Selección, servicio y temperatura del vino ideales para una buena degustación
Definitivamente uno de los aspectos más importantes en un restaurante es el servicio del vino, de ello depende, en muchas ocasiones, que nuestra visita al lugar resulte agradable y, en definitiva, que nos haga volver.
Selección y Servicio
La solución aparentemente más simple es de escoger un solo vino para toda la comida; un blanco para las entradas y después un solo tinto con el pretexto de que las mezclas provoquen problemas diversos. Es una lastima degustar un buen vino de principio o fin de una comida. Es preferible, sobre todo si es un añejo escoger al principio unos jóvenes y menos complejos y reservar este para el final como resultado de un principio básico. La emoción de una añada vieja, el prestigio y etiqueta de un vino no son suficientes a veces pueden causar decepción.
El mejor servicio que podemos tener en un restaurante es el del Sommelier, que es la persona encargada del cuidado, control, venta y servicio del vino, por lo tanto es la persona indicada para orientar con relación al tipo de vino que se debe consumir porqué es quien conoce la carta de vinos y la de alimentos al 100% y sabe qué opciones hay para poder maridar los alimentos u orientar para que la experiencia con el vino sea de lo más agradable.
Para el servicio, un vino que tiene 10 años o más debe ser decantado en una garrafa de cristal blanco como una hora antes del servicio. Otro aspecto importante es oler atentamente el corcho para determinar si hay un aroma de a corcho, pero si el olor es desagradable entonces el vino por sí ha perdido calidad.
Antes de su servicio, el vino debe respirar, de esta forma se percibirá mejor su bouquet, su sabor y todas sus bondades. Si se trata de un vino joven es recomendable enfriarlo directamente en el refrigerador, pues el frío siempre estabiliza el vino.
Temperatura
La temperatura juega un papel muy importante en la degustación del vino, para poder apreciar mejor sus cualidades. Mientras más baja es la temperatura del vino es más difícil apreciar sus aromas y sabores, pero si la temperatura es muy alta, el vino muestra una cara muy diferente de lo que es en realidad, por ejemplo el alcohol se nota más intenso.
Una tabla de referencia puede ser la siguiente:
– Vinos Espumosos y Blancos dulces, entre 5 y 7ºC
– Vinos Blancos ligeros entre 6 y 8ºC
– Vinos Blancos con cuerpo y Rosados entre 8 y 10ºC
– Vinos Tintos ligeros entre 12 y 14ºC
– Vinos Tintos de medio cuerpo entre 14 y 16ºC
– Vinos Tintos con cuerpo entre 16 y 18ºC
Otras reglas a observar son que los vinos jóvenes se toman antes que los vinos viejos, los vinos secos antes que los dulces, los blancos antes que los tintos y los ligeros antes que los de cuerpo, de esta manera se puede apreciar mejor el vino, respetando sus condiciones.
Mesa de Servicio
Es recomendable elegir servilletas blancas o de color claro con el objeto de poder revelar y apreciar el calor del vino. La copa influye sobre las virtudes del vino en sentido que depende la forma su material; asimismo, debe verificarse que las copas estén perfectamente limpias, incluso deben olerse y eliminar cualquier tipo de olor extraño (cloro o detergente) que pudieran alterar al vino. Finalmente, se debe prevenir una copa para el agua, que servirá para tomar entre un vino y otro y de esta forma evitar mezcla de sabores.