Siempre esta con sus amigos
Puede suceder que cada miembro de la pareja se dedique a sus cosas y compromisos dejando de lado cada día un poco más al otro. Si las dos personas entran en esta dinámica de independencia al 100%, puede llegar un momento en el que no tengan nada en común y en el que se puedan plantear la separación.Las necesidades que el marido cubría antes, ahora son cubiertas por otras actividades o personas, con lo cual ya no es necesario seguir unidos. Esto puede ocurrir con más frecuencia cuando uno de ellos está en casa sin trabajo y el otro es el que está todo el día fuera.
Motivos de distanciamiento
Los motivos de desconexión entre las parejas pueden ser varios y ninguno de ellos son culpa de nadie en particular, simplemente iniciamos una dinámica difícil de romper cuando está establecida. Es fácil que el hombre se sienta desplazado o fuera de lugar ante la llegada de un hijo, por ejemplo, la mujer le presta todos los cuidados y él se siente torpe e inútil.
Estos sentimientos se canalizan muy bien cuando busca alguna actividad que le ayuda a olvidar y a ser útil o valorado. De esta manera se inicia una rutina todos los jueves jugando al mus, o quedando a comer o haciendo cualquier otra cosa con amigos en su misma situación, se apoyan unos a otros y se sienten recompensados.
Los amigos son el refuerzo
El papel de los amigos es fundamental en estas situaciones, ya que funcionan como refuerzo positivo ante el malestar en casa.
El nivel de confianza entre ellos es muy alto y se sienten comprendidos por otros amigos de su misma edad. Además, los momentos que comparten jugando a tenis o viendo fútbol les hacen evadirse y funcionan como vía de escape ante una situación que no saben controlar.
Qué duda cabe que la situación irá empeorando, puesto que no se le pone solución. En un primer momento la evitación funcionará, pero más adelante las recriminaciones y críticas de la mujer minaran la relación.
Tiene que haber buena comunicación
Ante esta situación, la mujer se siente sola e ignorada, ella también tiene dudas y necesidades y su pareja no está allí para ayudarla. Muchas veces no ha aprendido a delegar en el marido actividades u obligaciones de la casa, así carga con todo y el marido huye.
Si nos damos cuenta a tiempo podremos mantener una conversación que nos ayude a colocar a cada uno en su sitio, si cada uno expresa como se siente ante la situación y lo que espera del otro, habrá más posibilidades de que ambos se sientan integrados en la pareja y de que la comunicación mejore. Si no lo hacemos así cada día habrá hobbies nuevos para uno y el otro cada vez se sentirá más sólo.
La inseguridad del marido
A menudo, la propia inseguridad del marido hace que salga huyendo de la casa y que vuelva tarde para eludir determinado reproches o recriminaciones. Desde luego esto agravará la situación, si además la excusa es ver al amigo “tal” o “cual” o actividades de ocio y tiempo libre, su pareja se sentirá desplazada cada día más.
Verá a los amigos como rivales a los que hay que suprimir y entrará en una batalla campal para menospreciar las amistades de su pareja. Los celos saldrán a la luz ya que demandará atención y no la recibirá. Su forma de mantener dicha atención será con las riñas y las discusiones que irán haciendo que la relación vaya a peor.
Cambio de vida de soltero
Si te encuentras ante una de estas situaciones y te sientes desplazada por los amigos de tu pareja o sientes que les da prioridad, tal vez tengas que plantearle hasta donde está dispuesto a llegar o dónde vais a poner el límite.
Ten en cuenta que existen personalidades muy inseguras que necesitan siempre del apoyo y estima de los demás. Tu pareja puede ser uno de ellos y de ahí su necesidad de acudir a eventos y citas con sus amistades de siempre, sin ser capaz de romper con la rutina de soltero. También puedes ser tú la que necesite un exceso de atención debido a tus inseguridades, analízalo y tenlo en cuenta antes de recriminarle o enfrentarte a él.
A veces ocurre que el cambio de la vida de soltero a la de casado provoca cierta resistencia. Pueden aparecer temores a perder nuestra libertad o a dejar atrás épocas pasadas de juventud muy felices, de ahí que algunas parejas durante los primeros años y cuando aun no se sienten con obligaciones por la llegada de los hijos, mantengan su vida social como antes de casarse, salen a menudo, quedan con los amigos de siempre, etc.
Todo forma parte de la evolución de la pareja
Con el paso del tiempo esto va cambiando, puesto que los amigos también evolucionarán, comenzarán a perderse las salidas diarias y se reducirán bastante. Todo ello forma parte de la evolución de la pareja y hay que aceptarlo así. Si uno de los miembros sigue en esa dinámica, puede suceder que el otro no esté en la misma onda y se desconecten.
El afán por no perder las amistades o por que no nos encasillen como aburridos puede hacer que una persona dedique mucho tiempo a las amistades y dé de lado a su pareja. Está claro que tendrá que priorizar o distribuir el tiempo, de tal manera que todos estén satisfechos.
Los extremos nunca son buenos, no es necesario volcar tu vida en tu pareja, pero tampoco darle de lado al 100% porque ya la has conseguido. Ten en cuenta que lo que hoy es algo seguro mañana puede desaparecer si no lo cuidas.
Tenéis que evitar por todos los medios desconectaros el uno del otro
Es normal que el trabajo fuera de casa os mantenga separados la mayor parte del día, pero es vuestro trabajo conseguir que el tiempo libre sea más productivo. Está muy bien ser independiente, pero siempre hay que dejar una parcela para reforzar la relación, no vayáis de liberales y luego os quejéis de que la pareja os ignora, si os pasáis de la raya es lo que pasará. Hay tiempo para todo, distribuidlo bien.
Las quejas continuas sobre sus actividades no solucionarán el problema y generarán un clima de crispación entre vosotros, con lo cual, le apetecerá menos estar en casa y cada vez realizará más actividades fuera, se convertirá en un círculo vicioso. Aprende a valorar cada momento que pasáis juntos y gratifícale por ello dándole las gracias o diciéndole lo bien que lo estás pasando. Involúcrate con él en alguna de sus salidas con amigos , acompáñale y anímale en los partidos de tenis, por ejemplo, o ves a buscarle al bar donde toman algo para volver juntos a casa.
Exprésale tus necesidades para que él comience a hacer lo mismo por ti. También es importante que tú misma fomentes tu individualidad, recupera amistades, organiza comidas en casa o fuera por tu cuenta, sé independiente podrás comprenderle mejor.
Exprésale tus sentimientos
La comunicación entre vosotros será lo más importante para salir del bache, exprésale tus sentimientos sin juzgarle ni recriminarle, pídele lo que necesitas y plantéale lo que puede suceder si todo sigue igual.
Buscar un plan de acción entre los dos y ponerlo en práctica. A menudo la rutina y la costumbre hace que no nos demos cuenta de lo que le ocurre al otro o nos parece normal, si se lo haces saber, seguramente reaccionará.