¿Se va a hacer o no se va a hacer la carnita asada?: Aprende cómo lograr el marinado perfecto
“¿Se va a hacer o no se va a hacer la carnita asada?”; ésta es una frase que en los últimos años ha quedado impregnada, cual sazonador a los mejores filetes, en la memoria gastronómica de los mexicanos. Y es que, para disfrutar del delicioso sabor y jugosidad de un buen trozo de carne, en realidad no hay que buscar pretextos u ocasiones especiales: cualquier día es bueno para desempolvar la parrilla, encender el carbón y darse un deleite con el corte de carne preferido, ya sea solos o acompañados, pues no es una regla tener invitados para darse tan suculento festín.
Si bien muchas personas quedan apantalladas al ver los finos cortes de las series o películas, imaginando que es algo difícil de preparar, la verdad es que hacer una antojable “carnita asada” es más sencillo de lo que parece; sobre todo si se marina con productos a base de ingredientes que por años han demostrado su conveniencia para este platillo. Para disfrutar de una carne asada inolvidable, aparte del necesario carbón para la parrilla, existe un primer mandamiento que todo amante de los buenos cortes debe respetar:
El marinado perfecto
Una carne asada no es nada sin su marinado previo, el cual se hace para que quede suave, jugosa y sobre todo llena de un exquisito sabor especial. Los productos que se suelen usar por excelencia para este tratamiento, son el sazonador líquido Maggi® y la salsa tipo inglesa Crosse & Blackwell®.
Hay varias maneras de combinar ambas soluciones para cocina, famosas por su versatilidad ya sea antes, durante o después de preparar algún platillo o botana; pero una receta clásica es mezclarlas con jugo de limón, cebolla fileteada, chile serrano y un poco de aceite vegetal.
En este sitio web hay recetas con diferentes estilos de preparación, utilizando tanto el sazonador líquido Maggi®como la salsa tipo inglesa Crosse & Blackwell®. Lo más común es agregar un poco de sal a ambos lados del corte y luego sumergir la carne en el marinado, para finalmente refrigerarla por lo menos durante media hora, envolviendo el recipiente con plástico de cocina.
Ahora sí, respetando religiosamente este primer mandamiento del fan de la “carnita asada”, es momento de consentirse o llamar a los amigos y familiares para compartir un suculento corte de carne recién pasado por el asador, como los que se sirven con tenedor y cuchillo enorme en los mejores restaurantes. Disfruta con calma cada bocado, procura acompañar tu platillo con alguna agua natural de frutas, y pasa una deliciosa tarde al estilo norteño.