SIGLOS PASAN ENTRE LA SEMILLA DE UN ROBLE Y LA LLEGADA DE LOUIS XIII
EL TIEMPO ES LA MATERIA PRIMA DE LOUIS XIII. HOY, BAPTISTE LOISEAU, MAESTRO BODEGUERO DE LOUIS XIII, PIENSA EN EL SIGLO POR VENIR AL CREAR UNA NUEVA VERSIÓN DE NUESTRAS TIERÇON DE ROBLE ESPECIAL PARA AÑEJAMIENTO, PROTEGIENDO ASÍ EL LEGADO DE SUS PREDECESORES Y GARANTIZANDO EL FUTURO DE LAS SIGUIENTES GENERACIONES.
“Desde la semilla de un grandioso roble, destinado a convertirse en nuestras tierçon para añejamientos, hasta la creación de la última mezcla de LOUIS XIII, pasan siglos, décadas de dedicada destreza y una lenta y constante maduración”.
-Baptiste Loiseau
UN MAESTRO DEL TIEMPO
Inspirado por el movimiento cíclico y perpetuo del tiempo, el Maestro Bodeguero de LOUIS XIII, Baptiste Loiseau, está constantemente preservando el pasado y preparando el futuro al utilizar valiosos elementos del presente. Los eaux-de-vie del cognac LOUIS XIII son madurados en barricas de roble francés creadas especialmente para este propósito; los más destacados se añejan en las barricas más excepcionales que LOUIS XIII posee: nuestras tierçon. Actualmente, Baptiste Loiseau deja los más finos y ricos eaux-de-vie de Grande Champagne en estas valiosas tierçon como un legado hacia sus sucesores en el siglo por venir, mientras piensa en cien años adelante al crear unas nuevas para la siguiente generación.
LA TIERÇON, LA MARCA CARACTERÍSTICA DE LOUIS XIII
Nuestras centenarias tierçon se utilizaban originalmente para transportar cognac de tres en tres en carretas haladas por caballos –de ahí su nombre. Hechas totalmente a mano en los bosques de roble franceses, éstas juegan un rol determinante en la evolución aromática del cognac LOUIS XIII. Sus finas duelas permiten el delicado intercambio entre los eaux-de-vie, la madera y el aire fresco en nuestras bodegas. Una tierçon es irremplazable. Con el paso de los años, son restauradas cuidadosamente utilizando viejas duelas de otras tierçon: un sacrificio que permite al Maestro Bodeguero de LOUIS XIII buscar nuevas formas para recrearlas.
LA CREACIÓN DE UNA TIERÇON: UN VIAJE QUE ABARCA VARIAS VIDAS
La travesía comienza con la semilla de un raro y especial roble del bosque Limousin. Hacen falta de 150 a 180 años de lento y constante crecimiento para que estos árboles alcancen la forma y el tamaño ideales para poder ser talados. Después de ser divididos en leños, los Maestros Carpinteros de LOUIS XIII seleccionan los tablones de madera perfectos. Éstos son apilados y se dejan secando al aire libre durante 3 años para que adquieran su verdadero potencial aromático. Sólo así pueden transformarse en duelas y doblarse para crear la forma de una barrica. Más adelante viene el proceso de calefacción, momento en el que la identidad única de una tierçon LOUIS XIII es revelada. Al estar listas, cada nueva tierçon se llena con los más finos y ricos eaux-de-vie de Grande Champagne, dejándolos madurar ahí. Con el tiempo, gradualmente van liberando la gama completa de sus aromas y notas con reminiscencias a madera. Cuando la tierçon empieza a envejecer, alcanzando los 50 años, se llenará con nuestras más suntuosos y añejos eaux-de-vie de Grande Champagne, los cuales alcanzarán el perfecto añejamiento y serán parte de la mezcla LOUIS XIII en el futuro, cuando un sinfín de aromas se entrelacen para crear una magnífica combinación final.
