que la realidad se divide en dos: una faceta digital que vive en nuestras pantallas, y una parte física que brinda esa calidez y hace más tangible el paso del tiempo. 

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